Capitulo 15.

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Mientras papa nos miraba serio con sus labios en una fina linea recta, coloque mis manos sobre mi cabello y lo organice detrás de mi oreja, no sabia que responder mucho menos como actuar ante lo que vio, Jake  por su parte solo se quito su chaqueta para despues mirar a mi papa.

—¿Me piensan responder los dos que fue lo que paso hace un momento? —Cuestiono papa serio mirándonos a ambos confuso.

— No sucede nada papa, es solo un pequeño inconveniente con una de las empleadas. —Espete con cierto desdén hacia la pelinegra, me chocaba la gente así.

— Kayla ¿Estas segura hija? —Me cuestiono papa no muy convencido de lo que le dije. 

—Si papa, es solo que Jake le pareció injusto que corriera a la contadora de la empresa sin saber que fue lo que paso. —Hice un mohín de molestia.

—¿Porque la corriste cariño?— Me cuestiono sorprendido.

— Porque tu siempre me has enseñado que debemos respetar a todos por igual papa y ella empezó a agredirme porque estaba aquí en la oficina, no sabia que era tu hija y me insulto. —Gruñí molesta.

— Tienes toda la razón hija, hiciste bien en correrla. — Asintió.  — ¿Ahora Jake dime porque te pareció mal que mi hija despidiera a Samantha. — Papa se cruzo de brazos. 

— La chica salio llorando de aquí Alexander, no pensé que había tratado mal a Kayla. —Se limito a responder el castaño con un tono ronco.

— Veo que no me conoces lo suficiente Jake. — Sonreí desganada. — Jamas seria tan injusta de correr a alguien a menos que sea una persona toxica. — Puntualice colocando el dedo indice en mi mejilla. 

El castaño solo me miro serio, mientras que papa solo se limito a cambiar de tema y nos pidió que empezáramos con el trabajo, comencé a mirar las noticias y todo aquello que iba a ser publicado en la próxima edición de la revista, Jake miraba un portafolio con los detalles del negocio, presupuesto y todo aquello que involucraba la parte económica.

— Los dejare trabajar solos, espero que esta vez Kayla. — Nos miro a ambos. — No termines por golpear a Jake. — Negó papa bromeando.

— Esta bien papa. — Asentí seria.  

Papa se marcho y nos dejo a solas de nuevo, continué mirando las muestras de tipografías, las imágenes y diseño. Fije mi vista en Jake el cual estaba concentrado leyendo unos papeles como si su vida dependiera de ello, al percatarse de que estaba mirándolo levanto su vista y me miro.

— ¿Sucede algo? — Cuestione enarcando la ceja.

— No. — Negó confundido.

— ¿Entonces que me vez?— Cuestione desafiante.

El solo me miro y elevo las comisuras de sus labios, verlo sonreír de esa manera hizo que muy dentro de mi algo se moviera, pero no permitiría que el jugara conmigo ni mucho menos en su cabeza cupiera la idea de verme débil frente a el. Continué con mi trabajo hasta verificar que todo estuviera en perfecto estado, la revista ya estaba lista para salir al mercado, el equipo de trabajadores que había en la empresa era de primera calidad por lo que una sonrisa se escapo de mis labios, saber que pronto estaría aquí dirigiendo a unas personas con orgullo de lo que hacen me entusiasma mucho. 

Después de terminar todo guarde la muestra en un sobre y mire el reloj en mi muñeca, eran las 12:30 de la tarde y mi estomago ya gruñía del hambre por lo que suspire pesadamente, poco después de mi hermano atravesó la puerta de la oficina con una sonrisa y con Hannah de su mano.

— Amigo tenemos que celebrar que le propuse matrimonio a Hannah. — Escuche a mi hermano decirle a Jake la noticia con orgullo.

Mi quijada casi cae al suelo ya que ni en mis mas locos sueños me imagine que mi hermano se fijara en Hannah ni mucho menos que se casaran, esto era algo sorprendente.

DESTINADA A TI©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora