DESPREVENIDA *COMPLETA*

CAP. 40

ME BUSCAN

— ¿Que coño...? —Miro a Will.— ¿Cómo sabías de la existencia de esto?

— Todos lo tenemos... —Dice rascándose la nuca. Parece que me está ocultando algo y estoy dispuesta a son sacárselo.

— Pero... ¿Por qué? ¿Para que?

— La gente de aquí está siempre preparada para cualquier cosa... Ya sabes, si tienes dinero, la gente te lo quiere robar así que en todas las casas de esta zona encontrarás habitaciones secretas para emergencias... Nadie habla de ello, se lleva en secreto.

Ahora empiezo a comprenderlo... aunque no sé por qué Jack no me lo dijo al mudarme aquí... supongo que será porque creía que Marco estaría conmigo en todo momento.

— Vale... entonces, ¿se supone que nos están robando ahora mismo?

— No te preocupes—Señala una de las pantallas en las que aparece la calle de delante.—Si estos personajes no se van ya, los atraparán.

Entonces, los hombres encapuchados empiezan a hablar por los walkie talkie y parece que se disponen a irse.

— No se lo que quieren pero tiene que ser algo importante como para arriesgarse a ser pillados de esta manera.

— Puede que vengan a por mí... —Digo empezando a ponerme de los nervios.

— No... —Me acaricia el brazo.—No les dejaría acercarse a ti.

— Cállate Will, no estoy para tus tonterías ahora mismo.

Me aparto de él y me dispongo a comenzar un recorrido por esta habitación secreta. Miro mi alrededor y veo que hay más puertas de las que pensé en un principio. Me encamino hacia la primera puerta y la abro. Detrás de ella se encuentra un baño de lo más lujoso. Casi es tan grande como el de mi habitación. Tiene una decoración minimalista y parece que está equipado para ser usado por un largo tiempo.

En la segunda puerta se encuentra un dormitorio bastante grande. La mayoría de la habitación es ocupada por una cama king size y también tiene decoraciones.

Al abrir la última puerta, me extraña ver unas escaleras que van hacia abajo. Will me dice que quiere ir primero y yo le dejo pasar. Encendemos las luces y empezamos a bajar las escaleras de metal. Al bajar completamente, una puerta de metal como la de la entrada se hace ver. Will me dice que ponga la mano en el dispositivo que se encuentra en la pared de la derecha. AL hacerlo, la puerta se abre y vemos un pasadizo larguísimo. Me fijo que una estantería negra que me descoloca un poco. La miro y sólamente veo un libro. Lo agarro y empiezo a mirarlo.

— Estamos en unos túneles subterráneos... —Dice Will.— Eso es algo que yo no tengo.

— ¿Para qué querría tener algo así mi padre?

— Para un escape de emergencia... Imagina que prenden la casa en llamas o algo así, la gente que conoce las habitaciones secretas tendrían por donde escapar.

— Que raro...

Decidimos no seguir con esto de descubrirlo todo así que volvemos a la sala principal. Después de asegurar que estamos a salvo, salimos. Miro mi teléfono y veo que tengo más de treinta llamas de Jack, Marco y Toni.

Decido llamarles y empiezo por Jack. Al segundo lo coge y me empieza a preguntar si estoy bien. Intento calmarlo diciéndole que gracias a Will he encontrado la habitación secreta. Después de repetirle diez veces más que estoy bien, me dice que me aleje de Will, que no es bueno para mí. Yo le digo que lo sé y que sólo quería hablar las cosas para que no hubiesen mal rollo entre nosotros.

— Will... creo que ya hemos hablado lo que teníamos que hablar y... Marco y Toni están por venir, creo que es hora de que te marches.

El deja de husmear en mis cajones y me mira serio. Parece estar dolido pero me recuerdo una y otra vez que no le debo nada. Que lo nuestro no funcionó y qué tengo que olvidarme de lo que una vez sentí por él para que podamos ser amigos.

— Claro... Pero solo quiero que me prometas una cosa. —Se empieza a acercar hacia mí.

— Dime.

— Dime que te tendré a mi lado, aunque sea como amiga. No puedo dejar de preocuparme por tí... así que, me conformaré con eso. —Alza su dedo meñique y nos hacemos esta promesa.— ¿Sabes que ya no puedes echarte atrás no? Porque si no... el espíritu del dedo meñique te perseguirá por toda la eternidad...

— Claro que sí, campeón. —Le empiezo a empujar para que salga de mi habitación. —Ahora... vete de aquí.

— Vale pero necesito un beso de despedida—Me mira con ojitos de perrito.

— Claro que sí... una mamada también ¿no? —Me atrevo a decir y se le iluminan los ojos.

— Bueno... no pensé que querría pero si es para saci...

— Calla, anda. Y lárgate. —Le cierro la puerta en la cara y me voy sonriente a sentarme en el salón.

Si estuviese en otra casa, no estaría tan tranquila después de que me intentasen robar pero por alguna razón, sé que estoy segura aquí.

No pasan ni cinco minutos cuando oigo cómo una llaves abren la puerta. me levanto y voy a abrazar a Marco y Toni. Los dos parecen muy asustados pero intento tranquilizarlos diciéndoles que estoy bien y que no me han hecho nada.

— No nos podemos permitir esto... Desde ahora tendrás a un guardaespaldas en todo momento... —Empieza a decir un Marco preocupado.

— No... no quiero que os preocupéis por mí. Estaré bien, Marco.

— No... Miranda. Casi nos dá un ataque cuando nos llamaron los de la agencia de seguridad. Sabíamos que al tener tanto dinero tu padre, alguien intentarían secuestrarte o algo así para conseguir dinero... por ello tenemos tan buena seguridad. Y aún así, han conseguido entrar en casa...

— ¿Cómo han conseguido entrar?

— Parece que han hackeado las cámaras y han burlado todas nuestras medidas de seguridad. —Me contesta Marco. Parece estar muy furioso aún.— Miranda... creemos que alguien quiere algo de ti... y tiene que ser algo fuerte como para tomarse tanto tiempo en machar nuestra seguridad... No podemos permitir que te ocurra algo... estas en peligro. 

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¡Holi! Sólo quería recomendaros leer esta novela con un ordenador ya que de esta manera podéis escuchar la música de arriba mientras leéis. ¡Mucho amor!

Pd: Este capitulo está dedicado a Adriana por ser la que más está siguiendo la novela. ¡Te amo!