Capitulo 12.

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Camine hasta mi habitación de manera apresurada, me senté frente al tocador con mis mejillas enrojecidas al recordar el beso que me había dado el idiota de Jake y suspire levemente, todo lo que estaba pasando tenia mi cabeza hecha un torbellino.

Mire el reloj colgando en la pared, las manecillas marcaban las 10:30 pm y no me había fijado que era tardísimo, mañana debía estar en la facultad a las 8:00 de la mañana y no me gustaba llegar tarde a clases, decidí cambiar mi ropa por una pijama y entre mis tontos pensamientos deje que morfeo se apoderara de mi.

La mañana comenzó con la luz del sol iluminando la habitación y la alarma de mi celular, casi lo tiro por la ventana por no dejarme dormir.

— Maldición. — Gruñí con pesadez y restregué mis ojos perezosamente.

Eran las 6:30 de la mañana y me levante de la cama con mucha pereza, me estire un poco y me adentre a la ducha, el agua fría se calo por mi cuerpo haciendo que me estremeciera, cuando salí de la ducha escogí la ropa que me iba a poner y para mi suerte era algo sencillo, unos jeans de mezclilla, unas sandalias y una celeste, acompañada de una chaqueta beage.

Tome mis cosas y baje al comedor, todos estaban desayunando incluyendo al idiota de Huddson sentado al lado de mi hermano, gire los ojos al cielo  y solté un leve bufido.

— Buenos días mi niña. — Saludo nana trayendo un plato con frutas picadas. — Iré a traer tu desayuno. — Me informo dejando el plato enfrente a Jake.

— Esta bien nana. — Asentí y me senté al lado de mi abuela. 

— Cariño, ya hable con el diseñador para que hoy mismo te mides tu vestido. — Me recordó mi abuela con una cálida sonrisa.

— ¿Que vestido Sra. Harrison? — Cuestiono Jake curioso mirándome.

— Jake, mi nieta se gradúa en dos semanas e iremos a recoger el vestido de su graduación, por cierto estas invitado hijo. — Sonrió mi abuela y la mire seria. 

— Abuela. — Chille recriminando molesta y cruzando mis brazos. — No  creo que sea necesario decirle nada acerca de mi vida a Huddson. —Mire al aludido molesta.

— No seas mal educada Kayla. — Me recrimino.— Sabes que haremos la gala de beneficencia que como cada año y celebraremos tu graduación ese mismo día. — Añadió seria.

— Abuela hablando de la gala por cierto, quiero saber si Hannah puede ir. — Esta vez hablo el idiota de Jacob comiendo.

— Pregúntale a Kayla, es su fiesta. — Recalco mi abuela mirándome. 

— ¿Puede ir Hannah como mi acompañante? — Cuestiono mi hermano exasperado.

— Esta bien. — Suspire al saber que mi ex mejor amiga estaría en la gala. — Pero espero que vaya ella sola. —Recalque mirando a Jake.

— Si lo dices por Abbigail, ella no va a ir. — Jacob rodó los ojos sarcástico.

Jake solo me miro tenso y comenzó a terminar su desayuno de nuevo agachando la mirada, mi nana me sirvió el desayuno y terminamos de comer en total silencio, me levante de la silla para tomar mi bolso, deje un casto beso en la mejilla de mi abuela y me despedí de nana para salir rápidamente al auto, ya casi eran las 8:20 y no quería llegar tarde a clases.

Conduje hasta la facultad y estacione en la entrada, tome mi bolso y baje rápidamente, entre al aula y por suerte no había llegado el maestro Mcflynne, camine a paso veloz hasta mi silla y Amy estaba concentrada en su cuaderno leyendo.

— Hola extraña. — Bromee tocando su hombro. — ¿Que tanto lees? — Cuestione curiosa.

— Pensé que no vendrías Kayla. — Suspiro aliviada con una sonrisa. —La tesis. —Me mostró su cuaderno.

DESTINADA A TI©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora