Me removí impaciente cruzando mis manos sobre mi torso al verlo allí frente a mi, solo algunas horas atrás me había roto el corazón y quería golpearlo pero me mantuve de pie en medio de la habitación, lo mire levemente y desvié mi vista hasta la puerta del baño, Jake llevaba puesta una chaqueta gris que lo hacia ver adorable pero aun estaba muy molesta con el, no tenia ganas ni fuerzas de hablar con el, unas lagrimas bajaron por mis mejillas y suspire, seque rápidamente mi rostro para que no me viera llorar frente a el.
El tomo mi quijada con delicadeza y me arme de valor para mirarlo, me abrazo y no pude si quiera devolver el brazo, solo lo corrí un poco quedando a pocos centímetros de mi, en su mirada solo podía ver el dolor y lo sabia por la forma en que me miraba, tenia sus ojos muy enrojecidos.
— Lo lamento Kay soy un idiota, anoche no tenia mis cinco sentidos puestos. — Comento enfadado. — Abbigail esta aquí en Londres. — Suspiro agobiado.
— Por un carajo Jake. — Solté bastante molesta por su actitud. — Ya llevamos casi 6 meses de relación, estábamos tan bien. — Bufe cabreada un mas.
— No es fácil vivir con la presión de que ella esta tras nosotros y pueda hacerte daño. — Me miro el serio. — ¿Crees que lo hago por mi? — Cuestiono sorprendido.
— Yo se que lo haces por cuidarme. — Solté seria. — ¿Pero es necesario que nos separemos solo para complacer a la oxigenada de Abbigail Banks? — Cuestiono mirándolo atenta.
— Ayer lo vi necesario, pero no quiero alejarme de ti. — Suspiro agarrando su cabello entre sus manos.
— Si en verdad me amas Jake, me vas acompañar a ponerle una orden de alejamiento en este mismo momento a esa loca. — Puntualice tomándolo del cuello de su chaqueta.
— Esta bien. — Asintió con seguridad en su voz y me aleje un poco.
Camine hasta mi maleta, tome algo de ropa y me fui alistar rápidamente, tras salir solo pude tomar mi bolso y caminar detrás de Jake el cual estaba en silencio, bajamos hasta la entrada y mi abuelo Petter poso su mirada sobre el castaño, estaba serio y no era para menos, el me adoraba como a su propia hija. Nos miro a ambos y se paro frente a nosotros con una taza de café en sus manos bastante serio, note que quería decir algo pero se tardo algunos segundos en poder hablar.
— Quiero pedirte Jake, que si no estas seguro de estar con mi nieta la dejes en paz, pero si en verdad la quieres vas a estar con ella pase lo que pase. — Espeto acomodando sus gafas.
— Sr. Williams le aseguro que la idiotez que hice ayer no volver a suceder, yo en verdad quiero estar con Kayla porque la amo. — Asintió el castaño serio.
— Entonces espero que no me vuelvas a defraudar Jake Huddson. — Levanto una ceja con algo de dureza.
— Lo prometo Sr. Williams. — Asintió el castaño.
Jake tomo mi mano y salimos de la casa después de despedirnos de mis abuelos, Paul nos llevo a la comisaria mas cercana en donde por fin podría ponerle un alto a la loca de Abbigail, aunque entendía que no seria tan fácil, esto podría mantenerla lejos. Entramos a la comisaria y una de las agentes estaba alli, nos miro a ambos con un leve asentimiento y procedí hablar yo.
— Buenos días, me llamo Kayla Huddson y el es mi esposo Jake, queremos ponerle una orden de alejamiento a la ex novia de mi marido. — Solté mirándolo atenta.
— Sra. Huddson ¿Puede darme el nombre de la persona? — Cuestiono la agente.
— Abbigail Banks. — Espeto Jake suspirando.
ESTÁS LEYENDO
DESTINADA A TI©
RomanceObstinada, sarcástica y prepotente pero con una belleza natural, esa es Kayla Harrison. Toda su vida da un giro inesperado cuando un amor llega del pasado, Jake Huddson el hijo de los mejores amigos de sus padres llega de nuevo para hacer de su vid...