CAP. 6

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APARIENCIAS ENGAÑOSAS

—Asi que eres la bastarda de Jack...— Palidezco al instante y me cuesta procesar lo que dice—Mira, te voy a dejar algo bien claro... No eres bienvenida. Tu padre es competencia. Eso no es algo que te beneficie.- Abro la boca para decir algo pero me atraganto con mis propias palabras.

Al darse cuenta de mi situación, me sonríe con socarronería y sigue —Mi padre quiere que salga contigo pero no me gustas. Para nada... Estas bastante bien pero no eres mi tipo ni para atrás. Mantén las distancias conmigo y cuando esté mi padre presente hazte la maja. ¿Entiendes?

—¿O sino que?—consigo decir en un tono que seguramente me esté haciendo parecer una mojigata. Al mirar su expresión me arrepiento de lo que acabo de decir.

—No quieras saber lo que te ocurrirá. Eres nueva en esto y yo no. Conozco a todas las personas que se te acercarán hoy ofreciéndote falsa amistad. En un cerrar y abrir de ojos puedo hacer que vuelvas corriendo de la cueva de la que te has escapado.

Empiezo a notar un escozor en los ojos y decido salir, sin correr, al baño.

—Por ciento— Oigo que empieza a decir mientras me voy alejando— Bienvenida a tu peor pesadilla.— No aguanto más y veo que una lágrima empieza a deslizarse de mi mejilla.

Me encierro en uno de los cubículos del baño y empiezo a sollozar. ¿Por qué tengo tan mala suerte? No soy tan mala... Es más, no soy mala. ¿Por qué tengo que vivir cosas así día si y día también? No me lo merezco... de verdad que no... Lo mejor es que vuelva a la cueva de la que he salido.

No se cuanto tiempo pasa hasta que me digno a salir de los baños. Al salir, me miro en el espejo y me doy cuenta de que tengo los ojos hinchados y rojos de tanto llorar. Me lavo la cara con agua fría y me dispongo a salir.

Nunca he entendido la necesidad de algunos a hacer el mal. ¿Por que les cuesta tanto meterse en sus asuntos y dejar a la demás población en paz? Parece que les hace felices ver a los demás llorar o verlos afectados por lo que dicen...

Siempre he sido la chica de atrás de clase, la que se traba con sus propias palabras. A la que le tiembla la voz al hablar en voz alta delante de todos. La que siempre sonríe sin siquiera tener motivo. La que complementa a todos y nunca recibe nada a a cambio. Tampoco estoy pidiendo que me recen pero sí que me respeten.

En el insti siempre está ese grupito de chicas que se creen superiores a los demás. El grupito al que evitas porque no quieres respirar el mismo oxígeno que ellas. Nadie quiere contagiarse de su síndrome de choni granjera ¿Verdad? Yo suelo llamarlas "chonis". Muy original, lo sé.

Tengo muy buen ojo para detectarlas y acabo de detectar a las de este high school. Lo peor es que me están mirando...

Cuando pienso que mi día no puede ir a peor. Las miro y noto que se están acercando ami. Miro atrás para ver si está alguien más al que puedan acercarse. Para mi mala suerte, no hay nada más que unas taquillas.

Reconozco a la rubia que va en la mitad. Es la que se me acercó a la mañana. Creo que se llama Mitzi.

Me relajo un poco y le sonríe. Para mi sorpresa, no me sonríe de vuelta. Lo contrario, me mira de arriba a abajo y se me disipa toda tranquilidad que me podido sentir al reconocerla.

—No te he podido ver en clase: Y no es que seas alguien que por tamaño pueda pasar desapercibido— Sus secuaces empiezan a reírse mientras yo intento no ponerme a llorar.

No es que sea la persona más flaca de mundo pero aunque no fuera así ¿Qué derecho tiene ella de hablarme así?

—Sólo vengo a decirte una cosa, No te acerques a Will— Tardo en recordar de quién me habla y me tenso al reconocer el nombre.

—No es que él se vaya a fijar en alguien como tu...—Me vuelve a mirar de arriba a abajo— Pero reconozco a una mosquita muerta cuando la veo. Habláis en un tono muy bajito, como si alguien fuera a devoraros. Que nunca ocurrirá contigo... obvi... Y os víctimizaís...

—Callate zorra.—Oigo una voz proveniente del lado derecho del pasillo en el que me han acorralado.—El primer día ¿En serio?

Ellas se callaron al instante y miro a la persona que está  hablando. Me quedo en shock cuando descubre quien es el que me está defendiendo.

William O'connell  no para de sorprenderme, aunque esta vez es a buenas.


DESPREVENIDA *COMPLETA*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora