XXXII

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Lena

Ruby se encontraba sola en su casa preocupada que su madre no llegaba. Sam debe estar por ahí, en alguna parte de la ciudad caminando, haciendo qué cosa y luego no recordaría nada.

Fui a buscar a Ruby, aproveché de llamar a Alex para avisarle lo que acaba de pasar, me dijo que fuera por Ruby y que la dejara en su apartamento, que ella se haría cargo junto a Maggie mientras Sam no apareciera. 

Kara aún no sabía que pasaba, aún no le contábamos que Sam estaba enferma, o eso creíamos.

Subí a mi auto y manejé lo más rápido posible para llegar a buscar a Ruby y llevarla donde Alex.

Al llegar, estaba ella sentada en la escalera de su casa. Me vio y fue directo a abrazarme.

— Cariño ¿estás bien?— le pregunto preocupada.

— Estoy bien.

— Vamos al auto.— nos subimos y puse en marcha.— Cariño... lo siento mucho. Tu mamá esta... está pasando por muchas cosas.— le decía mientras conducía y ella miraba por la ventana.— ¿Ok?

— Esto no está bien.— me contestó.— Sé que estaba emocionada por salir a ese karaoke con ustedes, pero... el que no haya llegado, es como si hubiera desaparecido. Es como hace unos tres meses.— le presté atención a lo que me estaba contando.— Preparó un gran viaje, me dijo que iba a pasar algo maravilloso, pero cuando volvió actuó como si no hubiera pasado nada, cómo si no hubiera hecho ese viaje.

— ¿No se acordaba?— así que esto lleva tiempo.

— Algo va mal. No sé que es, pero algo pasa. A veces, es como si fuera otra persona.

Estábamos en luz roja, giré mi cabeza para ver como estaba, se veía que tenía miedo por lo que podría pasarle a su mamá.

— Ruby, se que tienes miedo. ¿Ok? Pero hay algo que debes saber de mí, si hay un problema, siempre encuentro la solución. ¿Ok?— asintió.

— Entiendo que estuviste un tiempo con mi mamá, entiendo por qué no siguen juntas. Aún así ella te tiene mucho apreció y ya veo por qué.

Luz verde y seguimos nuestro camino. Era muy tarde, era como las 3 am, no había casi ningún auto en la calle, así que llegamos sin ningún problema al apartamento de Alex.

Al dejarla, Alex se veía feliz, siempre que estaban juntas ellas dos se divertían, se han vuelto muy unidas en cuanto se conocieron, incluso me contaron que Alex ayudó a Ruby con un chica de su escuela que le hacía cyber bullying. 

Volví más tranquila al apartamento de Kara, entre en silencio, ella me había dado sus llaves para entrara en cuanto volviera y creo saber por qué, la iba a encontrar dormida en la cama. 

Entré a la habitación, estaba durmiendo, semi cubierta por el cubre cama, un brazo colgando en la orilla y... dios, que adorable, tenía la boca abierta, me causó algo de risa al verla así. Me acerqué, moví con cuidado sus piernas dejándolos bajo el cobertor y logrando cubrirla entera. Era raro que hiciera eso, sé que no siente frío, pero sentía que era necesario hacer tal cosa. 

Le dí un beso en la frente, solo hizo un ligero movimiento en que cerró su boca y se acomodo. 

Pasé los siguientes minutos llamando a Sam, a ver si contestaba, si aparecía, pero nada. Realmente está desaparecida esa mujer y me estaba preocupando por lo que le puede pasar. No sabía qué hacer, pero el sueño estaba ganando, estaba muy cansada, necesitaba dormir.

Dejé caer mi peso al otro lado de la cama, me saqué después los zapatos, la blusa, el sostén y me coloqué una de las poleras que tenía Kara guardado. Me acosté a su lado, apegándose más a su cuerpo para sentir su calor, la rodee con mis brazos y en unos minutos caí profundamente dormida sintiendo su olor.

Nada es lo que parece [SuperCorp]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora