XIII

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KARA

Pasaron unas horas, me había quedado dormida. Al despertar sentía como los rayos del sol me llegaba al rostro con toda la energía posible, ya no dolía la cabeza y ya no estaba mareada. 

Alex tenía razón que estar frente a frente contra alguien con magia me haría vulnerable, yo solo seguía mi instinto, solo quería ayudar a mis amigos.

Veo que alguien entra dejando entrar más la luz del sol, era Morgana, parecía estar feliz de verme mejor que antes. Realmente me siento como si nada me hubiera pasado, pero para la próxima debo ser más cuidadosa, mi plan es llegar sana y salva a mi tierra y poder decirle de una vez a Lena que me gusta y que haría todo lo posible para estar con ella.

— Veo que estas mejor.— me dice Morgana acercándose a mi con una sonrisa en su rostro.

— Bueno, te dije que con solo descansar estaría bien.

Se acercó más a mi, me retiró la venda que me había colocado antes, al verla estaba con una gran mancha de sangre, pero el rostro de Morgana fue lo que me preocupó, notó que esa herida ya no estaba ahí, que estaba 100% mejor. Tenía miedo a que se diera cuenta de que tenía poderes y eso me jugara en contra.

— Pareciera como si no te hubiera pasado nada.— dice con asombro.

— Bueno....— estaba nerviosa, no sabía que excusa darle.

— ¿Alguien te curo con magia?

— No.— dije como en un susurro, no quería mentir, pero tampoco quería contarle que podía sanarme rápido solo con estar expuesta a los rayos del sol.

— Entonces, ¿cómo es esto posible?— Morgana estaba tomando un gesto con más de rabia, al parecer se estaba dando cuenta de lo que estaba pasando.

— Realmente no lo sé... yo solo estaba aquí durmiendo.

— Entonces alguien entró y te curo solo que no te diste cuenta.— solo asentí.— Bueno, quien quiera que sea, gracias a dios que lo hizo.

Podía ver esos ojos verdes de Morgana, podía ver a Lena ahí, esa misma bondad que se encuentra en lo más profundo de ella, pero también podía ver el miedo, decepción y odio a causa de todo lo que ha vivido.

No podía creer que la persona que estaba frente a mi es idéntica a la persona que me gusta, solamente que no lo es.

— Le... Morgana...— dije acercándome a ella tomando su rostro con ambas manos.— Estaré a tu lado pase lo que pase, te voy a ayudar.— sin más la besé, no podía resistirme al verla.

— Lo sé... gracias a ti, Emrys está muerto.— ella sonrió, pero pude notar que en cuanto se dio vuelta su rostro cambió a uno triste.

Al parecer Morgana tomó mis palabras en que la ayudaría en ganar la batalla, pero en realidad la quiero ayudar a amar de nuevo, a sentir el cariño de sus amigos y familia, sé que a ella aún le importa sus amigos de Camelot, pero no lo quiere admitir.

ALEX

Estaba preocupada por mi hermana, nunca la había visto así de débil, vulnerable, su cabeza estaba sangrando, había perdido la consciencia y por último que Morgana se la había llevado con ella. Sé que mi hermana es fuerte, podrá superarlo y sanarse, pero estando cerca de esa hechicera podría matarla cuando se entere de la verdad.

Dejando de pensar en mi hermana, tengo que enfocarme en la misión en que nos encontrábamos. Jax y Amaya se quedaron con nosotros a seguir con el plan para derrotar a Morgana.

Buscamos por el castillo donde se habían llevado a Merlín. Arturo dijo que lo llevaría con Gaius, así que nos dispusimos a ver donde se encontraba su habitación. En cuanto llegamos vimos a Merlín tendido sobre una mesa y a Gaius al lado triste, en cuanto se dió cuenta de nuestra presencia se quedó sorprendido.

Nada es lo que parece [SuperCorp]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora