¿Vivere la vita senza rimpianti o no?
Pov. Miranda:
Después de nuestra charla en el parque, quedé con Toni para hablar sobre nuestro plan y todo lo que tengo que cambiar para llevarlo a cabo. Fui con Marco a casa, como de costumbre. Noté a Marco un poco distante, me imagino que sería por qué me vio salir de un arbusto con Toni. No sé, tendría sentido. Aunque tampoco somos nada...
Ahora me encuentro en mi habitación leyendo un poco. No tengo por qué fingir nada en mi casa así que me digo a mí misma que en casa no dejaré de comportarme como realmente soy. No me gustaría acabar transformándome en una de esas chicas pijas a las que intento descoronar.
Empiezo a tener hambre así que me dispongo a ir a por algo para picar. Me apetecen unos cereales con chocolate. Últimamente tengo un poco olvidada mi pasión por los dulces, que horror.
Al llegar a la cocina, me encuentro con una Carlita sonriente. Parece estar contenta por alguna razón. Pero... ya no puedo verla con los mismos ojos. No la conozco pero sé que la limpiadora que se enamora del rico por el quién trabaja, no es muy común. Lo más común es la chacha que quiere un rico que le saque de la cueva en la que vive. Y la mejor opción para ello, es quedandote embarazada. Pero hay algo que no me cuadra, si tiene el dinero de Michael ¿Por qué sigue trabajando de limpiadora?
Esa pregunta me ronda la cabeza mientras le sonrío de vuelta. Esta vez no dejo que ella me haga la comida y me la hago a mí misma. Cojo leche fría de la nevera y busco unos cereales de chocolate. Los encuentro y los hecho a un bol de porcelana de tamaño grande. Entonces, hecho la leche. No entiendo a la gente que echa la leche y luego los cereales...
Me siento en el taburete y empiezo a cuestionarme si es buena idea preguntarle a Carlita algo. Me había dado muy buena impresión cuando llegué y la verdad es que nos estamos separando un poco. Pensé que podría ser como una madre para mí...
— Carlita... ¿Puedo preguntarte algo? —Asiente, aún con una sonrisa en la boca.
— Claro, siempre puedes preguntarme lo que sea. Y más si eres amiga de mi hijito.
— Sí... Nos hemos hecho bastante amigos últimamente... Antes de hacerte la pregunta quiero decirte que no es mi intención ofenderte en ningún momento.
— Créeme pequeña, no es fácil ofenderme. He escuchado de todo.
— Siento oír eso... Pero va. Toni me contó toda la movida de su padre contigo y no paro de preguntarme cómo lo viviste tú... —Me mira con una sonrisa melancólica mientras prepara un té.
— Sabía que llegaría este momento... Yo y Michael tuvimos una historia pero eso no quiere decir que yo quería algo más de él. Era un hombre tan atento y bueno... Nunca me habían tratado tan bien en un trabajo. La gente de aquí suele creerse más por el hecho de ser ricos pero... él no. Y por eso pasó lo que pasó, dejé que el amor me cegase. Era muy joven y no sabía nada de la vida, solamente tenía veintiún años. Llegué a creer que me estaba enamorando, por eso renuncié al trabajo y me mudé. Tampoco quería tener nada que ver con un divorcio o con algo así. Pocas semanas después, me enteré de que estaba embarazada. Juré no decírselo ya que creía que me lo arrebataría. Era lo único que tenía y no permitiría que alguien nos separase.
-—¿Cómo fue veros de nuevo? —Pregunto, ensimismada por ella, perdida en su relato. Tiene un alma tan puro... Me avergüenzo de haber pensado como pensé antes de hablar con ella.
— Fue como tener otra vez veintiuno. Decidí volver a trabajar aquí por que los sueldos eran más altos que en otras zonas de New York así que nos veíamos mucho. Siempre me fijo en que sigue habiendo algo... No sé, puede que sea mi imaginación pero lo creo de verdad.
— Es tan bonito... Yo nunca he estado enamorada y creo que es fascinante, toda la química que puede haber entre dos personas... Es como si estuvieseis destinados para estar juntos. -Ella ríe por lo bajo.
— No... Esas cosas son de adolescentes cariño...
Seguimos charlando animadamente del amor y todas sus bendiciones. Me recuerda mucho a Hasun, es tan parecida a él. Los dos tan sabios... aunque he de decir que ella es más joven, sólo un poco.
Más tarde viene Toni y nos vamos a mi habitación. Nos sentamos encima de la cama y empezamos a idear planes. Me dice que parezco muy fácil si me visto cómo me vestí hoy. Yo concuerdo con él, es demasiado, too much.
— También tienes que aprender a besar de una forma más pasional... —Me mira con cierto toque de coqueto— Me han contado que tu beso con Will no fue nada del otro mundo, en lo que a beso se refiere.
— ¿Enserio? -Le miro pestañeando más de la cuenta.
Toni me atrae físicamente y no me importaría tener algo con él. Si tuviese unos ojos más verdosos y un cabello como el de Will... Dios, estoy obsesionada con ese chico. ¡Que rabia! Que el me tratara tan mal como lo hace y que me tenga mojándome las bragas no me parece lo más normal.
Por pura rabia, para probarme a mí misma que lo que me hace sentir Will lo puede hacer cualquier otro, me lanzo a besar a Toni. Me pongo a horcajadas sobre él y al no sentir la presión en la tripa que siento al besar a Will, empiezo a tocarle y ha restregarme sobre él. ¡¿Por qué sólo lo puede hacer él?! ¡No es justo!
Empiezo a gemir para intentar despertar a mi cuerpo, parece que no reacciona a nada. Justo en ese momento, la puerta de mi habitación se abre de una. Por ella veo a un Will que echa chispas.
.........
Por si alguien se lo preguntaba, NUNCA leo lo que escribo dos veces. Dejo que mi mente se desahogue sin mirar los fallos de estructuración de las frases o cosas así. Así que si veis algún fallo en mi historia ¡I'M SORRY!
¿ #TeamToni, #TeamWill o #TeamMarco?
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DESPREVENIDA *COMPLETA*
RomanceLa vida de Miranda da un giro de 180ºC. De tener que decidir entre su educación o trabajar para conseguir comida, a tener de todo y vivir en el barrio más pijo de Nueva York, hay una gran diferencia. Por ello, necesita adaptarse y para hacer eso, l...