XXIII

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Kara

Llegué al Banco Central donde estaría esa meta-humana robando. 

Al llegar ví a toda la gente en el suelo, no se dieron cuenta de mi presencia ahí. Caminé sigilosamente hasta que entre a una de las bodegas donde se encontraba ella.

— Estás atrapada.

— ¿Eso crees?— decía tranquilamente guardando todas las fajas de billetes en un bolso.

— ¿Qué les hiciste?

— Quería jugar. Pero ellos no.— dijo dándose la vuelta.

— No te saldrás con la tuya.

— Oh, ya veo. Crees que eres el gato y yo el ratón.— volvió en lo que estaba para luego finalmente cerrar aquel bolso.— Pero es al revés. Podrías unirte a mí, así serías feliz.— yo la miraba disgustada.— El dinero da felicidad, mientras más dinero, más felicidad.— Ella estaba loca si pensaba eso, yo ni loca me uniría a algo así.

— Tienes un lío de prioridades.— le decía en un tono de decepción.

— Lo sé ¿Verdad que sí?— se pusó a reír... En realidad estaba loca.

— Baja ese bolso.— cambió su risa y me miró seriamente.

Dió un paso y yo por instinto retrocedí para que no me diera algún golpe, no quería que este bebé saliera herido por mi culpa.

— ¿La chica de acero tiene miedo?— esta vez dió una risa silenciosa

— No te acerques más.— le dije seriamente y se puso a reír.

— Supergirl tiene miedo a que le haga daño... Eso es nuevo ¿Por qué será?— Me miró y bajó su vista a mi vientre, no me había dado cuenta que con una mano la tenía ahí mismo como modo de protección.— Oh, ya veo.— sonríe.

Dió otro paso, pero esta vez me quedé ahí para poder desafiarla una vez que ya estuviera al frente mío. Pero algo pasó... me miró seriamente a los ojos, sentí una sensación de mareo. Ataque psicológico.

Antes de sentir que todo venía hacía mí, ví como ella se retiraba victoriosa del lugar, traté de detenerla, pero una fuerza invisible no me lo permitió. El cuarto cada vez se achicaba más, pareces venían encima a mí, cerré mis ojos fuerte para cuando los abra haya pasado todo, pero no... ví que estaba flotando en el espacio, dentro de mi nave que me trajo a la Tierra. Iba avanzando, todo se ponía oscuro y luego se escuchan risas en el fondo, esas risas que no puedo olvidar.

No podía soportar tal cosa, me sentía aterrada, no veía nada y solo escuchaba esas risas acercándose a mi.

A pesar de no ver lo que había alrededor mío sabía que ya me encontraba en el suelo con mis manos tocando la pared para sentirme que aún estaba en algún lugar.

A lo lejos escucho una voz, aún no logro reconocer aquella voz, pero hacía que me calmara.

— Kara, estoy aquí, todo estará bien.— me decía y podía sentir sus manos en mí tratando de que entrara en la realidad.

En cuanto volví a al realidad logré divisar a Maggie al frente mío, sin pensarlo me abalancé a abrazarla.

— Está todo bien...— me decía devolviendome el abrazo.

Maggie me llevó de vuelta a la DEO, ahí me hicieron unos examenes para saber qué fue lo sucedió en ese lugar y ver que el embarazo siguiera todo bien.

— Los escáner de tus signos vitales están bien.— me decía Winn haciendo la última prueba, yo ya me sentía mejor, no era necesario para más.

Nada es lo que parece [SuperCorp]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora