Capítulo 5 "Partidas y Retornos"

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PARTE 1

   La lluvia se secó y volvió a salir el sol. El reflejo de este contra el vidrio despierta a Gastón que se quedó dormido abrazando su mayor tesoro. ¿Que hora sería? Mira su teléfono y se da cuenta que es tarde. Aún así con toda la sutileza del mundo despierta a su amada.
Gastón: Nina, princesita mía. Eran susurros al oído.
Nina comienza a sentir la luz solar y se estira, como despertando a su cuerpo.
Gastón: Mi amor es tarde. Estoy muy demorado.
Nina reacciona automáticamente y agarra sus zapatos.
Si bien era un hermoso día soleado, el piso era una fotografía de ayer. Gastón vuelve a levantarla, como el novio levanta a su novia en la noche de bodas, y la lleva así hasta la casa principal. Cuando llegan a la sala, descubren a Luna y Matteo durmiendo abrazados en la misma bolsa. Se miran, parece que hubo reconciliación anoche.
Gastón despierta a Matteo, sale enseguida del saco de dormir. Luna con el movimiento también reacciona. En eso suena su telefono.
Luna: Simón, con mucha alegría. ¿Como estas?
Simón estaba enojado. Luna dice: Espera Simón. Ella se corre unos metros, para que no la escuchen.
Luna: No te enojes Simón, pensé que era lo mejor para vos. Todo lo que hago es pensando en lo mejor para vos. Para nosotros.
Matteo escucha todo. Siempre Simón en el medio. Kms de distancia los separaban, pero él estaba en el medio. Podría irse con Gastón a Oxford y sería lo mismo.
Desayunan rápido y se vuelven para la ciudad. Desde el auto ven como la Tranquerita se hace cada vez más chiquita.
Nina:¿Volveremos algun día? Para los cuatro la noche de anoche era inolvidable.
Gastón: Te doy mi palabra.
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Primero deja a Luna en la mansión. Ella lo abraza y le desea Buen Viaje. Al resto los saluda con la mano. Nadie más baja del coche. Y parten directo para su casa. Toman el equipaje, se juntan con sus padres y van directo al aeropuerto.
A Nina le dolía mucho la panza, estaba super nerviosa. Matteo seguía preocupado por el llamado. Todos viajaban en silencio.
Llegan al aeropuerto. Mechi se abraza con su esposo y le da miles de recomendaciones a José.
Gastón se despide de su papá y luego de su hermano.
José: Hasta luego hermano. No te preocupes, acá va a estar todo bien. Estarémos todos dando vueltas por allá en breve. Tranquilo. En cuanto vuelva mamá vas haber que enseguida se contacta con Nina. Va a estar todo bien. Lo abraza fuerte.
Matteo se le acerca, lo abraza. Lo gasta: Che si todos te van a ir a visitar, en cualquier momento me caigo.
Gastón: Vos cuidame a Nina por favor, que no sufra, que no se sienta sola. José escuchaba y le ponía caras. No le parecía una buena idea que Gastón le pida eso a su amigo. No confiaba en Matteo. Matteo vuelve a abrazarlo.
Nina está abrazada a Mechi, cubriendose la cara. Cuando llega el momento de saludarlo, él ve que tiene su cara roja, hinchada, no podía parar de llorar. Ella no quería que la viera así, pero no podía evitarlo, sus lágrimas salían y salían. Estaba muy triste.
Nina: Perdona, no puedo controlarlo.
Gastón: La abraza, la mira, le limpia las lágrimas. Estaba muy apenado, quería dejar todo de lado y no verla sufrir más. Pero este tema ya lo habían hablado mucho, y las cosas no eran así. La toma de su mano y la lleva a un costado, alejándose de todos, y le dice: Mira, te quiero mostrar algo, abre su camisa y a la altura del corazón tenía un tatuaje, eran tres letras. Si tres no cuatro. FFN
Nina se lo queda mirando.¿Gastón te tatuaste?
Gastón se pone Colorado. Nina: Cuando te dije de tatuarnos me dijiste que te daba impresión hacerlo.
Gastón: Ya lo sé. Pero quería tenerte siempre conmigo, en mi corazón. Te acordas que me dijiste que ibas a volver a escribir?
Nina: Si, y lo voy a hacer. Entonces se da cuenta, FFN, Felicity For now. Ella era Felicity For Now, nunca debió dejarla morir, ella era eso, poesía.
Nina: Gastón estas re loco.
Gastón: Loco de amor por vos. Todos los días charlaremos. Todos los días te escribiré frases bonitas. En cada cosa que haga estarás en Mi, se toca su corazón. Y a mitad de año vendrás a visitarme y será Como si el tiempo nunca hubiese pasado. No es un año, son seis meses.
Nina: Si mi amor. Se seca con sus propias manos las lágrimas, que no dejan de salir.
Gastón la besa, le saca las lagrimas de la cara, la vuelve a besar, mientras más lagrimas caen. La mira, la abraza, se separan y vuelven a besarse. Son los últimos cinco minutos juntos y es un concierto de besos y besos. De todos los tipos: cortos, largos, profundos, delicados. Sus labios no se quieren separar. Se agota el tiempo, es hora de embarcar. Matteo se le acerca a Nina, le cruza el brazo por el cuello y le dice ya está. Gastón comienza a caminar hacia la escalera al lado de su mamá. Nina se suelta de Matteo y corre hacia él, lo toma de la mano y van juntos hasta el pie de la escalera mecánica. Él da el paso del adiós, sube a la escalera y gira para seguir mirandola y no largarle la mano. A medida que él y la escalera avanzan las manos se comienzan a soltar hasta quedar unidas por un solo dedo. Cuando el ultimo dedo de Nina se desprende, ella se derrumba al piso y agacha su cara. Gaston se da vuelta. Matteo se le acerca y la ayuda a levantar, cuando ella levanta su cara se encuentra con la espalda de él. Hasta que no lo ve más.
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Cuando su mano suelta completamente la de ella. Gastón siente que no la puede mirar más. Se da vuelta y permanece así hasta perderla de vista. El también está llorando, jamás en la vida lo había hecho antes. Necesitaba que ella lo viera fuerte, bastante tenía con todo lo que ya sufría por su culpa.
Mechi, lo mira y ve las lágrimas en los ojos de su hijo. Mi amor le dice, estas llorando. Gastón la abraza. Siente que se le parte el pecho, le dice: Mamá, siento morir de amor.
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Nina no logra reponerse. Vamos querida le dice el papá de Gastón, los llevo. Pero Nina no puede dejar de mirar la escalera.
Mateo: Dejá Roberto, así se llamaba el papá de Gastón. Nosotros nos vamos a quedar un rato más. Yo me ocupo.
A José, que es desconfiado por naturaleza, no le gusta nada. Se acerca a Nina y le dice: Vamos Nina. A ella no le salían las palabras.
Matteo: Vayan, vayan, yo me ocupo.
Roberto: Vamos José. Le acaricia la cabeza a Nina y le dice por lo bajo a Matteo, después Llámame y decime como está.
Matteo sisi. Vayan tranquilos.
Se quedan los dos mirando la escalera un rato largo, en silencio. Hasta que Matteo decide hablar: Desde que llegamos al aeropuerto que no pude decir nada enserio, me hice el payaso, el superado y tantas cosas me quedaron por decirle. Matteo empieza a llorar. Nina deja de mirar la escalera, para ver a Matteo. Lo abraza.
Comienza a tomar claridad. Es que Nina es así, ella necesita que la necesiten, cuando se siente útil, cuando hay un mensaje que transmitir ella saca fuerzas de donde sea y se ilumina.
Nina: No te preocupes Matteo, ustedes tienen una conexión que supera las palabras. Con mirarse ya saben que es lo que sienten.
Matteo: Es verdad, en todas nuestras charlas el siempre sabía lo que iba a decir. Matteo sonríe y llora.
Matteo: Nina debo decirte que hemos pasado juntos una sola noche y he aprendido algo de vos.
Nina:¿ Ah, si?
Matteo: Si. Que te gusta mucho el café.
Nina: Es verdad.
Matteo: te invito uno.
Nina: Esta bien vamos.
El café duro dos horas y cuarto. La charla claramente giró entorno de Gastón, los gustos de Gastón, las locuras de Gastón, los tics de Gastón. Hasta llegaron a matarse de risa de él. En un momento el tema fue los papas de Gastón. Los dos coincidían en que Gastón era una persona muy especial y que mucho tenía que ver lo maravilloso que eran sus padres. Matteo: Ojalá yo tuviera una relación con mi mamá como la de Mechi con Gastón. Mi mamá se la pasa viajando acompañando a mi padre. Pero después su hijo se gradua y el padre viajante y trabajador está presente y Ella...
Era cierto, ni en la fiesta, ni en la entrega de diplomas había estado presente. Y mi papá es muy duro, tengo que demostrarle todo el tiempo que puedo, es una prueba constante. Pero por lo menos se que me quiere.
Pobre Matteo, ahora entendía porque era tan fressa.
Nina: Mi familia es muy disfuncional, pero se que me quieren. Mi mamá por momentos está loca y la mayoría de las veces no logra entenderme, pero mi papá... Mi papá es lo más, Nina comienza a llorar nuevamente. El se toma una avión de donde sea para verme a mi, para apoyarme en lo que necesite. Es capaz de dejarlo todo. Y yo lo amo. Lo extraño tanto. Nina no podía parar, estaba en crisis otra vez.
Matteo dice:Marche otra ronda de café. Mejor un café y un chocolate.
Cuando llega el nuevo pedido, Nina empieza a relajarse otra vez.
Matteo propone un brindis. Brindo por la amistad y porque se repitan charlas como estas. Chin chin. "En serio Nina" dice Matteo. "Cuando necesites hablar con alguien conta conmigo".
Nina: Gracias Matteo. Lo mismo digo.
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PARTE 2
Han pasado dos meses de que Gastón se fue a Oxford. Las remodelaciones del Yam & Roller demoraron más de lo esperado, y recién la semana que viene estará habilitado.
¿Pero que ha pasado en estos dos meses? De todo y a la vez no mucho.
Don Alfredo se llevó a Luna y a Ámbar a Europa. Mónica y Miguel se fueron a México a encontrarse con su familia. A ellos les dolió separarse de Luna, pero entendían que ella debía reencontrarse con su abuelo.
Para Luna todo era asombroso. Anduvieron por Londres, Madrid, Lisboa, Niza, París, Viena, Florencia y Roma.
Descubrió la vida con otros ojos.
Ambar aprovechó para dejar de pensar un poco en sus tres objetivos y decidió continuar con su vida. París le había encantado, el abuelo le había dicho que si lo deseaba podía terminar sus estudios allí. Pero no estaba dispuesta a abandonar todo. Fueron dos meses de fingir cariño por Luna y tolerar algunas cosillas de su abuelo. Se dió cuenta que lo de ella era el arte del engaño. Volvería a Buenos Aires y estudiaría en el Conservatorio Nacional de Arte Dramático.
En Oxford Gastón ya estaba adaptado a la vida del lugar. Todavía Mechi estaba ahí, le costaba soltarlo. Arrancaría en una semana la Universidad, sin sentirse el extranjero que pisa suelo desconocido. Por las noches hablaba con Nina. Ya no la sentía tan triste. Las primeras tres semanas habían sido muy duras. Era empezar la charla con una sonrisa y despedirse con una angustia desmedida.
Matteo estaba inscripto en la Universidad del Salvador, le haría caso a su padre y arrancaría una carrera de negocios. Mientras tanto aprovechaba de su tiempo componiendo y cantando. El desengaño con Vidia no iba a frustarlo. El patinaje, había pasado a un segundo plano sin pista no había mucho que hacer.
Nina, como habíamos dicho, las primeras tres semanas había estado muy angustiada, se sentía muy sola sin Gastón y sin Luna. Pasaba tiempo con Simón pero no era lo mismo. Hasta que cafeses de por medio fue afianzando su amistad con Matteo. Pudo terminar el editoral de la competencia, se anotó en un concurso de cuentos de terror y ahora le ponía la letra a las canciones de su nuevo amigo. Los cafeses pasaron a ser encuentro de guitarras, plumas y más cafeces.
Ramiro seguía negado. La prolongación de los arreglos lo tenía desilusionado el quería volver a pisar el hielo. Prácticaba mucho en el cemento de la plaza donde antes se juntaba con los Adrenaline. Encontraba la paz, cuando en la plaza patinaba mientras Yam cantaba. Los recreos que se daban eran muy gratificantes, en la pareja habían alcanzado un equilibrio.
Hacía unos días estaba averiguando nuevas pistas donde patinar, por su mente volvía la idea de escribirle a la chica slider.

Soy Luna 3, Una historia paralela-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora