Capítulo 19.

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Me levante de la silla con mis mejillas sonrojadas, mire por el rabillo a Amy y ella tomo sus cosas con prisa, se acerco a mi y me susurro en el odio.

— Suerte, ojala no te folle esta noche.— Sonrió y dejo un beso en mi mejilla.

Le di una mirada rápida, salio como una cobarde huyendo dejándome sola con Jake el cual no ah parado de mirarme. Acomode mis cosas sobre la mesa de noche y comencé a jugar con mis dedos nerviosa mientras lo miraba.

— Ya podemos irnos. — Me informo serio.

— Vamos. — Asentí tomando mi bolso y mi celular.

Pase por su lado y bajamos hasta la sala, mama se encontraba con Aliah allí y apenas nos vieron me sonrieron, fije mi vista en Aliah y su sonrisa se ancho mas.

— Suerte con Jake. — Murmuro elevando ambos pulgares.

Negué con la cabeza y le di una sonrisa cerrada, mama simulo tomarme la mano y me paso un papel en ella como si fuera droga, sonreí ante mi pensamiento y la abrace para poder irnos.

— Recuerden no llegar muy tarde. — Espeto mama.

— Cuida de Kayla hijo. — Añadió Aliah junto a mama.

Jake asintió y salimos de la casa, paro en seco frente a mi y lo mire confundida ya que su mirada no me decía nada. Suspire levemente y me atreví a tocar su hombro con delicadeza.

— ¿Sucede algo? — Cuestione mordiendo mi labio nerviosa.

— Quiero manejar hoy. — Espeto señalando mi auto.

— Esta bien. — Eleve ambos hombros y le pase las llaves.

Me subí en el asiento del copiloto y Jake se subió en el del conductor, prendió el motor y verlo así manejar se me hacia el hombre mas perfecto del universo ¿Como podía manejar y que eso le quedara tan bien? Jake Huddson es todo un dios griego. Desvié mi mirada sobre la carretera y para mi sorpresa estábamos hiendo hacia el lago en donde nos habíamos dado nuestro primer beso.

— ¿Porque venimos al lago? — Cuestione sorprendida al verlo frente a mi.

— Este lugar es mi favorito. — Espeto sin mirarme.

Un hueco se hizo presente en mi pecho y apreté mi bolso, Jake estaciono el auto y aunque yo no quería bajar, el rodeo el auto y me abrió la puerta. Extendió su mano y la tome con nervios, me baje del auto y el comenzó a caminar hasta la plancha donde aquel día lo bese y una sonrisa se asomo en mi rostro.

La noche ya había llegado, el silencio se mantuvo en el aire mientras solo se escuchaban los grillos y uno que otro sonido, me acomode en el suelo de la plancha y deje mi bolso a un lado, Jake estaba mirando el lago iluminado por la luna y las estrellas que adornaban el cielo, el frió comenzó a colarse por mis pies, odiaba no haber traído una chaqueta.

— Jake. — Al escucharme volteo. — ¿No querías conocer Boston? — Añadí curiosa.

— Si, pero ahora solo quiero estar aquí. — Se limito a decir y volteo a mirar el lago.

Lo mire confundida y solté un suspiro, tome el papel que mama me había dado antes de salir y era una dirección de un restaurante con la hora de la reservacion, 8:30 de la noche. Me acerque a Jake y puse mis manos sobre la fresca madera y la vista era maravillosa.

— ¿Sabes porque este lugar se convirtió en uno de mis lugares favoritos? —Cuestiono aun sin mirarme.

— No se. —Negué nerviosa.

— Porque aquí me demostraste que dejaste de ser aquella chica inmadura de hace cinco años que me golpeo. —Sonrió, esta vez mostrando su lado genuino.

DESTINADA A TI©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora