XVIII

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Kara

Ya habían pasado cinco días desde que salí de CADMUS, seguía sin comer algo sin que me den unas ganas de vomitar. 

Quería volver a mi labor como Supergirl, pero como Alex, mi hermana sobreprotectora, no me dejó seguiré con mi vida de Kara Danvers yendo al trabajo, en CatCo, donde tendría que ver a Lena. No sé con qué cara me miraría después de contarle por lo que pasé durante esas dos semanas secuestrada.

Fuí a CatCo, al pasar por fuera de oficina de Lena noto que no estaba, quizás estaría en L-Corp, seguí mi camino hasta que me encontré con Lexa, estaba tan feliz de volver a verme en el trabajo. Desde que volví, Lexa ha estado conmigo para mantener mi mejor ánimo, ha sido un gran apoyo.

— ¿Almorzamos juntas?— me dijo con gran alegría Lexa.

— Aún no me apetece comer algo... aún me siento un poco mal del estomago.

— Kara Danvers...— Lexa colocó sus manos en su cintura como si estuviera regañandome.— Si no comes algo terminarás esquelética. ¡Mirate! — me señaló de arriba a abajo.— Eres muy hermosa y eso que se nota que estás más delgada que antes. No querrás terminar que te pongan una sonda para que te alimentes.

— Bueno...— no había pensado en lo que dijo Lexa, pero si tanto querían que me alimentara, ¡que me coloquen la maldita sonda! No puedo creer que mis gustos por la comida, por ese amor que tenía se haya ido.

— ¡¿En serio?! ¿Lo estás pensando?— subí mis hombros a un modo por no saber qué responder dándole a entender que si lo estaría pensando.— No lo puedo creer.— Lexa dejó lo que estaba haciendo y se marchó del lugar.

— ¡Lexa!— antes de desaparecer de mi visto logró ver que me había levantado el dedo. 

Vaya mujer, el carácter que tiene, que se preocupe de las demás personas es algo que me gusta de ella, se preocupa tanto que, como en este momento, se puede llegar a enojar.

— ¿Qué fue eso?— James llegó viendo aquella escena de Lexa.

— Se enojó porque aún no quiero comer.

— Tiene razón ella.— ahí James puso su vista en mí.— No puedes seguir así. Si quieres volver a ser Supergirl piensa en tu salud.

— Lo pensaré.— era cierto eso, pero ya no quería seguir con ese tema.— ¿Y... y Lena? No la ví en su oficina.— No es que me importe, era solo una simple curiosidad sabiendo que ella pasa todo los días trabajando.

— No lo sé... durante los últimos días solo ha venido a dejar unos cuantos papeles para que los revise y se va. Pero esas veces que la ví, no la ví muy bien.—conozco ese gesto de James, quiere que me sienta culpable por como lo está pasando Lena, que fuera a hablar con ella y pudiera entender todo lo que hizo.

— No.—dije al ver que seguía con ese gesto para que cediera.— No iré a hablar con ella. James, tu sabés lo que me hizo, no creerás que lo olvidaré así de la nada.

— No pido eso, sólo que vayas y conversen, tu no estás bien, ella tampoco lo está. Además me contó todo, por qué lo hizo.

— ¿En serio? ¿Y le crees?— entré cerré mis ojos como gesto de enfado, no podía creer que MI amigo defendiera a Lena.— Tú mismo dijiste hace un tiempo, ella es una Luthor, no se le puede confiar.

— Y sabes perfectamente que me equivoque en ese momento, ella era inocente.— me quedé en silencio mirando a mi alrededor sin tomar atención a James.— Bueno, si no vas tu, voy a ir yo.

— Cómo quieras, pero no me llames al ver que cometiste un error.

— ¡Bien! 

— ¡Bien!— James se retiró de las oficinas.

Nada es lo que parece [SuperCorp]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora