Nada es lo que parece [SuperCorp]

VII

Pasaba el día en National City, como cualquiera Kara se paseaba por CatCo para mandar a publicar algunos artículos que había escrito y otros de algunos compañeros de trabajo. Cuando pasó por el hall principal vió bajarse del ascensor una mujer que nunca había visto en el edificio, una mujer morena con el pelo largo caminando decidida hasta la oficina de Cat Grant. Kara siguió su camino, pensó que al verla entrar y saludar a Cat estaría todo bien, serían temas de trabajo.

Pasó al día siguiente, misma cantidad de trabajo ya sea Kara Danvers o Supergirl. En CatCo, la misma mujer se mantenía, era la nueva en la sección de deportes de la revista, Kara cada vez que pasa por ahí la miraba como trabajaba, más tarde como Eve, la asistente de Cat, se había ausentado porque se encontraba enferma, Cat Grant le pidió a Kara si podía ir a la sección de deporte a retirar los nuevos artículos para aprobarlos. Al llegar fue altiro a uno de los mesones en que se encontraban los artículos, el jefe de esa sección se los entregó, al salir se encuentra frente a frente con la nueva, se quedó pegada mirando su rostro, asombrada, la morena al ver la expresión de la rubia no pudo evitar reírse, al bajar la mirada notó que llevaba los próximos articulos.

- Bueno, si no te apuras, Miss Grant se enfadara.- le dijo la morena con una sonrisa.

- Si... si claro, bueno... gracias.- Kara se retiró bajando el rostro de avergonzada.

- Espera...- detuvo a Kara que se dio vuelta- No me dijiste tu nombre.

- Emm... Kara, Kara Danvers.- Kara extiende su mano de forma de saludo.- ¿Y tu eres?

- Un gusta, Kara.- la morena le da el apretón de mano y se gira para entrar evitando la pregunta de Kara.

- Raro.- dice con un suspiro Kara llevando lo pedido a Cat.

Mientras en L-Corp, Lena se preparaba para ir a su cita con Sam, se colocó un vestido negro con un escote, en un espejo se veía para saber si dejar suelto su pelo o tomarlo, decidió finalmente dejarlo suelto, en unos minutos escucha que golpean la puerta.

- Pase.- Grita Lena mientras termina de pintarse los labios.

- Hola, Lena.

- Sam, ¿ya me atrasé?- preguntó preocupada viendo la hora de su teléfono.

- No, Lena vas bien, yo me adelanté y decidí pasar antes por tu oficina.

- En ese caso...- Lena caminó a su escritorio, sacó dos aros diferentes se los mostró a Sam.- ¿Cuál crees que se ve mejor?

- La de la derecha, definitivamente.- dice mientras esta apoyada en el marco de la puerta.

- Bueno.- Lena se colocó los aros que Sam le había dicho.- Estoy lista.- tomó su cartera y camino donde esta Sam para darle un beso en la mejilla.

- Vamos.

Sam y Lena fueron a un restaurant llamado Bistroff's, uno de los más populares de National City, Sam quería que saliera perfecto y no perder su oportunidad con Lena. La noche avanzaba, mientras conversaban y reían ambas de anecdotas de sus infancias, pasaron al postre y San pidió una torta de chocolate para ambas.

- ¿Cómo supiste que me gusta esa torta?- preguntó Lena con una hermosa sonrisa en su rostro.

- ¿A quién no le gusta el chocolate.

- Buen punto.- ambas rieron.- Y bueno, cuentame ¿qué te trajo a National City?

- Trabajo y una vida nueva. Digamos que Central City no era lo mejor, tenía un trabajo, pero la empresa cerró y mi novio de ese momento decidió dejarme.

- ¿El papá de Ruby?

- Oh no, gracias a Dios que no era el padre de Ruby, de él no sé nada desde... desde aquella noche.