CAP 11

94 7 0
                                    

MASCARAS CAÍDAS

Ahora mismo estamos en el coche de Irati. Tiene un mercedes Mercedes-AMG SL 65 Roadster. Como el de una barbie. Creo que se nota que me gustan mucho los coches que no me puedo permitir. Sé mucho sobre ellos por que una vez, en sexto grado, nos dejaron hacer un proyecto de tecnología donde nos pedían comparar una tecnología de hace más de cien años y su versión actual. Yo elegí los coches y después de investigar, me enamoré de ellos. Es más, mi sueño es tener una empresa de coches.

—Viven a diez minutos de vuestra casa. No sé por qué hemos traído todos estos coches.- suelta una carcajada y yo sonrío.

Llegamos a unas puertas de acero y Irati pulsa unos botones en un cacharro que está delante de esta. Las puertas se abren y veo una casa más grande que la de mi padre. Frunzo el ceño al pensarme las cifras que tendrán que ganar sus padres y entonces recuerdo la cara que puso Will al hablar de su madre. Se me encoge el corazón. No se por que, me siento triste de repente.

Pasamos por un camino decorado por largos pinos y aparcamos delante de una fuente que está situada delante de las escaleras que llevan a la puerta de la entrada. Me bajo del coche y miro a Irati bajar de su puerta. Nos miramos y sonreímos con malicia. Empezamos a subir las escaleras.

—Entonces... ¿Sabes qué tienes que hacer? —dice mientras nos acercamos a la entrada.

—Mejor que nada— La miro, sonríe y logro ver algo en sus ojos. ¿Malicia? Será por lo que vamos a hacer... Aunque algo en mí dice que es por algo más profundo.

Lo dejo pasar y toco el timbre como lo habíamos planeado y la vuelvo a mirar. No sé por qué, ya no me fio de ella. Es más, no sé por qué he confiado tan fácilmente en ella, eso no es típico en mí. Decido apartar esos pensamientos de mi cabeza y se abre la puerta.

Por ella se asoma un Will que parece medio muerto. Aunque sin camisa. Aprovecho para apreciar su musculoso cuerpo. Lo tiene tan tonificado y su línea v es irresistible. Creo que voy a tener un paro cardiaco. Casi babeo. Casi.

Sonríe a la chica de al lado mío y no sé por qué, ya no les veo ningún parecido. Ya no quiero estar aquí. Toda confianza que he podido recolectar a lo largo de la noche, sin razón alguna, está desapareciendo.

—Irati...- Sonríe de una forma que me parece rara y posa su mirada en mí— ¿Que haces aqui?

—Venimos a hacerte compañía. Nos aburríamos en la cena.- Contesta Irati por mí. Si no recuerdo mal, eso no entraba en el plan. En ese momento, todo empieza a encajar. Si esta fuera su casa, no tendría que darle explicaciones. Esto no me gusta nada.

—Vale...Entrar. Aunque estoy muertísimo. —Pone su atención sobre mí y una sonrisa malvada se le dibuja en la cara.— ¿Que tal con Carlita?

Me pongo como un tomate y me acerco a él furiosa para decirle todo lo que me he estado aguantando por los últimos segundos.

—Mira, no sé por qué coño se te ocurrió hacer semejante cosa— Parece dolido y eso me da fuerzas para seguir adelante— pero te digo que te has metido con la chica equivocada. 

Todo se queda en silencio por unos segundos hasta que Irati suelta una carcajada seguida por otra y así sucesivamente. Si soy sincera me ha dolido. ¿Por qué se tiene que reír? Tenía la esperanza de que al mirarla, notara que fueran falsas risas, pero no. No lo son.

Lo que me reconforta es mirar a WIll y ver que tiene el semblante serio.

—No sé de qué te ríes Irati... —Dice Will, y reprimo una sonrisa— Miranda, ¿Puedo hablar contigo? —Mira a Irati— A solas.

A esta se le cambia la cara y deja de reír al instante. Will empieza a caminar hacia las escaleras y yo lo sigo. Subimos las escaleras y nos encaminamos en un pasillo repleto de puertas.

Entramos en una de estas y al cerrar la puerta, Will me acorrala. En ese instante me doy cuenta de que estoy llorando. Sé que en el camino hacia aquí he estado pensando sobre todo lo malo que me esta ocurriendo últimamente pero no me habia dado cuenta de que estaba llorando. Supongo que estaba absorta en mis pensamientos.

—No llores —me acaricia la mejilla— Siento lo que te e hecho... No sé por qué me sentí ofendido por lo que dijiste y quería vengarme. Me arrepentí después del trayecto que hicimos pero ya era demasiado tarde... —Me mira a los ojos y me seca las lágrimas con su pulgar.

Estamos tan cerca que un paso en falso y nuestros cuerpos se tocarán. Su respiración, cada vez más agitada, mece mi cabello y de alguna manera, me reconforta.

—No lloro por ti...—Se ve un atisbo de alivio en sus ojos— Es por todo en general, no he podido tragar todo esto. He vivido 17 años con unos.... extraños. He pasado noches enteras estudiando por que a las tardes trabajaba. Sin que nadie me dé ningún centavo. Y ahora... todo esto... Creo que este no es mi lugar. Yo no encajo- sentenció y veo enfado en sus ojos.

—No digas eso... Esto es tu vida. Esto es lo que desde un principio te ha pertenecido y lo que injustamente te ha sido negado. No puedes cambiar nada del pasado pero ahora ¿Por qué no vives tu vida? —Se aparta de mí y se sienta en la cama king size que tiene en mitad de la habitación. Yo lo sigo y me siento a su par. Nos quedamos en un silencio más que cómodo por unos minutos.

—Quiero ser sincera contigo —Le miro y veo un atisbo de preocupación en sus ojos— Había venido a vengarme de ti por lo que me has hecho. Irati y yo habíamos pensado en robarte el coche por unos días y luego devolverlo.

Will suelta una risotada y me uno a él. Siempre que estamos juntos, hay una armonía en el ambiente que me hace querer estar con él todo el tiempo que puedo.

—Eso me habría dolido un montón. Me alegro de que no lo hayas hecho. Me habría vuelto loco. —le miro y sonrío.— Eso sí, me ha parecido muy raro que Irati y tú os llevéis tan bien. No me parecéis muy compatibles.

—Ya... al principio me cayó genial... Ahora ya no me fio mucho de ella. Y no tengo ningún motivo. Puede que sea porque es tu hermana.

—Irati y yo no somos hermanos. Me he acostado con ella alguna que otra vez pero nada más. Ella siempre ha querido algo más, todas las chicas acaban queriendo algo más...

Abro la boca con incredulidad. ¡No son hermanos! Ella no me lo había dicho pero me había dejado suponerlo. Ahora sé que mis instintos nunca me fallan.

No se cuanto tiempo pasa mientras hablamos animadamente de muchas cosas, Irati incluida. Ni siquiera se nos pasa por la cabeza llamarla o algo por el estilo. Me acabo de enterar de que es casi como la hermana de Mitzy. Que son almas gemelas. Al parecer, las apariencia engañan.

Al final, me quedo dormida y no me doy cuenta hasta la siguiente mañana. 

..................

NOTA:

¡Hola! Queria deciros que siempre pongo alguna canción un poco relajada para que podais leer escuchandola. Lo que me jode es que en la versión movil, no deja escuchar la musica de mientras... Pero bueno, se hace lo que se puede. 

Y...

Dedicatoria: IRATI (da bad bitch) 

DESPREVENIDA *COMPLETA*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora