Soy Luna 3, Una historia paralela-

Capitulo 24: "Todo o Nada"

Lo habían dejado todo, nadie se guardó nada. Mientras esperan por una devolución y la incertidumbre los adueña se produce un momento, un pequeño instante, donde se valora el trabajo realizado y se lo celebra mas allá del resultado.
Luego habrá tiempo para seguir festejando o para lamentarse. Para reflexionar si hubo errores y para planear como continuar.
El Comité se levanta en dirección al Red Open para charlar y comentar la presentación.
Mientras los chicos simplemente viven el momento.
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Luna ve todo desde arriba, son unos segundos que está en lo mas alto. Siente las manos firmes sujetandola, esas manos incondicionales, que a pesar de algunos traspieces siempre vuelven a estar. ¿Acaso no son sus pilares? Su mejor amigo y su primer, y hasta el momento, único amor. ¿Como no sentirse completa?
Pero esta empezando a descender, y para poder sentirse siempre así, en plenitud, necesita resolver unos asuntos.
Sus pies vuelven a tocar la tierra. Esta suelta, es momento de abrazos.
Gira a su derecha y lo ve a Simón, lo abraza fuerte, no se dicen nada, entre ellos esta todo dicho.
Sabe que un chico fressa, en apariencia seguro de si, debe estar pensando ¿Porque no me abrazo primero a mi? Y es que a veces esos ordenes no marcan prioridades. Gira a su izquierda lo mira y le sonríe, tenía razón estaba un poco serio. Lo abraza fuerte fuerte y le da varios besos en el cachete. Esto lo confunde más.
Por lo bajo en medio de tanto bullicio le dice: No me pongas caras. ¿No creeras que después de todo lo que pasó voy a besarte en la boca delante de Juliana y Gary?
Esos besos los estoy guardando para cuando sea el momento. (Lo vuelve a apachuchar)
Matteo: ¿Resultaste mesquina chica Delivery?
Luna: Precavida chico Fressa.
Matteo: ¿Y eso es todo lo que tenes para mi, despues de tan especial momento?
Luna dice no con su cabeza, hay mucho amor en sus ojos.
Con su tonito mas dulce, avergonzada y ocultandose un poco, en la oreja se le confieza y le dice: ¡Te amo!
Se aleja del huequito que encontró en él para esconderse y decirselo, y busca ver su expresión ante estas dos palabras tan escuetas pero a la vez tan cargadas.
Parece estar muy feliz. Sus ojos brillan tanto o mas que cuando canta, y eso que le poné mucho amor y pasión a la música.
El por lo bajo le retruca: Yo también Te amo.
Y con una alegría incontenible le pasa sus brazos por debajo de las axilas y la gira varias veces. La baja y se la queda mirando, muere por besarla: ¿No me vas a dejar besarte, no?
Luna: ¡Quiero hacer las cosas bien! Confiá en mi.
Intenta contenerse pero del todo no puede y le da un beso en la punta de la nariz, cierra el abrazo y permanecen así un buen tiempo.
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La Tormenta de acero se hace mientras Delfi y Emilia giran por sobreencima de los cuerpos de sus patinadores. Cuando Luna queda complementamente erguida finalizando el programa, los chicos
empiezan a frenar y cuando ya está terminada la presentación recien las bajan.
Delfi abraza a Ramiro, lo primero que atina a preguntarle es: ¿Como estas?
Ramiro, un poco agitado pero nomas que el resto, le contesta: Bien. No cambiaría esto por nada del mundo.
Delfi: ¿Queres que te traiga algo para tomar?
Ramiro: ¡No! Deja de perder el tiempo haciendo preguntas y disfrutemos el momento.
Jim ya esta ahí con ellos, cruzó toda la pista para verlo: ¿Estas bien?
Ramiro: ¿Como voy a estar bien? Estoy excelente. ¡Feeeliiizzzz!. Abrazame y saltemos.
Jim distiende un poco y se deja llevar, parecen dos niños.

Emilia toca el piso, se siente un poco mareada. La presentación le pasó volando. Por un lado menos mal, hasta último momento sufrió pensando que la iban a sabotear.
Le gustaría tener a otra persona al lado, por lo que direcciona su mirada hacia el resto de sus compañeros. Ve a Luna abrazada a Matteo, a Ramiro con Delfi, a Jim dirigiendose hacia ellos. Y aunque quiera evitarlo sabe que el maldito esta a su lado. Podría correr hacia Ámbar, hacer muchas cosas para intentar eludirlo pero no por eso dejar de sentir lo que está sintiendo. Se hace cargo de eso y lo mira. El parece ido e inmóvil.
El chico malo, del que no hay que esperar nada pero ella siempre espera, la había hecho sentirse especial.
Se miran y se produce un intercambio de pensamientos.
"Quiero abrazarlo pero que sea natural como si abrazase a cualquier otro. Que piense que como es él puede ser otra persona, que es parte del festejo"