Capítulo 35

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- Hijo, -continuó- eres una buena persona y quiero que eso lo tengas muy claro – sus nudillos tocaron mi mejilla en un acto maternal- y lo que te voy a pedir va en contra de lo que te hemos enseñado, nunca te pediríamos esto, y sé que muchas personas creerían que le estoy dando más importancia de la necesaria pero juro que para mí es un pesar pues como dije, te hemos criado para que no hicieras nunca este tipo de cosas… aaahhh – un suspiro salió de su boca y mi paciencia estaba llegando a su límite. Ella lo notó y fue por primera vez en toda la mañana, directa al grano- Tienes que conquistar a una de sus hijas, ser su novio oficialmente y así unirte al círculo de confianza de nuestro objetivo. Tienes que hacerlo real.

Mi mente se desplomó. No me hubiera importado tener que coquetear con alguna chica para sacar algo de provecho pero nunca la engañaría haciéndola creer que la quería y menos que la amaba para poder tener acceso a su cuerpo, ni ninguna otra cosa. Nunca había sido mi estilo y detestaba a los chicos que lo hacían, odiaría que se lo hicieran a mi hermana y no soportaba la idea de hacer lo mismo.

Ella tenía razón, eso significaba ir en contra de mis principios y convertirme en eso que había detestado, no solamente tendría que hacerle creer que quería algo con ella, lo tenía que hacer real para que fuera creíble, lo físico era parte del paquete –no me molestaba esa parte en particular- pero las mujeres son más susceptibles a eso, ellas normalmente ligan el amor y el sexo. Palabras, y esperan acciones… Siempre se ilusionan si les das un mínimo de esperanza.

Hablar de algún futuro era peligroso con las mujeres porque usualmente lo creen, prometer algo significa cumplirlo, les tendría que prometer cariño, amor tal vez y ellas tendrían que creerme. Jugaría con su corazón. La parte más importante de un ser humano y yo tendría que tomar uno para manejarlo a mi antojo y llegar a su padre. Si él veía que su hija estaba enamorada y siendo correspondida, él estaría de acuerdo en proporcionarnos el capital que hacía falta para levantar nuestra empresa nuevamente. Al menos ése era el plan.

Jugar con el corazón de alguien.

De pronto un rostro azotó mi ser recorriendo todos mis sentidos desde el centro de mi cuerpo y extendiéndose apresuradamente hasta formar un aura que podía ser tan visible desde la luna como la muralla China.

____.

Cualquier decisión que tomara, repercutiría en ella, si es que existía la posibilidad de que ella me diera por lo menos una pequeña entrada sin cuestionarse a sí misma como usualmente parecía hacerlo, entonces la tomaría, pero ¿pondría en riesgo la salud de mi padre? Una lista de pros y contras se desarrolló en un segundo plano de mi cerebro, por un lado todos los contras de ambas personas, mi padre y ____, los pros igualmente, sin embargo, no podía negarme y dejar a mi familia a merced de un destino incierto si yo tenía en mis manos el poder de ayudarlos.

Una vez más una responsabilidad de la que quería zafarme. No quería ser yo quien tomara esta decisión. No quería ser yo quien tuviera el poder de solucionar las cosas. No quería ser yo en quien tuvieran puestas todas sus expectativas pues temía decepcionarlos y por último no quería ser yo quien lastimara a ____ con una pseudo-novia que ni siquiera me interesaba.

A todo esto, no es como que ella me hubiera afirmado que me estaba dejando entrar a su vida como algo más que amigos, porque justo cuando sentía que daba un paso al frente, ella me hacía retroceder dos. La tentación de estar tan cerca de ella pero no poder hacer nada y conformarme con solo abrazos y besos en la mejilla, simples charlas cuando en realidad mi piel ardía cuando estaba junto a ella, era como caminar sobre el asfalto lleno de pequeños pedazos de vidrio puntiagudos y calentados por el sol de plena tarde en el desierto. Una seria de diminutas torturas. No podía alejarme de ____, la inocente curiosidad que sentía por ella en un inicio, había llegado a ser una necesidad de compartir mi tiempo con ella, un contacto físico más sugerente que el de dos simples amigos que se encuentran casualmente.

No sabía por qué me pesaba tanto el decepcionarla cuando ni siquiera sabía si ella se sentiría por lo menos triste si me veía con alguien más, ____ no tenía más pretendientes según ella, y según yo al principio, pero con los meses que había estado en la misma universidad que ella, y que había conocido a muchas más personas, me había dado cuenta de que ella se subestimaba demasiado, ¿cómo era posible que no viera lo que provocaba? ¿Cómo es que no sabía de todo lo que era capaz de causar con una simple mirada, una sencilla sonrisa…? Me conformaría con la comisura de sus labios elevándose tres milímetros dejándome ver la luz que iluminaba su rostro cuando una sonrisa apenas se dibujaba en ella.

Absurdo ¿cierto? Sobre todo porque ella no me permitía pasar más allá de la línea invisible de “amigos”. Puede que esa haya sido la razón que despertó todas esas cosas raras y cursilerías que en otro tiempo me hubieran dado nauseas.

Por otro lado estaba Taylor, con quien tenía un poco de química, más nada comparado con lo que sentía por ___, Taylor me buscaba, era divertida y me hacía reír, pero a veces me molestaba su actitud de arrogancia y su sobreestimada actitud, ella era todo lo contrario a su hermana ___, pero las dos igual de hermosas (en diferentes formas… muy diferentes)

- ¿Nathan? ¿Te encuentras bien, cariño? – Murmuró con una nota de preocupación en su voz, para luego ser reemplazada por una de arrepentimiento- ¡Oh no! No pretendía causarte tanta molestia, cariño, no quiero que sientas que tienes todo el peso de la familia en tus hombros, la responsabilidad es mía y no debí haber puesto esta carga en ti. Discúlpame, pero estoy desesperada. No puedo pagar una enfermera para conseguir un trabajo y obtener un poco más de dinero. No podemos tocar el dinero que circula en la empresa o nos iría mucho peor. Además estoy ayudando a tu padre en la dirección de la empresa, es parte de lo que hago cuidándolo, no siempre se encuentra dentro de la neurosis pero jamás sabemos cuándo vendrán sus ataques, o cómo se proyectará la neurosis la próxima vez, solamente podemos tratar de predecir sus ataques y deslices para cubrirlos. Todas las acciones de la empresa nos pertenecen y no tenemos que rendirle cuentas a una mesa directiva, ¡gracias al Cielo por eso! Pero, hijo… Tenemos a muchas más personas a quienes rendírselas, proveedores que nos han dado productos en préstamos, clientes que esperan sus pedidos, Nathan, no sé qué hacer, estoy desesperada.

Mi madre había comenzado a temblar. Estaba alterada y había dejado caer su taza de té. Si ella estaba perdiendo el control, ¿cómo estarían los demás en casa?

De pronto lo entendí. No me importaba lo que pudiera poner en riesgo, si de todas formas ___ no me dejaba acercarme más a ella, podía perder mi imaginaria posibilidad con ___ por la real oportunidad de ayudar a mi familia –en especial a mi padre- en la situación crítica que estaban a punto de atravesar 

- Mamá, - capturé sus manos que estaban tratando de limpiar con servilletas de papel el té que se había derramado- mírame a los ojos y créeme cuando te digo que haré cualquier cosa por mantenerlos con salud, a salvo. Jamás los dejaré morir si puedo evitarlo, y en este caso puedo hacerlo.

- Gracias… - logró decir con la voz a punto de quebrarse y me dejó visualizar la humedad en sus ojos.

- Ahora, sólo dime el nombre y yo lo resolveré. Yo lo haré.

- De acuerdo… ellas son Taylor y ____ (t. a.)______...

No lo podía creer, todo mi debate mental y eran ellas de quienes habíamos estado hablando todo este tiempo, tampoco sabía cómo es que no lo había imaginado antes. No tenía la más mínima idea si esto era algo bueno o algo malo, pero definitivamente era importante.

- Una cosa más - ¡era broma! ¿Otra cosa?- debe de ser lo más pronto posible, dentro de las próximas semanas. No tenemos tanto tiempo.

Kiss...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora