Capitulo 1.

38.5K 1.7K 47
                                    

Actualidad.

Jacob caminaba inquieto por la sala de espera del aeropuerto ya que estaba muy ansioso por la llegada de mis papás después de un año viajando por gran parte de Europa por su aniversario, lo mire exasperada por su impaciencia.

—Jacob.— Chille. — ¿Podrías quedarte quieto?— Cuestione molesta cruzando mis brazos.

— Es fácil decirlo para ti Kayla, ya quiero ver a mis papas. —Se quejó molesto sacudiendo su cabello castaño alborotado.

Rodee los ojos al cielo y solté un bufido con desánimo, estaba hundida en el sillón esperando desde hace más de dos horas de que llegaran del viaje y por suerte Dios escuchó mis ruegos ya que después de varios segundos dos pares de ojos azules con cabelleras castañas aparecieron a lo lejos.

— ¡Por fin llegaron! — Exclame al verlos traspasar las puertas.

Me levanté del sillón y camine hasta ellos, la primera en envolverme en sus brazos fue mama, mientras que mi papa abrazaba al idiota de mi hermano, después intercambiamos.

— Por fin llegaron, llevamos horas esperando a que llegaran. —Sonreí mirándolos con un puchero.

— Lo sentimos cariño, tuvimos un percance con el avión. — Me miró un poco seria.

— Está bien mamá. — Alce las manos en rendición al ver su gesto. — ¿Cómo la pasaron en su viaje? ¿Si se divirtieron? — Cuestione emocionada mirándolos a ambos.

Ambos callaron y se miraron mutuamente, su silencio me tomó por sorpresa por lo que ellos normalmente no se quedaban sin palabra alguna, al contrario siempre nos cuentan de sus viajes e incluso nos muestran fotos o nos traen detalles de dónde han ido.

— ¿Sucede algo? — Cuestione mirándolos a ambos confundida.

— Kayla hija. — Esta vez hablo papá suspirando. — Jake viajó esta vez con nosotros. — Confesó y miró tras de él.

Mi corazón comenzó a palpitar a toda marcha queriéndose salir por su cavidad, las manos me comenzaron a sudar y mi respiración la sentía entrecortada por lo que puse una mano en mi pecho.

— No puede ser. —Mascullé bajamente y cerré los ojos.

Hace más de 5 años que no veía a Jake Huddson, lo último que supe de él es que se había ido a Alemania por un postgrado que quería hacer en negocios internacionales y justamente volvería a verlo después de aquel bochornoso día en la fiesta que hicimos hace más de cinco años.

Tras varios segundos dos ojos castaños aparecieron tras mis papas, no cabía duda de que era él, era Jake y mi respiración se cortó. Vestía un impecable traje con corbata azul oscura, su cabello estaba algo revuelto y ya no era aquel chico puberto que recordaba, mi hermano y él siempre han sido mejores amigos por lo que se saludaron de abrazo y palmada en la espalda.

Parpadee un par de veces para asimilar que él se encontraba aquí y no era un producto de mi imaginación ni mucho menos una aparición, apreté mis manos con fuerza para disminuir mis nervios mientras soltaba una gran bocanada de aire. Aunque hayan pasado 5 años desde que se fue aun dentro de mi sentía mi pobre corazón acelerado y aunque jamás hubo una conversación estable entre los dos, solo nos limitamos a saludarnos incluso él dormía con mi hermano en su habitación hasta que pasó lo de la fiesta.

— Que bueno verte Jake, hace muchísimo tiempo no te veía amigo. — Se quejó Jacob con una sonrisa.

— A mi también me da gusto verte Jacob, tenemos que salir para ponernos al día. — Sonrió Jake para dar un guiño ligero.

DESTINADA A TI©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora