Capitulo 41: Primavera (Segunda Parte)

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  Hacía una hora que debía haber llegado. Le mandaba mensajes y no contestaba. Algo en su interior le decía que no iba a venir y lo peor era que no estaba preparado.
No los iban a esperar, cuando corriendo la ve venir.
Piensa que la pesadilla terminó.
El juez de turno bastante contrariado esta por hacer pasar a la siguiente pareja.
Los mira: ¿Entonces?
Sus ojos hablan, ella contesta: Que pasen.
El se siente desilucionado, desbastado.
- ¿Que sentido tiene, si no cumplimos ni cumpliremos con nada de lo que dice la ley?
No tiene ganas de hablar. Es como si nunca se hubiese presentado, se da media vuelta y comienza a caminar.
Una serie de bocinazos se reiteran. El muchacho prosigue la marcha cabizbajo.
La morocha comienza a correrlo, también lo llama.
Entre los bocinazos y los gritos todo es un kaos. Apura la marcha, los sonidos se potencian.
Al llegar a la esquina, el ruidoso vehiculo abre su puerta, ingresa.
- ¡Arrancá! (Dice con firmeza)
- Si sabes que no lo voy a hacer ¿Para que subiste?
Cuando se escucha otra puerta abrir y cerrar (Es la trasera).
- Me tienes que entender. No es que no te amé. Es que no tiene sentido jurar algo ante la ley que no vamos a cumplir. Vivir juntos, compartir gastos, lo tuyo mío. Nada será así.
Preferiría no escuchar, no quiere entrar en razones. Comienza a insistir para salir, pero las puertas estan bloqueadas.
El auto arranca.
- ¿A donde me llevas?
Jazmín dibuja con sus dedos un cierre en sus labios.
Mira hacia atrás: ¿Que tramas Delfi?
La morocha lo toma con sus dos manos: Tenías razón nuestra unión debe ser ante Dios. Es mas profundo de " Compartir o no un techo" Trasciende lo material.
Pedro: Pero Delfi, no te puedo dar todo lo que vos queres, una fiesta de Lujo, tu papá entrandote al altar, tus amigos.
Delfi: No es lo que necesito ahora. Eso con el tiempo podrá llegar.
Pedro: ¿Estas segura?
Con un beso raro, de un Pedro todo rotado y una Delfi salida de su asiento contesta a su cuestionamiento.
Jazmín saca ese broche, que aún no sabemos como logró mantener: Bueno ahora sentate bien y ponete el cinturón, es demasiado compromiso para mi que lleguen a la Iglesia sanos y salvos.
El joven vuelve a voltear para atrás: ¿Que?
La sonrisa tierna, picarezca y expectante de su novia se hace presente.
- Pedro que te dije. Sentate bien. Que todavia nos queda un poco de viaje. Dice una cuidadosa conductora designada.
¿Y Nico? pregunta el Baterista.
- Uh me olvidé a Nico.

Por suerte el cinturón de seguridad ya estaba fijado.
El volantazo sacudió a todos.
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Ni bien volvieron a la mansión, Luna corrió a su cuarto a contarle a su novio toda la locura esa de estar presa de Sharon en cambio, Ámbar, enseguida fué a su encuentro.
Irrumpió en el despacho pero estaba vacio. Lo mismo hizo en su dormitorio. Y sentada en el pie de la cama como si nada la esperaba.
Sharon: ¿Que sucede Ámbar? Eso no son los modales que te enseñé.
- ¿Asique ahora sos la administradora de los bienes Benson?
Sharon: ¿A caso te sorprende? Si sabías que era lo que quería, lo que queriamos. ¿No te entiendo?
Comienza a contenerse, quizas así saque sus broncas pero no consiga nada de su madre.
Ámbar: Voy a ser sincera contigo. Puede que intentes engañarme toda la vida pero yo no puedo. No es que me enoje o moleste que administres esos bienes, en parte son tuyos pero descubrir esto me hace notar lo importante que es para vos la ausencia de Don Alfredo y conociendote como sos no me quedan dudas de que te vas a ocupar de que no lo volvamos a ver.
Sharon: Seamos sinceras. Me parece muy bien.
¿Desde cuando te importa tanto mi padre?
Ámbar: Desde que me abandonaste. No se si esa haya sido tu mejor decisión.
Sharon: Creí que eras un poco mas inteligente pero no, caiste en el cuento de una familia feliz. Aún así no soy un monstruo y mi padre no es mi rival. Yo te prometo que lo vamos a recuperar. Ya sé donde está.

Soy Luna 3, Una historia paralela-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora