CAP. 22

78 6 0
                                    

No todo lo que reluce es oro. 

— Hola —Digo mientras voy entrando a la clase de inglés. Doy un vistazo y localizo a un Toni sonriente en el mismo sitio de ayer. No lo pienso dos veces y me voy a sentar a su lado.

He pensado que sería bueno para mí investigarlo un poco. Hacerle preguntas sobre la gente para saber si aceptaría mi propuesta. Pienso las preguntas que quiero hacerle y me las voy preguntando casualmente. Entonces decido empezar a opinar sobre el estilo de vida de la gente de aquí de su manera de ser.

— Es asqueroso ver a la gente chuparle el culo a los populares para merecer que siquiera los miren...

— ¡¿A que sí?! Por fin alguien piensa cómo yo... Estos niñatos pijos no saben nada del mundo real.

— Me encantaría cambiarlo...

— Ya me dirás cómo piensas hacerlo por que esto es así desde que se abrió este colegio. Los niños son clasificados por el dinero que tienen sus padres. Hay muchos que están con becas y se les trata como bichos. Yo, por ejemplo... —Me mira y un destello de dolor aparece en sus ojos. Me está analizando, espera una respuesta de mí. Cree que lo voy a juzgar en base a eso.

— Pero si me dijiste que casi no venías a clase.

— Y es verdad, por que también trabajo...  trabajaba. —Se le tensa la mandíbula y me doy cuenta de que hay más de la historia de lo que me está contando.

— Todo el mundo sabe mi historia... Y me juzgan por ello. No quiero que tú también lo hagas.-Me mira- ¿Harías piras por mí? -No espera una respuesta y sigue— Ahora, la profesora saldrá a rellenar su botella de agua. Siempre lo hace a la misma hora así que aprovecharemos para escaquearse. Hoy ha sido agotador para mí y me gustaría pasar un rato agradable al lado de la chica por la que babean todos los hombres de este high school.

Y efectivamente, la profesora sale de la clase escribiendo en la pizarra lo que tenemos que hacer. Es mi primera vez haciendo piras pero me recuerdo a mí misma que es para un bien mayor. Además, sólo queda la clase de gimnasia por hoy y no me apetece sudar. Me levanto a la vez de Toni y la gente pone sus miradas sobre nosotros. Wow, no pensé que esto de ser un poco popular tuviese un efecto tan grande.

Salimos de la escuela corriendo. Toni me enseña un lugar por el que podemos salir sin que las cámaras de seguridad nos detecten. Me dice que podemos ir a un parque que está muy cerca y yo asiento. Al llegar al parque, nos dirigimos hacia un puesto de helados. Yo me pido uno de Nutella con Kinder Bueno. ¿No sabía que estos sabores existían! ¡Qué maravilla!

— Si que te gusta lo dulce... Yo lo soy, por si te lo preguntabas —Comenta Toni en un tono de lo más casual.

— ¿Enserio? Bueno, yo puedo endulzarte aún más... —Me mira expectante y le mancho la cara con helado.- Ahora sí que eres dulce.

Suelta una carcajada y por fin logro ver su sonrisa. Es preciosa, como todo lo de más. Tiene dos hoyuelos que me recuerdan a Will. ¡No! Tengo que dejar de pensar en ese bastardo. Sólo es parte del plan, recuerdalo Miranda.

Seguimos charlando y me doy cuenta de que me agrada de verdad. Creo que podríamos llegar a ser muy buenos amigos, si no fuese tan guapo. ¡Dios! me lo comía enterito, de pies a la cabeza. Aparte de eso, ahora que lo estoy conociendo más. me doy cuenta de que es muy inteligente. Observa mucho a las personas y las sabe leer muy bien.

Creo que ya puedo hacerle mi propuesta. Claro que antes, tengo que saber un poco de su pasado para poder confiar en él plenamente. Es decir, ¿Cómo puede alguien pasar de tener una beca y un trabajo a tiempo parcial, a estar tranquilo y sin ninguna preocupación económica?

— Oye, no es molestarte ni nada pero... Tengo curiosidad sobre el tema de la beca y eso... —Digo y al mirarlo, lo noto serio. Puede que esto no haya sido una buena idea— Claro que si no te molesta. La verdad es que me he entrometido demasiado. No sé, es sólo que quiero conocerte lo máximo posible y...

— Cállate ya. —Sonríe y yo respiro al fin— Si fueses cualquier otra persona, te habría mandado a la mierda... Pero por alguna que otra razón, no me siento incómodo contándote cosas sobre mí. Esto no me había pasado nunca antes y no la quiero fastidiar y...-Se da cuenta de que está hablando de más y sonríe mientras se rasca la nuca.

— No pasa nada. Puede que sea por que yo también trabajaba y estudiaba al mismo tiempo para poderme permitir mis estudios... No sé, pero sea lo que sea, puedes confiar en mí. No se lo contaré a nadie. —Le digo apretándole la mano y sin dejar de mantener el contacto visual con él.

— Tampoco es que se lo puedas contar a muchas personas... Lo sabe todo el mundo. Fue un chisme de hace dos años. Ya casi nadie se acuerda pero si no te lo cuento yo, lo harán otros.

— Putos chismosos... —Digo y él sonríe.

— Bueno... Yo vivía con mi madre soltera. Ella trabajaba en la casa de Michael O'connell como su limpiadora. Yo nunca había conocido a mi padre. Mi madre me decía que no preguntara por él, que nos abandonó y ya está. Yo siempre había creído que me estaba mintiendo. Y... así fue. Mi madre no apoyaba la idea de que fuera al O'connell high school, pero la conseguí convencer diciéndole que era lo mejor para mí. Muchas veces ví a mi madre discutir con Michael, pero no le presté mucha atención. Un día, mientras yo recogía mis cosas para irme a trabajar, Michael se presentó en clase y me dijo que tenía que acompañarlo. Yo, sin saber nada, lo hice. Fuimos a un hospital y nos sacaron sangre. Yo era lo suficientemente mayor como para imaginarme de qué se trataba el asunto. No sabía si él era mi padre pero lo que sí sabía era que mi madre y él habían tenido relaciones. Es decir, que Michael engañaba a su mujer, la madre de Will, con mi madre, su limpiadora, Carlita. Y bueno... vinieron los resultados y efectivamente, el análisis dio positivo, soy su hijo.

Estoy. En. Shock. 

DESPREVENIDA *COMPLETA*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora