CAP. 28

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La verdad

Pov Miranda:

Estoy feliz. Me había pasado la noche pensando en él. Ya no tenía que fingir odiarlo. Tampoco es que esté enamorada, pero hacía mucho tiempo que alguien me gustaba así. Me encantaba mirar de soslayo y ver cómo me observaba, cómo despertaba deseo en en mí con solo tocarme y sobretodo me encantaban sus besos.

Me desconcertó un poco la manera tan brusca que tuvo de levantarse e irse a otro lugar para que yo no escuchara. No me creo lo de su padre... Pero Tampoco tengo intención de averiguarlo. Si él no quiere decírmelo, tengo que respetarlo. Nuestra relación se basará en eso, el respeto. Así que tengo que ir haciéndome idea sobre eso.

También me recordó que no estuve en los interrogatorios y que hoy los tendría. ¡Se me había olvidado por completo! Ahora, la idea de defenderlo no me asustaba tanto... Aun que no estuviera segura de que fuese inocente.

Me visto y maquillo como Toni me había dicho. Toni... espero que no esté enfadado conmigo. Yo solo quería que dejaran de pelearse... eso es todo.

El día ha transcurrido muy rápido, ahora mismo me encuentro en mi coche. ¡Sí, en mi coche! Esta mañana Jake me tenía preparada una sorpresa y ¡era que me había comprado un coche! Por primera vez lo he abrazado de verdad, por que lo sentía, sin ningún otro compromiso.

El coche es un Pagani Huayra. Sí, de esos caros. Todo el mundo me mira con asombro. Aún recuerdo la cara de furia que tenía Mitzi al verme salir de él. Llevo todo el día escuchando halagos de parte de la población masculina.

Aunque... a decir verdad, no todo ha salido como yo esperaba. No he visto a Toni ni a Will por ningún lado. Me había hecho ilusiones de ver a Will para que pasáramos tiempo juntos.

En clase de biología, Adrianne se sentó al lado mío y aunque al principio no me hizo gracia, me dí cuenta de que no era mala chica. Tenía su encanto y su sonrisa se contagia a todo el mundo. Si no fuera por su líder, creo que podríamos ser muy buenas amigas.

Es más, también me acompañó en las clases en las que coincidimos, que son casi todas.

Antes de bajarme del coche, se me ocurre algo. No me dejo tiempo a pensármelo dos veces y me dirijo hacía la salida de nuevo. Sigo mi camino y me dispongo a entrar en la casa de Will. La seguridad ni siquiera pregunta quién soy y me deja el paso libre.

Aparco y me dispongo a tocar el timbre. Lo toco varias veces y nadie me contesta. Antes de darme por vencida, rodeo la casa en busca de una ventana abierta en el primer piso. La encuentro y me meto dentro.

Empiezo a escuchar voces. Dos voces distinta. Una la reconozco, es la de Will. La otra, sin embargo, me es nueva pero sin duda es la de un chico.

Me acerco lo suficiente como para enterarme de lo que dicen:

— No puede ser... sabían que vendríamos. Esto solo puede significar una cosa. —dice un Will enfadado.

— Hay un topo.

— Se lo comunico a mi padre y él se encargará de esto. Nosotros no podemos hacerlo solos. No podemos volver a arriesgarnos tanto... —No entiendo nada así que decido quedarme un poco más escuchando.

— Puede que su padre haya tenido algo que ver con su fuga... No sé, si fuera mi hija la secuestrada, yo haría lo que sea para conseguirla de vuelta...

Al oír eso, empiezo a entender por dónde va la cosa. Mis instintos no me fallaban, Will ha tenido algo que ver con el secuestro de la chica que... creo que se llama Talía. Entonces, decido que ya es hora de que Will me cuente la verdad. Creo en toda esa chorrada de la privacidad pero no creo que ocultar un secuestro a tu pareja esté incluido en ello.

Me adentro con pisadas fuertes y determinadas al salón en el que Will y otro chico se encuentran. Ellos, al verme, intentan tapar el brazo de Will pero ya es tarde. Lo he visto. Está sangrando. Me quedo estática por que creo que es un disparo. Se está cari desangrando y yo empiezo a temblar. Corro hacia él y lo abrazo.

— ¿Que?... ¿Qué te ha pasado? ¿Por qué te sangra el brazo? ¡¿Te vas a morir?! Pregunto histérica.

— Miranda, cálmate.

— ¡¿Que me calme?! ¡Acabo de escuchar todo lo que habéis dicho y te han disparado! ¡¿Cómo quieres que me calme?! —Grito gesticulando con las manos. Él sigue pareciendo frío. El Will de siempre, no el de ayer.

— Derek —Mira hacia el chico de su derecha- déjanos a solas, por favor.

— Claro hermano... —Me mira de arriba abajo- Si necesitas mi ayuda, solo gritame. Vendré corriendo. -Suelta una carcajada y se va de la habitación con socarronería.

— ¿Qué me estás ocultando Will? Estoy cansada de las mentira y no quiero ser novia de un asesino en serie, o peor, de un secuestrador y mal tratador de niñ... —Me corta con un beso apasionado.

El beso transmite toda su furia y pasión a la vez. Diréis que estoy loca pero por un momento, todo se ha borrado y solo existimos Will y yo. Rompe el beso y con la respiración entrecortada dice:

— Te lo voy a contara todo. Pero antes... —Se va hacia un cajón y saca unos documentos— tienes que firmar estos papeles.

Ya no estoy segura de querer saber todo esto. Tengo la sensación de que sería mejor que me quedara al margen. 

DESPREVENIDA *COMPLETA*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora