La dejé en su edificio y nos despedimos con un simple “adiós, nos vemos luego”.
Ese fin de semana transcurriría lento pues mi familia estaba muy lejos de esa ciudad y yo no conocía a nadie como para pasarlo con alguien. Eso pensé hasta que mi amigo Jay decidió invitarme a pasar el día con él y su familia ya que Tom también se iría y me quedaría solo.
Llegamos a una avenida con casas formidables y lujosas, nos estacionamos frente a una casa realmente grande y a la entrada su familia lo esperaba con los brazos abiertos, también a mí. Toda esa tarde parecía que estaba con mi propia familia, la comida casera, los recuerdos vergonzosos que mi madre también hubiera contado de mi infancia, los malos chistes de mi padre eran incluso los mismos que los del padre de Jay y su hermano ni que decir, una persona genial aunque con gustos y personalidad un poco diferentes a los de Jay, se llevaban increíble. No pude entender como es que teniendo notas tan impecables, viviendo tan cerca de la universidad y con una gran familia, hubiera decidido mudarse a los horribles y austeros cuartos universitarios.
- Bueno, no es tan difícil una vez que conoces la historia, puede sonar tonto pero no es difícil de entender.- dijo cuando le comenté mi inquietud.
- Entonces cuéntame amigo.
- iniciando con un suspiro- El estúpido de Cupido amigo.
- No me digas, una chica te rompió el corazón y quisiste alejarte de lo que te recordara a ella y cada cosa que veías en tu casa te recordaba a ella porque habían pasado muchos momentos juntos hasta que se fue de tu lado… típico – para cuando terminé de contar mi historia Jay me veía con cara de raro, sentí que era un fenómeno por aceptar que sentía eso.
- Con que eso te pasó a ti, Sykes. Okay, primero cuéntamelo tú y luego te cuento lo mío.
- No, no, es solo que es una historia común ¿no? A todos les ha pasado.
- Estas reconociendo que te sucedió a ti también. Particularmente me descarto de eso, me han pasado cosas diferentes pero con que todo en mi hogar me recuerda a la chica de mis sueños que resultó ser de mis pesadillas.
- Ella no era la chica de mis pesadillas- contesté sin pensar- en realidad fue un encanto hasta el final…
- ¡Aja! Si hubo una chica.
- Pues malo si hubiera habido un chico ¿no crees?
- Bueno, uno nunca sabe.
- Ay si amor, nunca sabes – y los dos reventamos a reír- ¡que estúpido eres Jay! Haha pero tú estabas por contarme lo tuyo, primero termina y luego cuento mi patética historia.
- De acuerdo, pues todo comenzó en secundaria donde todos los chicos de esta zona íbamos a la misma escuela, ahí conocí a una chica que era simpática, divertida… Muy bonita, digo, no era la primera niña en la que me fijaba, pero si era la primera en la que de verdad me interesaba. Entonces ella se mudó al otro lado de la ciudad, por lo tanto fue a otra escuela, hace como… El semestre pasado cuando ya estaba en una universidad que pertenecía a la zona al lado de la que correspondía a mi hogar, es decir, mas retirado de aquí, me topé a Gaby en una pista de patinaje, la reconocí de inmediato y fui a saludarla, en todo este tiempo creí que se me había pasado pero al verla aun mas guapa de lo que la recordaba no aguante y fui hacia ella, al principio no me reconoció pero le di pistas y por fin dio con mi memoria, luego me dijo que ella entraría en esta universidad y bueno… Heme aquí.
- ¿Te cambiaste de universidad por una chica?
- Pues… y porque el programa de mi carrera es bastante bueno aquí.
- Computadoras son computadoras aquí y en China, te cambiaste por la chica y la carrera te importó poco haha acéptalo.
- Bueno, a decir verdad, igual hubiera pedido la transferencia pero para mi suerte el programa aquí es realmente bueno, de hecho es la competencia de mi antigua universidad. Pero basta de mi historia, estoy seguro de que la tuya también es una True Hollywood Story.
- No, lo mío es de risa.
- Amigo, nada en el amor es de risa, cuéntame.
- Okay, pues… En fin, si te vas a reír te doy mi permiso. Cuando tenía como siete u ocho años, hubo una situación un tanto complicada con mi familia, en ese momento no entendía nada, solo sabia que nos mudábamos a casa de los abuelos y que ahí me la pasaría increíble porque había un parque cerca, al llegar a la casa mi hermana menor se hizo amiga de la chica de al lado.
- Wooow “girl next door” interesante.
- Haha cállate, Jay –dije a broma- en fin, éramos unos mocosos, en realidad ya no tiene sentido contar.
- No, esta es la parte importante, como quisiera tener palomitas y un violín en este momento. Continua vamos, te di mi versión de un mal Cupido, dame la tuya, Sykes.
- Pasó lo mismo que contigo.
- ¿Se toparon en la universidad?
- No, lo que sucedió es que por obra del maldito destino nos separamos, digo, éramos niños, no era la gran cosa, pero ¿has visto “el abc del amor”? la película donde dos niños se enamoran y luego Rouse o como se llame se va de la ciudad.
- Ah sí, claro… No, no la he visto.
- Pppffff, bueno, fue algo parecido, éramos pequeños, según yo los dos sentíamos cosas pero mi padre volvió por nosotros por aquella situación rara en nuestra familia y regresamos a vivir con él, luego supe por mis abuelos que mi ex vecina se había mudado también. No recuerdo ni su nombre, solo recuerdo su piel bronceada, me molestaba con que yo era pálido y yo a ella también,- hablaba con una sonrisa, era inevitable- la pasábamos jugando, corriendo, pero podría jurar que fue la primera vez en mi vida que coquetee con una chica. Te digo, hermano, ni si quiera recuerdo sus facciones, solo sé que era hermosa… ¿Jay? Jay quita esa cara de perro a medio morir.
- Aaawwww que tierno, debiste haber visto tu cara cuando la describías.
- No debí habértelo dicho, solo mi hermana lo sabía.
- Sykes, amigo, no es burla, es que en verdad ¿Quién hubiera dicho que detrás del nuevo rompecorazones de la zona estaba un chico enamorado de su primer amor?
- ¿Nuevo rompecorazones? ¿Enamorado? Debes estar equivocado, digo, si tengo una que otra fan escondida pero… ¡¿Enamorado?! Hahaha no me hagas reír, eso ya no se usa, bueno, tal vez cuando me canse de pasarla bien con las chicas, entonces tal vez, solo tal vez, puede que me permita enamorarme.
- Eso dices ahorita porque no te has encontrado a la niña que te mueva, pero una vez que la encuentres ni importa que tengas diez, quince, veinte u ochenta años, vas a dejar todo por conseguirla, y por ganarte su corazón.
- Puede ser, pero eso pasará en mucho tiempo, mientras me gusta disfrutar de mis admiradoras.
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Kiss...
FanfictionHistoria vista desde la perspectiva de Nathan. “Estaba con la chica que muchos deseaban, pero yo sabía dónde quería estar. Hundiéndome en el cuello de la mujer que amaba.” En los juegos del amor nadie conoce las reglas, solo una cosa es cierta, cuan...