Soulmate + Kth » Book 3 ✔️

ESPECIAL DOS

Jungwoo corrió hacia mí a pesar que no podía cargarlo. Me mataba la cintura y no quería estar más tiempo parada. Taehyung inmediatamente trajo la última maleta que había dejado en la recepción del edificio. Había tenido que renunciar mi trabajo. No había más razón para estar en Gwangju. Todos mis planes habían tenido que ser cambiado repentinamente hacía unos meses atrás. Y finalmente, Taehyung me había convencido que volviera a vivir en Seúl, con mucha razón ahora. El pequeño Jungwoo ahora tenía cinco años. ¿Cómo es que el tiempo había pasado tan rápido? Aún recordaba cuando la primera vez que lo vi, cuando tenía tres y había vuelto con Taehyung finalmente. Dos años habían pasado ya y todo era perfecto.

—Mamá. — dijo de repente. —¿No duele?

Jungwoo en algún punto me había empezado a llamar mamá, la primera vez me había sorprendido tanto que me quedé muda y él se había puesto a llorar creyendo que lo odiaba por decirle así. Tuve que consolarlo un largo tiempo hasta que llegó su papá y los tres nos quedamos dormidos juntos. Jungwoo necesitaba mucho amor. Yui estaba realmente concentrada en su nuevo matrimonio y su hija, que no le daba tiempo al pequeño. Pronto él se había venido a vivir con Taehyung. Por ende, nuestra familiaridad era mucho más, y muchísimo más desde hacía medio año, cuando las cosas habían cambiado radicalmente. Sentí su pequeña mano sobre mi estómago acariciándolo mucho. —Está muy grande.  

—¿Sabes por qué no duele? Porque tu hermanita Taeha está dentro. Ella evita todo mi dolor.

Le dije acariciando su cabello. Tenía seis meses de embarazo. Taehyung desde aquel viaje a Tailandia no había dejado de insistir que planeáramos tener un hijo. La idea había surgido cuando las cartas del tarot salieron en ese momento. La luna y la emperatriz. Ambas juntas indicaban embarazo. Había salido de ahí asustada al punto que terminé vomitando todo el líquido que había bebido. Me daba miedo a pesar que no me rehusaba a la idea de ser madre, pero que estuviese cerca ese hecho, me volvía loca. Sí, loca. Taehyung me había tenido abrazada esa noche, calmándome, diciendo que si yo iba a salir embarazada, lo teníamos que planear. Ambos nos cuidábamos mucho. Yo aún no me sentía preparada para ser madre a pesar que tenía la edad y la sustentabilidad adecuada para ello. Sin embargo, un año y unos meses después decidimos intentarlo finalmente. Ver qué Sunmi estaba embarazada de su segundo hijo con Hoseok me emocionó mucho y ver que su panza crecía, me hizo desear también tener una, así que conversando con Taehyung, lo decidimos. Era hora.

—¿Tomaste tus vitaminas, Haera?— Taehyung me preguntó mientras me sentaba en el mueble. Jungwoo me empezaba a enseñar sus dibujos. Jaein, la niñera, se despidió. A veces teníamos que contratarla porque a veces amanecía sin energía o porque necesitaba ayuda con Jungwoo. Él era un niño activo, necesitaba que alguien estuviera a su lado todo el momento, y había ocasiones que la situación se me salía de control, por ejemplo cuando salía corriendo y yo no podía ir tras él por miedo a que tropiece y pierda a Taeha. Ser paranoica también era parte del embarazo, pero solo en ese caso. No había tenido momentos paranoicos con Taehyung.

—Sí. Me duelen mis pies. —Me saqué las zapatillas y observé mis pies hinchados por caminar un buen tiempo. Luego cerré los ojos, pero las ganas de orinar hicieron que me levante. Con cuidado lo hice, sin embargo Jungwoo me siguió como patito siguiendo a la mamá pata a la fuente .

—¿Cuándo se van a casar?

Dijo de repente haciendo que los tres mayores nos quedáramos estáticos. Giré a mirar a Jungwoo, y luego miré a Taehyung, que extendía un billete de 50 mil wones a Jaein por sus servicios prestados. Jaein miraba a Jungwoo con la boca abierta.

—¿Eh?

Dije, sin saber cómo reaccionar exactamente. Sabía que debíamos haber planeado primero un matrimonio antes de tener al bebé, pero nos habíamos apresurado en cierta forma, y cuándo lo pensamos bien, ya tenía semanas de embarazo.