XXIX

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Kara

Kara...— su dulce voz sonaba de nuevo en mis oídos.— ¿Por qué me llamas?

— Necesito hablar contigo. No tuve la oportunidad la última vez que te ví. Ya sabes por qué.

Si, y lo lamento mucho, pero...

— Lena, por favor, déjame hablar contigo.— se produjo un silencio, seguramente lo estaba pensando.— Sé que no quieres verme.

Kara, lo lamento, pero ahora mismo tengo una reunión. ¿Podemos hablar después? Yo te llamo.

— Cla-claro, ningún problema.

Ok, te llamo más tarde. Adiós.

— Adiós.— y ahí fue Lena la primera que colgó.

Me pasé durante esas horas caminando de un lado a otro con el teléfono de Winn en mano, esperando aquella llamada.

Pasaba el tiempo y no llegaba nada, ni siquiera un mensaje. 

¿Y si en verdad no quiere hablar conmigo? Necesitaba que aclaremos todo, todo lo que ha pasado.

Seguían pasando las horas, me puse en una de las camillas de la DEO con mi cabeza en la parte de los pies, estaba quedandome dormida, hasta que escuché el teléfono sonar. Salté viendo rápido quién era la que llamaba, Lena. Una sonrisa se dibujó en mi rostro.

— Lena.— Contesté con alegría.

Lamento la tardanza... se... se me alargó la reunión.— no sonaba tan convincente, para mí era que no sabía si me iba a llamar o no, pero lo dejé pasar.

— No te preocupes. Sólo quiero que hablemos.

¿Hablemos de qué?

— Ya sabes. De lo que pasó entre nosotras.

Kara...— escuché un suspiro.— ¿En serio quieres hablar de eso? Porque está todo claro. Te traicioné, cometí un grave error que te llevó a un infierno. Algo que ni yo me lo puedo perdonar. No te dí la oportunidad de que me expliques por qué me mentiste en todo este tiempo.

— Le...— me interrumpe.

Ya sabes como llegó todo a un simple error que cometí. Te secuestraron. Te torturaron. Te violaron dejándote embarazada y que finalmente tuvieras un aborto. Pasaste por mucho mal. Todo porque sentí una rabia en mi interior al enterarme de la verdad.

— Lena, puedo...— vuelve a interrumpirme y cada palabra que decía me rompía más el corazón.

No quiero que sigas sufriendo por mi culpa, y cómo me lo dejaste en claro hace un tiempo, tu tampoco quieres volver a verme después de todo el daño que causé. Te quiero... te quiero mucho que me duele el tener que decirte todo esto.

— ¡Lena, por favor escuchame!— de mi rostro ya corrían lágrimas y como escuchaba a Lena, como se escuchaba su respiración sabía que ella también estaba llorando.— Dime la verdad. ¿Crees que todo esto es tu culpa? ¿Qué no hubo alguien más involucrado que te controlara?— esperaba aquella respuesta, me respondiera que era su madre que estuvo detrás de todo.

No.— sabía que era mentira, más lágrimas corrieron de mi rostro.— Fue mi idea. Soy una Luthor, sé que no quieres verme y yo estoy de acuerdo, no quiero causar más daño de lo que he hecho.— colgó.

Lena colgó y yo aún con el teléfono en mi oreja. Me estaba mintiendo, me miente para protegerme según ella, pero esto realmente me estaba doliendo.

Nada es lo que parece [SuperCorp]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora