Capitulo 53.

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Tras meter a Jake a la tina intente quitarle un poco el chupon del cuello pero este no quitó ni un poco, lo miré bastante molesta e intente no golpear su rostro por lo frustrada que estaba en estos momentos.

— Maldición Jake. — Murmure con un poco de decepción.

Solo suspire pesadamente mientras el agua aun seguía bajando, termine de enjabonar su torso y Jake tardó pocos minutos en reponerse pero aún seguía ebrio cosa que aún me molestó más que Abbigail haya dejado un chupón en su cuello como una ramera.

— ¿Como llegue aquí? — Cuestionó mirándome un poco confundido.

— Pregúntale a Abbigail, total andabas con ella cariño. — Sonreí sin gracia y me levanté.

Salí del baño dejando a Jake en la tina, me acomode en la cama y me metí en las cobijas poniendo estas sobre mi rostro para no ver a Jake, estaba muy enojada para hablar con el ahora.

Sentí los pasos del castaño saliendo del baño, paso por la habitación y no  escuche nada más, sabía que todo era un total juego de Abbigail pero aún no  podría creer que Jake se prestará para los juegos sucios de esa oxigenada.

Tras quedarme unos minutos en silencio, sentí unos pasos en la habitación nuevamente, Jake se recostó a mi lado e intento abrazarme pero me corrí de su lado.

—  No me toques y espero que tengas una muy buena explicación para lo que pasó con la perra de Abbigail. —  Murmure sin mirarlo.

Apague la lámpara y me acomode mejor, en pocos minutos me quede dormida por lo que caí en manos de morfeo.

La luz del sol iluminó la habitación, me removi un poco y me desperté, el castaño estaba  dormido a mi lado por lo que me levanté, me adentré al baño y me duche rápidamente, no quería hablar con Jake todavía por lo que sólo saldría de aquí.

Al salir del baño sólo tome la primera ropa que vi y me vestí, cepille mis dientes junto a mi cabello y me maquille un poco, le di una última mirada al castaño y baje hasta la cocina, al llegar nana se encontraba allí tomando un poco de café.

— Buenos días nana. —  La salude con un leve beso.

— Mi niña. — Sonrió. — ¿Como sigues después de lo de anoche? — Cuestionó curiosa.

— Estoy enojada nana. — Admiti un poco molesta. — Sabía que Jake iba hacer una idiotez anoche y no pude impedirlo. — Suspire cabreada.

— Todo esto es obra de Abbigail mi niña, estoy segura de que Jake te ama y se que no es capaz de serte infiel con ella menos después de lo todo lo que les ah hecho. — Comento nana.

— Lo se nana, pero me da impotencia saber que el le dio la oportunidad de que ella hiciera lo que se le diera la gana con el a su merced. — Suspire agobiada.

— Solo espera haber que te dice Jake, estoy segura que tiene una muy buena explicación para lo que pasó con Abbigail. — Me animo.

— Ojalá nana. — Asenti.

Tras tomar una taza de cafe, aún estaba sentada en la isla hablando con nana, pronto llegó mi abuela y se sentó a mi lado.

— ¿Como dormiste hija? — Cuestionó sonriendo.

— Bien abuela, dormí con una bebé y justo ahora debo salir a mirar unas cosas al centro comercial. — Mentí.

Sabía que no podía decirle a mi abuela que iría a buscar a Abbigail para ponerla en su sitio, me despedí de ambas con un sonoro beso y salí de la casa como alma que llevaba el diablo, me subí al auto y emprendi camino hasta el edificio de la oxigenada y al llegar estacione  para luego bajar del auto.

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