Soy Luna 3, Una historia paralela-

Capitulo 44: Flashback

Detrás del escenario y en el vestuario de caballeros esperaban a que seguridad y el servicio de limpieza pusieran todo en Orden.
En cuanto descomprimió el lugar con guarda policial (Dos patobas) las chicas accedieron a su vestuario.
Por diversas circunstancias cada una de ellas tenía una gran motivación para apurarse. Tanto Emilia como Ámbar, Jazmín, Delfi y Yam temían de que se les escapasen sus presas. Hasta las mas glamorosas se alistaron en segundos.
Como una competencia por quien salía primero a empujones se hicieron presente en la pista, la cual ya estaba vacia. A velocidad se desplazaron al Open donde quedaban el personal, los organizadores y algunas amistades, de los jovenes solo la Roller Band estaba presente, el resto de los muchachos o ya se habían ido o aún se seguían cambiando. Pedro en la barra acomodaba algunas cosas. Nico charlaba con un chico desconocido y Simón con Gary y Juliana.
Para Delfi era todo muy sencillo, su esposo estaba solo era cuestión de acercarse y charlar. Pero si de charlas se trata la que había tenido por la mañana con sus padres le daba vueltas por la cabeza y la mantenía inmóvil.
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Flashback 1: Propuesta Indecente

Se había levantado temprano para desayunar tranquila y llegar con margen a la facultad. En realidad había dormido muy mal sus problemas no le dejaban conciliar el sueño.
Se sirvió de la cafetera una buena medida que cortó con un chorritin de leche.
Madre: ¡Ayyy Delfi! ¿Tan cargado lo vas a tomar? Te va hacer mal al estomago y vas a estar todo el día acelerada.
Su padre ingresa a la cocina. Si bien no está cumpliendo horarios vive a las corridas atendiendo asuntos y pendientes ya que en un par de días parte a Francia de conferencia, una gira hasta fin de año: ¿Estas bien hija? ¡Estas arruinada!
Delfi: No dormí bien.
Padre: Estas muy cansada. Muchas obligaciones. ¡Sentate!
El ¡sentate! Puso aún mas nerviosa a la joven que ya venía bastante estresada. Es la típica exclamación que utiliza su padre para inponer algo grande, muy grande. No ve la hora que se vaya, cuando esto suceda tendrá tiempo para componer todo. Con suerte se la lleva a su madre y todo será mucho mas fácil.
Hace caso, toma asiento y un sorbo grande de café.
Padre: Te veo muy cansada. Has estado estudiando mucho, tus calificaciones así lo dicen, es hora de que frenes un poco.
😏 la muchacha sube sus cejas, ahora desconfía del todo...Pero no dice nada es necesario primero saber que trama.
El señor prosigue: Estuvimos pensando con Mamá que deberías venirte con nosotros. Recorrer Europa con ella, descansar, acompañarme a algunas conferencias, incluso si tienes ganas asistir a otras que te servirán de mucho.
Rapidamente responde, tiene millones de razones oficiales para negarse: Pero papi tengo muchos parciales que rendir y debo competir con los Red Sharks en Brasil. Deberiamos planificar algo así para mas adelante.
Desde chica soñó con ese viaje pero sino era la escuela era el patín, la edad o algun otro impedimento.
Padre: Por los exámenes no te preocupes, tus profesores son todos conocidos míos y con las notas que tienes no habrá problema para que los rindas en otro momento, a distancia o presentar un trabajo práctico. Se resuelve.
- Y por patín renuncias y listo. Que vos faltes no cambia en nada.
Se entromete una madre, tan delicada para decir las cosas.
Padre: ¡Como abogada te morirías de hambre! (Mirando a su mujer con desprecio, las apreciaciones de la dama no ayudaban a su causa)
Delfi: No me parece. Me enseñaron a no abusar de mis privilegios y debo dar los examenes como el resto.
La muchacha se ponía firme en su postura, siempre desde el respeto pero aún así se oponía a las suaves directivas de su progenitor.
El hombre, para ese entonces molesto: ¡Mira Delfi! Tu mamá y yo nos vamos en tres días, el viaje es largo y al personal le dimos vacaciones, ¡tú te vienes con nosotros y es mi última palabra!
Delfi: ¡¿Y si no quiero que!?
Sr. Alzamendi: Ya está tramitado todo. No se queda nadie en la casa y el banco habilitó nuevas tarjetas internacionales.
Su padre nunca decía las cosas de manera directa pero las dejaba entrever. No había opciones, nada de plata, nada de ayuda, si no iba le soltaba la mano (literal).
Mas allá de las presiones no se daría por vencida tan rapidamente.
Se levantó, era la señal por parte de ella de que la charla había concluido.
- No terminé. (Agarrandola y presionandola para que se vuelva a sentar) Me anticipé y hablé con los padres y o familiares de tus amigas, nadie pero nadie te va a mantener en mi ausencia. La suelta, se incorpora y dice: Ahora si esta charla terminó.
Los nervios se mezclan con destellos de decepción y resignación. No hay forma de que pueda recomponer las cosas, cabizbaja parte a la facultad.
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