capitulo 42: "Redes de Contención"

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Por mas que pasan los años uno lleva consigo al niño interior, aquel que por momentos nos pone vulnerables y debiles al mundo.
Y son en esos instantes que surge una necesidad imperiosa de sentir que alguien vela por nosotros, que si algo malo pasa, si tengo miedo o estoy muy triste alguien me va a proteger.
Es la figura humana de Dios, un algo supremo de carne y hueso, un todo poderoso que nos da fuerza para afrontarlo todo.
Quizas los padres sean lo mas cercano, al fin y al cabo también son nuestros creadores pero los tengamos o no ese rol hay que ocuparlo.
Porque siempre en alguien hay que confianzar, es imposible creer solo en uno mismo a la larga o la corta la inseguridad se apodera de nosotros.
Todos necesitamos una red de contención que se sustenta en el amor.
Una Red como la del trapecista que le permite lanzarse y saber que en el peor de los casos no va a caer, va a ver algo que evite el golpe.
Y aunque pasen los años esa necesidad de brazos que lo puedan con todo sigue estando y no esta mal de tanto en tanto dejarse cubrir por ese escudo puedelo todo si de ahí podemos nutrirnos de fuerza y animarnos a más, superarnos día a día.
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Aún sin recuperarse del estado de shock, Ámbar reacciona con una embestida directo a su madrina.
La agarra de los hombros y la sacude con fuerza, al punto de desacomodar aquel rodete involuto: ¡Como pudiste!
Sharon: Tranquila Ámbar. Te advertí de la situación. Ahora quieres un culpable pero debes entender que no soy yo.
El padre de Luna ingresa desconoce la situación, aún no ha registrado la presencia de Don Alfredo.
La chica dark suelta a su madre adoptiva y correr a los brazos del hombre. No es una actitud comun de ella evidencia lo desesperada que está.
Sharon: Voy a pedirle que se retire. Usted podrá mandar en la vida de mi sobrina pero no tiene ningún derecho sobra la de mi ahijada. Aún no comprendo como pudo desautorizarme así. No sabe con quien se mete.

Horas antes...

En la mansión Sobrina, Ahijada y la interesadisima Sharon se preparaban para asistir al acontecimiento social del mes, el cumpleaños de Delfi.
Sharon: Chicas ¡Vamos!
Luna: ¡Vayan! Matteo quedó en pasar por mí.
Suena el timbre. El joven Balsano, elegante y buen mozo de punta en blanco cumpliendo con su palabra.
Sharon: Entonces salimos todos juntos.
El encantador muchacho le secretea a su novia. La que pone una cara de duda y de "No es conveniente"
Ámbar: ¿Todo bien?
Titubeando contesta: Si, si. Todo bien.
La Señora Bensson insiste: Se hace tarde...
- El auto esta esperando. Miguel se hace presente solo para dar ese mensaje. (Él y Mónica evitan lo mas que pueden estos tipos de acontecimiento)
Matteo con gestos se manifiesta insistente. Luna de igual manera responde insinuandole calma.
La mujercita preferiría hablar con su mamá pero no le queda otra que consultarle a su padre: ¿Papi podría hablar un segundo contigo?
Sharon: ¿Y ahora que?
- Si quieres podemos ir adelantandonos. (Sugiere Ámbar)
- Prefiero que vayamos todos juntos. ¿Y tu novio?
- Va con su familia. Pero no te preocupes que va a estar.
En una rapida salida y una veloz entrada, padre e hija vuelven a la sala.
Miguel: Señora Sharon pueden ir yendo. Luna no va ir a la fiesta. Va a salir con su novio.
Sharon: Pero como van a hacer semejante desaire. Toda la sociedad espera al clan Bensson.
- Lo siento. Mi hija no se siente comoda yendo y Matteo no piensa asistir sin ella.
Sharon: ¡Entonces se quedará en la mansión!
- Lamentablemente no. Ira a cenar con Matteo y su padre.
Sharon: ¿Tu padre tampoco va?
Matteo: No señora. Prefiere evitar encuentros juveniles.
Ofendida y muy molesta, sin despedirse sale de la Mansión seguida por Ámbar quien también se retira callada.
Matteo: Esto no me gusta nada. ¿Que tramarán?
Miguel: Ustedes no se preocupen, vayan. Pero a las doce en casa.
- ¡A la una, Papi! ¡Una! ¡Una!
- ¡Bueno Una!
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Una vez que no había rastro de la Señora Bensson. Lutteo se subió al llamativo auto rojo y abandonó el lugar.
Matteo: Ahora que estamos solos debo decirte que te ves bellisima.
Luna: Quería hablarte de eso. ¿Debí cambiarme no?
- ¡Así estas barbara! ¡A donde vamos nadie te va a evaluar!
- Como que te noto muy contento. Y se me hace raro. Tu no eres tan efusivo.
- Si, si. Estoy contento. ¡Demasiado! Y creo que mi sorpresa te pondra contenta a ti también.
- Me estoy poniendo ansiosa. No me podes adelantar nada.
- Ya estamos por llegar.

Soy Luna 3, Una historia paralela-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora