CAP. 27

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Pov. Will:

Tengo miedo, mucho miedo. Pero... por primera vez, tengo la sensación de que va a salir bien. Cuando estoy con Miranda, las horas pasan volando. Sólo con verla sonreír, sonrío. Nunca me había sentido tan mal cómo lo hice al verla con otro... Me recordó el dolor que sentí al enterarme de lo que le pasó a mi madre.

El resto del día estuvimos juntos. Hablando sobre de todo un poco. Me ha contado sus planes de destruir el estado de O'connell high school. Es muy tierno que tenga planes tan locos como esos. Ahora, aparte de Toni, yo la ayudaré a conseguirlo. Me encantará ver la cara de Mitzi al vernos juntos. He tenido algún que otro roce con ella pero a decir verdad, nunca antes me había parado a pensar en su personalidad. Sí, es un poco pesada pero en lo único que antes pensaba era en que está buena y que está siempre cuando deseo desahogarme.

Pensando en eso, nunca había follado antes por una razón que no sea desahogarme... hasta hacerlo con Miranda. Fue increíble. El mejor polvo que he echado en mi vida, y mira que he follado varias veces...

Algo en mí hace que quiera ser sincero con ella y me mata no poder hablarle de mi ¿trabajo? Sé que se pondrá como una furia cuando se entere pero creo que su padre tiene que hacerlo. No es fácil decirle a alguien que te importa que eres un puto traficante.

También vimos la película de crepúsculo. Sí, Crepúsculo... No pensaba que caería tan bajo. Pero mientras ella se quedaba embobada, yo disfrutaba viendo sus expresiones. La manera en la que fruncía el ceño al no estar de acuerdo con las acciones de algún personaje. La sonrisa que se le dibujaba en la cara al ver las escenas más románticas... No pensé que me interesaría tanto por una chica y a decir verdad, eso me asusta.

Lo mejor fue besarnos mil ochocientas veintiséis veces y sentir en cada una de ellas una sensación rara y agradable en el vientre. Podría haber estado así por el resto de mi vida, pero como todo en la vida, tenía que acabar.

Después de pedir pizzas y quedarnos en la cama comiendo y conociéndonos un poquito más, tuve una llamada. La llamada era de Derek, otro miembro de nuestro clan. Al ver su nombre en mi pantalla, mi expresión cambió radicalmente ya que sabía que tendría que irme. Me levante de la cama y tras mirar a una Miranda confundida en la cama, salí de la habitación. Respondí rápidamente a la llamada por que sabía que Miranda me seguiría tras oír la dirección que me dijo Derek, colgué.

Miranda me preguntó sobre la llamada pero la tranquilicé diciendo que era mi padre. Nos despedimos con un beso que me dejó con ganas de más y me dirigí hacia la salida. Al pasar por el pasillo, recordé a Carlita. Siempre que intentaba buscar razones para no odiarla, acababa odiándola más aún. Si no hubiera sido por ella, mi madre aún seguiría con nosotros...

Ahora mismo me encuentro en el puerto privado de Elgos. EL que controla mi padre. Mientras apago el motor, diviso un coche muy familiar, un ferrari negro que posee Derek. Él sale del coche y se acerca a mí.

— ¿Que pasa?

— Tenemos un leve problema... —Dice mientras nos acercamos al Barco Madre, en decir, el barco donde guardamos la mercancía.

Nos montamos en el barco y al acercarnos a la puerta, una cámara nos hace un reconocimiento facial. Segundos después, la puerta se desbloquea y tenemos que poner una clave en una puerta de acero inoxidable. Mi padre tenía que asegurar su mercancía de algún modo...

He de decir que mi padre se lo a currado bastante, tenemos varios código de emergencia que han sido diseñados al milímetro. Jake, el padre de Miranda, también nos ha ayudado en eso ya que últimamente, él es nuestro mayor distribuidor. Han habido varias denuncias reclamando a las guardias costeras que hicieran su trabajo, por ello, el gobierno nos tiene un poco agarrados de las pelotas.

Al pasar la puerta de acero inoxidable, sólo ves cajas. Miles de cajas ordenadas. En ellas, encontrarás libros y material escolar. Cosas que fácilmente pueden ser asociadas con el negocio de mi padre. En sí, el puerto privado es para eso, para transportar libros y material escolar desde otros países. Claro que se usaba para hacer de todo menos eso.

Sigo andando y justo en la mitad del barco, Me agacho y pongo la palma sobre el suelo. Este en realidad es un lector de manos y al ser yo, se abre dejando ver unas escaleras que van hacia abajo.

Tras pasar por otras dos puertas más, llego por fin donde tendría que estar. Ahora mismo parece que no hay nadie, pero está repleto de cámaras por todos lados y sé estoy siendo vigilado por los hombres de mi padre. Hoy en día no se usa mucho personal, este almacén, por ejemplo, tiene diferentes armas automáticas que son mucho más efectivas que una persona. Las personas pueden fallar, estas máquinas no.

Delante de mis ojos veo las toneladas de Heroína de este mes. Es grandioso, solo logro ver los billetes que traerán consigo. Este barco en realidad no es un barco, parece un barco desde arriba pero en realidad es como una habitación que mide tanto como tres campos de fútbol. Los ingenieros dijeron que era más efectivo si se parecía a un barco por fuera, por si a la policía le apetecía molestar.

También hay habitaciones que están hechas para "invitados". Invitados como Talía, la chica a la que raptamos la otra vez en la fiesta.

— La chica se ha escapado... No sabemos cómo, lo que sí sabemos es que ha tenido ayuda desde algún lado. Nadie podría haberla ayudado... Es imposible pero sola no podría haberlo hecho. —Dice un Derek confundido.

— Si sabes que es imposible que haya salido. ¿Por qué piensas que lo a hecho?

— Es que no está en su puta habitación y no sé dónde más podría estar...

Sólo hay dos opciones, o está escondida dentro o se a escapado. Espero que sea la segunda por que si ha podido ver algo que nosotros no queremos que vea, tendría que matarla. 





DESPREVENIDA *COMPLETA*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora