TREINTA Y CUATRO

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Besos amargos eran lo que llenaba la habitación en la que estábamos, Taehyung y yo. Besos bañados de lágrimas y desesperación. No sentía pena, sino alivio. Había extrañado sus besos con todo mi ser y supe que él también, pues devoró de ellos apenas tuvo la oportunidad. Era amargo, todo, su tacto, sus lágrimas, sus besos, amargo por el simple hecho que sería la última vez cuando pudo ser una de muchas veces. Pudo haberlo sido, pero eso mismo, era pasado. Ya no se podía más.

Sentía que mi corazón se aceleraba más y más, como si quisiera salirse de mi corazón. ¿Aire? ¿Qué era eso cuando estabas besando por última vez a la persona que amabas? Te lo pondré así: ¿Qué tal si te enteras que tu madre o algún familiar súper cercano está en su última hora de vida, viéndole postrada en una cama, con una sonrisa –que tanto admiras- diciéndote que estaba bien, que estaba bien dejarle morir? ¿A caso no te aferrarías al punto de que quizá quisieras que muriera en tus brazos? Me sentía así. Taehyung no iba a morir, pero sabía que no volvería a tenerlo así, nunca más... Pero ¿era un error estar, así, con la persona que amaba? Entonces sí, estaba cometiendo un error. Sin embargo ¿quién me lo iba reclamar, si de estas cuatro paredes no saldría? Joongji quizá ya se había marchado, tras solo oírnos llorar por media hora; y si estaba afuera, se iría apenas notara las cosas que sucedían en el interior.

Su beso era fuerte y delicado a la vez, el término exacto sería: firme. El beso era firme, preciso... Hasta que sus pulmones pidieron aire, o quizá era para mirar mi expresión, pues miró directamente a mis ojos, como si eso fuera lo único que pudiera ver. Observé sus ojos y no observaba solo lujuria o pasión, no, notaba amor, dolor y sobretodo arrepentimiento ¿Qué vería Taehyung en mis ojos? ¿Cómo me veía después de todo lo que había pasado? Yo cada vez que le veía, notaba todo lo mencionado, sin embargo nunca dije que veía felicidad. No la veía ni por asomo, y estaba al cien por ciento segura que él no veía eso en mí, pero sí seguridad. Estaba casi segura que Taehyung tenía en mente que me alejaría de él por un tiempo, pero ¿Cuánto tiempo? Quizá ni yo lo sabía ¿Cuán lejos? Mucho menos lo sabría.

Sus palmas frías acariciaron mi piel imperfecta sin ninguna capa de maquillaje, como muchas veces me había visto y decía que era perfecta, pero esta vez no lo dijo, simplemente tocó con delicadeza tal como si fuera a perder la vista en una operación y querría recorrer cada rincón de mi rostro, tal como un ciego reconociendo a una persona con solo tocarle; Taehyung me tocaba así, con lentitud y cariño.

Mientras tanto yo, no podía moverme. Estaba alucinando con solo verle. Con solo ver como la puntas de su cabello caían sobre mí sin tocarme, como sus pestañas largas y negras se batían lentamente al parpadear, como su boca ligeramente abierta –e hinchada y roja por el beso- emanaba un poco de aire como si respirase por ahí y no por la nariz; como su lunar en su nariz me parecía tan hermoso y más negro de lo que recordaba; como me miraba sobretodo. Todo lo que antes me parecía tan superficial ahora era tan apreciado. Tal como era, como si lo estuviera perdiendo.

Su boca se acercó una vez más, pero fue más lento, más pasional que alguna vez hubo, y sus palmas fueron deslizándose, con temor y torpeza sobre mi cuerpo, así que cuando toqué su cabello, sintiendo la suavidad de ellos entre mis dedos fue como su señal que sí podía tocarme, porque después de todo, sabíamos que lo que estábamos haciendo estaba mal. Entonces comprendí sus palabras del pasado. Hay gente que no se siente mal aun metiéndose con personas que no deben. No me lo había dicho así de literal, pero me lo había dicho cuando me enteré que él estaba casado. Claro, él lo había dicho crudamente que no debería importarme que él estuviese casado; y como me hubiera gustado haberle hecho caso, no alejarlo, estar para él justamente cuando Yui volvía. Si así hubiese sido, solo Yui hubiera firmado y no le hubiese permitido que le manipulara para que me dejase; pero en ese entonces no lo había visto venir. Creí que estaba siendo paciente, dándole tiempo, que estaba siendo buena; pero ese fue mi error, pues no sabía que en ese momento Taehyung me necesitaba y que al final lo perdería, por mi orgullo –aunque también me lo tragaba-

Soulmate + Kth » Book 3  ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora