Kiss...

Capitulo 28

Y unos brazos se posaron en mis hombros ¿ahora quién era?

Pensé que podría ser ____ o Taylor en su defecto, pero las manos aplicaron fuerza en mis hombros, la suficiente como para descartar la idea de que fuera una mujer, incluso si hacia pesas o algo por el estilo. 

Giré para ver el dueño de las manos que presionaban mis hombros pero siguió mi paso al dar la vuelta perdiéndose a mi espalda, ¡por Dios! No tenía humor para esas bromas, por lo tanto tomé una mano y en un movimiento rápido apliqué una llave que había aprendido con Siva cuando teníamos unos 14 años, posteriormente la perfeccionamos para momentos como estos.

En el segundo en que apliqué mi movimiento escuché una voz familiar quejarse, de inmediato supe de quien se trataba pero eso le pasa por tomarme de sorpresa cuando no me veo muy amigable que digamos. No solté el agarre sobre él, era realmente divertido.

***: ¡Nathan, déjame! ¿Vuelo hasta aquí por ti y así me recibes?

NATHAN: Siva… ya sabías que soy mejor haciendo esta llave que tú.

SIVA: claro, me tomaste desprevenido, por supuesto que lo harías mejor que yo – lo solté y olvidándome de casi todo abracé a mi querido amigo que había estado lejos de mi por primera vez en mucho tiempo, la temporada más grande que estuvimos separados fue durante unas vacaciones cuando lo enviaron a un campamento de béisbol, él era mi hermano.

NATHAN: ¡ven aquí hermano! ¡Qué sorpresa qué estés aquí! No imagino lo que puedes estar haciendo tan lejos de casa – luego recordé mis muy arraigados modales – pero permíteme presentarte, Taylor, ____ -dije su nombre involuntariamente más lento – él es mi hermano, Siva.

Bien, omití presentar a Max (gracias a mis tal vez no muy arraigados modales), sin embargo no paso tanto para que él mismo se presentara y Siva le correspondiera dándole la mano educadamente, pero como siempre con un apretón mucho más fuerte de lo necesario. Él, aunque bien portado, siempre sabía hacerse lucir para causar una gran impresión delante de cualquiera.

SIVA: señoritas –saludó haciendo una leve reverencia y besando las manos de las dos mujeres que hasta hacía unos minutos estaban interesadas en mi- Max.

TAYLOR: si son hermanos… ¿por qué tú tienes los ojos cafés y tú no? ¿tú la piel blanca y tú no tanto? ¿Tu promedio y tu… Tan alto? Dios, en serio eres alto

SIVA: si, soy alto. Y la razón es que no somos hermanos de verdad, es solo una forma de decir, Sykes ¿lo dijo en serio? – refiriéndose a mi con su notable cara de sorpresa.

NATHAN: sip, lo dijo en serio.

___: Mucho gusto Siva, que interesante nombre, no lo había escuchado antes.

SIVA: gracias, a decir verdad, soy irlandés y mi padre es de Ceylon Tamis, supongo que es por él que mis hermanos y yo tenemos nombres tan poco usuales para ustedes, mi madre es irlandesa, nací allí y crecí en Dublín hasta que me mudé a Gloucester donde conocí a este vago – contaba el hombre recién llegado mientras extendía su brazo para abrazarme por los hombros después de tantos meses sin ver a mi hermano postizo.

___: ¿Ceylon Tamis?

SIVA: Sí, una isla que pertenece al sur de Asia.

___: nunca había conocido a nadie de por allá, que impresión.

SIVA: bueno, mi padre es de allá, pero tengo un poco de su ADN en mi asi que, espero que la impresión me incluya y sea buena.

¿Por qué sentía como si la conversación se hubiera centrado en ellos dos dejándonos a todos los demás fuera de ella? La posibilidad sobresaliente de interrumpirlos con cualquier pretexto tocaba mi cabeza una y otra vez, inundándome de mil excusas que pude haber usado; las sillas que nos hacían falta para los ahora cinco individuos presentes (demasiados para una periquera), el clima ya que comenzaba a helar dentro de lo que cabe en una ciudad con playa, las bebidas que los tres intrusos no habían ordenado, ¿Qué era lo que sentía? ¿Celos? No, solo que por “simple ética moral” se tenía que incluir a los demás a la conversación de otro modo sería bastante descortés ¿cierto? 

Sin embargo mis malditos modales hicieron su presencia impidiendo que interrumpiera su bien llevada charla. ____ parecía fascinada con Siva y él encantado con ella. Gracias al cielo la mesera tomó mi deseado papel e irrumpió sin pensarlo dos veces.

***: Parece que no eran solo los dos que pidieron la mesa en la entrada. Siempre hacen lo mismo – parecía malhumorada- ¿quieren que los cambie de mesa o qué?

No podía permitir que siguieran excluyéndome de la conversación e hice mi aparición.

NATHAN: lo mejor es que Max y Taylor elijan su mesa, ____ ya es tarde, creo que mejor te llevo a tu cuarto y Siva, ¿Dónde te estas quedando? Tú y yo tenemos mucho que platicar, hermano.

SIVA: te comprendo, no has cambiado nada, hermano. Esta ciudad aún no ha hecho su efecto en ti.

NATHAN: Gracias a Dios no – bromeamos los dos.

Supe que Siva había entendido el por qué dije lo que dije, asi como yo entendí su comentario, ante el cual todos quedaron con “pokar face” sin entender.

____: ¿es tarde? Estábamos por terminar nuestras bebidas… bueno, aquí esta lo mio…

SIVA: ¿___, crees que Nathan te va a dejar pagar? Vienes con él. mujer, él se encargará de todo- acertó el moreno ¡vaya que me conocía!

NATHAN: correcto, ____ por favor, no te preocupes por eso, yo me encargo.

TAYLOR: wooow, debemos estar frente a un caballero andante. – se encogió de hombros y dio un paso hacia mí para tomar mi cara. Giré mi mirada a ____ quien movió los a Siva para regalarle una media sonrisa. Enfurecí por eso.

NATHAN: entonces – dije más fuerte de lo necesario para captar nuevamente su atención- ¿nos vamos, linda?

Sus mejillas se llenaron de un encantador rubor, cálido, perfecto para ella y su perfecta piel morena. Sabia cuanto era la cuenta y saqué mi cartera para pagarle a la chica que aún esperaba nuestra decisión para tomar orden, rodando los ojos. Solo esperé a que me diera la cuenta y le di el dinero con una propina merecida por haber soportado todo el incómodo show que acabábamos de protagonizar. 

Luego caminamos hasta la salida del lugar dispuestos a irnos.

MAX: que bueno que ya te vas Sykes, ni tu amigo más mastodonte que yo hubiera impedido que te diera lo que merecías… ¡Nos vemos preciosa, a ver si te vistes más seguido así, creo que así si puedo ver tus curvas!

Me detuve en seco y ___ me miró con ojos bien abiertos, sonrojada nuevamente. Siva me miró, para levantar las manos como si lo hubiera apuntado con un arma.

SIVA: se pasó… Yo no te detengo.