VEINTICUATRO

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Sentí como poco mi ánimo cambió. La felicidad aparente que tenía hacía unos pocos segundos había sido radicada en su totalidad cuando escuché su voz. Era como si mi fuerza me hubiese abandonado, como si mi cabeza, clavada en suelo, fuera algo común de hacer. Me senté frente a la recepción del hotel, esperando. Había dicho Me está entrando una llamada importante, te llamo en un momento. Ya había pasado media hora y aún no se dignaba a devolver la llamada. Apenas habíamos hablado, más que todo torpemente preguntando cómo estábamos y que hacíamos en ese preciso momento. Nuestra relación se había tornado tan torpe desde nuestra primera pelea hacía unas semanas atrás. Era inevitable. Era como si Taehyung temiera meter la pata y yo enojarme, o simplemente estábamos tratando de no dañar al otro de alguna forma.

La comodidad del mueble hacía que mis músculos se relajaran rápidamente, pero aun así mi mente no podía hacerlo. No pensaba en nada, pero tenía una fuerte presión en el lado lateral izquierdo que me martilleaba. No era estrés. Simplemente era parte de mi dolor sobre este tema. Sobre nosotros. Sabía que no debía estar ahí por más tiempo, pues había bajado con Yuki supuestamente para acompañarlo, pero tampoco quería volver a la sala sabiendo que Jungkook no dejaría de tratar de leerme, o directamente, preguntarme qué tal me había ido; o quizá algo peor, que no aguantara su mirada de que él había perdido y que le dolía. Esa expresión que colocó cuando supuestamente cumplíamos tres años y conversamos en mi antigua habitación sobre nosotros y de cómo no íbamos a volver -en aquel entonces-. Esa expresión de dolor era algo que me hacía querer llorar, acongojaba mi corazón al extremo de llorar sin aparente razón. Era un sentimiento inexplicable lo que me hacía sentir aquella mirada.

Me levanté, debía volver. Coloqué mi móvil en vibrador, sin embargo al tan solo dar pasos me detuve, mirándome mi móvil otra vez. Decidí escribirle una vez más.

Quizá no pueda contestar luego, así que ¿qué tal si hablamos en la noche? Hazme saber si puedes.

Sin esperar respuesta seguí caminando, con un sentimiento extraño cada vez más grande en mi corazón, el sentimiento que todo estaba en el punto más decadente de nuestra relación o si es que se podía decir así.








🍒

En un momento tomo el último avión ¿me irás a recoger, no?

Taehyung suspiró tras leer una vez más el mensaje que había recibido hace unas horas. Tenía un momento muy estresante. Parecía notar que Yui estaba muy entusiasmada con volver a Seúl a pesar de ya haberle dicho que quería el divorcio. ¿En qué diablos pensaba cuando aceptó esa oferta? En irse. Sí. Él también quería irse de Seúl. ¿Cómo podía decir: "No, no renuncié, sino me destituyeron pues odiaba esa mierda y lo hacía fatal"? No podía. Nadie sabía cuán mierda se sentía con su vida, en aquel momento, en todo sentido. Laboral, social, amorosa, todo. Todo había sido perfecto los primeros dos años tras su graduación, sin embargo en el tercer año se había hartado de todo, de incluso de despertar con la chica quería, pues sí había querido a Yui. Incluso se podía decir que más que a Haera. ¿Entonces por qué habían terminado?

Comodidad. No quería sentir más esa comodidad con ella. Todo lo que había vivido con Yui por tanto tiempo era lo mejor que le había pasado en esos tormentosos años, así que cuando Yui se lo propuso, pensó que, quizá, era eso lo que necesitaba, pero en el fondo sabía que solo era una completa broma de mal gusto de ella pues ya habían terminado. Aún así, cuando despertaron al día siguiente desnudos, juntos, supo que la cosa iba en serio, y mucho más cuando empezaron su relación de solo sexo sin sentimientos hasta que se marchó por un tiempo a Japón. Taehyung no supo realmente si en aquel tiempo solo dijo por ayudarla o simplemente porque se dejaba llevar por el sexo, por la imagen esbelta de Yui.

Soulmate + Kth » Book 3  ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora