CAP. 12

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COMO AMIGOS

POV. WILL: 

Es la primera noche en la que puedo conciliar el sueño sin antes pasar dos horas intentándolo. Cuando abro los ojos me encuentro un cuerpo. No, cuerpazo. Pegado a mí, cubierto con el vestido más provocador que alguién se pueda imaginar. y no lo digo porque sea corto, porque he visto muchisimos vestidos más cortos que este. Yo diría que es por el cuerpazo que envuelve. Es preciosa. No me había fijado en que está buenísima. Será por el uniforme de mierda que les obligan a llevar... Ahora que la tengo tan cerca puedo apreciar sus tetas y toda su figura. No puedo verle el culo pero mejor, no sabría qué hacer...

Ahora caigo en la cuenta de que nunca antes había dormido en la misma cama con una chica. Me muevo nervioso. No se como actuar. Normalmente me follo a alguna y luego me largo. Nunca he follado en mi habitación con nadie. No sé por qué, siempre he creído que es muy íntimo. Más de lo que una zorra arrastrada se merezca.

En uno de mis movimientos, rozo a Miranda y tras un gruñido, abre los ojos. Al concienciarse de donde está, pone una mueca en la cara.

—No me despiertes, coño. —dice muy irritada y se dá la vuelta para seguir durmiendo. Yo, por mi parte, empiezo a reirme por que no me creo que haya dicho eso. No me imaginaría oír a Miranda decir esa clase de palabras.

—Venga, levanta. Si no es que quieras que nos quedemos en la cama pasándolo bien...—digo y al instante, me lanza una almohada.

—¡Jamás! Ni siquiera fantasees con ello. —dice mientras se va sentando.

En aquel instante, logro apreciar su bonita cara. Sus ojos son tan azules que me cuesta no perderme en ellos. Su piel morena se ve favorecida por el vestido rojo que lleva puesto. Es preciosa. Sin duda, me la follaría.

—Tengo hambre. Vamos a desayunar. —Dice levantandose de la cama para luego dirigirse al baño.

Yo decido admirar su culo. Tiene un magnifico culo, tal y como me imaginaba. Dios... esta tan buena. Decido ir detrás de ella y colarme en el baño. Ella me mira y gruñe.

—¿No puedes dejarme mear en paz acaso? —Me mira, y tras recibir una risotada de mi parte, se acerca a la ducha. Se mete en ella y tras cerrar la puerta, empieza a desvestirse. Como no puedo admirar su cuerpo, decido limpiarme los dientes. Luego me doy cuenta de lo raro que es todo esto. Nunca antes había estado con una chica así. Como... si fueramos pareja.

Tras limpiarme los dientes, decido esperar a que Miranda salga de la ducha para poder ducharme. Me siento en la cama y reviso mis mensajes.

Irati: SOS.

Decido ignorarla. Siempre intenta buscarme con cualquier excusa. Ella y sus amiguitas se pelean por mí en cada fiesta para ver quién se acuesta conmigo. Cuando saben que yo soy el que elige. También tengo algunos mensajes de Denovan hablando sobre ir a un club nocturno esta noche. Dice que es el cumpleaños de su novia... Eso es lo que odio sobre las parejas, que al estar juntos estén obligados a pasar cada segundo juntos. ¡Sería agotador para mí!

Miranda sale del baño envuelta en una toalla blanca. Parece que está muy cómoda.

—Iba a decirte que te sientas como en casa... Veo que no lo necesitas.—Ella reprime una sonrisa.

—Oye, ¿no tendras por casualidad ropa de chica disponible? Ese vestido es muy incomodo. —me mira con cara de súplica.

—Yo lo describiría de una manera mucho más positiva pero bueno... Ven, vamos a la habitación de mi madre. —Me levanto y le abro la puerta.

—Espera, Y si tus padres me ven y piensan que...no sé...

—¿Que hemos follado? A mi no me importaría...—Reprimo una sonrisa y ella me dá un manotazo.— Tranquila, mi padre se habrá quedado con la bruja que tiene de "amiga"-hago un gesto con las manos para dar énfasis a las comillas.

—¿Por qué le acompañó a la cena ayer? —pregunta mientras nos dirigimos hacia la habitación.

—Quería que estuviera alguna chica para que tú no te sintieras cohibida. Lo que no sabe es que las brujas no son la mejor opción para eso. —sentencio y ella se ríe.

—Creía que eras un gilipollas

—Me siento halagado. —pongo la mano sobre mi corazón exageradamente.

—Ahora creo que eres menos gilipollas de lo que pensaba. —Me hecho a reír y ella se me une.

—Si te soy sincero, suelo ser desagradable con la gente. Sobre todo con las chicas. Tendrías que sentirte afortunada por ser una excepción. —Ella hace como si se estuviera secando una lágrima y yo reprimo una sonrisa.

Tras eso, nos vamos a la habitación. Mientra ella decide lo que ponerse, yo no puedo evitar pensar en mi madre. Hace cuatro meses que no se nada sobre ella. Desde que se casó, hemos perdido el contacto. Antes de todo lo ocurrido con mi padre, ella era muy buena madre. Luego, todo cambió.

—Ya estoy lista. Vamos a desayunar a algún lado. —Su voz me saca de mis pensamiento y asiento. Está vestida de una manera casual, aunque se ve magnífica. Tiene puestos unos vaqueros desgastados y rotos con una camisa roja fluida. De zapatos se ha puesto unas botas negras de las que llegan hasta la rodilla. Recorro su cuerpo y tras unos insultos de su parte, aparto la mirada.

Esto es muy nuevo para mí. Normalmente ni siquiera desayuno, menos con una chica. Entonces recuerdo una cafetería donde de pequeño desayunaba con mi madre. Me encantaba en chocolate caliente que servían ahí.

—Vale, vamos.

Salimos de casa y nos montamos en el coche. Empezamos a hablar y no tardan en oírse nuestras risas mezcladas. Creo que su risa se está convirtiendo mi sonido favorito. En un semáforo me giro hacia ella y me quedo embelesado con su bonita cara. La pureza que desprende me deja sin aliento.

Llegamos a la cafetería y ella se queda mirando la entrada un poco más de la cuenta. Entonces la miro extrañado y le digo:

—¿Que pasa?

—Yo trabajaba aquí. Es increible... Lo echo mucho de menos. —Parece que va a llorar.

—¿Echas de menos ser camarera? —digo intentando hacerla reir.

—Si te soy sincera, sí. Lo echo de menos...

La animo a entrar y nos encontramos con un hombre mayor. Tiene el pelo blanco y el semblante sereno. Al ver a Miranda, se le ilumina la mirada. Miranda sale disparada a abrazarlo y yo la sigo.

—¡Hasun! —grita mientras se lanza a sus brazos. Casi puedo oír sus gruesos romperse. No es que sea pesada pero no parece que a él le sobren las fuerzas.

Yo me acerco a ellos y tras presentarme, le estrecho la mano.

—Te he echado tanto de menos...- dice Miranda con los ojos llorosos.

Yo siento un vacío en el pecho al mirarle los ojos... No sé qué me estás haciendo Miranda... pero no me gusta para nada. 

.............

NOTA: Cómo ya sabreís, Irati no es lo que parecía ser... Y esa es la intención que tengo con esta novela. Quiero darle cien vueltas a cada personaje y cada situación. Si os preguntaís el por qué de esto, es porque a mí me encantan las novelas de ese estilo... Espero que TODOS entendaís mi inteción y no os ENFADÉIS por las vueltas que dé la novela. 

INFO: ¡Dentro de NADA conocereís nuevos personajes que os encantarán! 

Dedicatoria: Nur (por unirte a mi fandom <3 loool) 

DESPREVENIDA *COMPLETA*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora