Me acerqué a ella con cuidado de que mis pasos no hicieran ruido para no despertarla, al parecer su sueño era agradable porque su sonrisa era suave y delicada, se veía tan apacible que un poco de la tranquilidad que ella mostraba, se me contagió entrando por los poros de mi piel y de la nada paré, mirándola. No había nada más tierno que ___ abrazando mi almohada entre sueños y murmurando… “Kiss…” una y otra vez, casi parecía una melodía. Entonces quedó callada y yo contemplándola unos minutos más que me parecieron tan cortos. Hubiera podido pasar toda la noche observándola y lo haría, pero primero tenía que deshacerme del efecto que desvestir a ___ había provocado en mi cuerpo.
Tomé una ducha rápida y salí en seguida, ____ había caído dormida, efecto del alcohol, e iba a estar pendiente de cualquier cosa, gracias al Cielo tenía sueño ligero y el más mínimo ruido que ella emitiera me pondría en alerta. Yo dormí en la cama de Tom, la litera de abajo, justo a unos pasos de mi cama donde yacía el cuerpo de ____ en completa relajación. Mi deseo era quedarme despierto para verla respirar, sin embargo yo también había tomado (aunque no tanto como ella) y había bailado (tanto como ella), podía engañar a mi mente pero no a mi cuerpo (ya me había dado cuenta de eso esa noche) y yo, al igual que ella, caí en un profundo sueño, sueño lleno de luces tintineantes, de labios rojos, bebidas exóticas y hombres que bailaban o en la barra que de pronto perdían el control, comenzaban a gritar, a golpearse la cabeza, y se acercaban con ojos como lanzando fuego a mí, a mí y a ___… Todos tenían el rostro de mi padre. Desperté.
No había tenido una pesadilla desde la época en la que mi padre nos había dejado y nos mudamos con los abuelos. Sólo hasta que él volvió por nosotros dejé de tenerlas pero en ninguna había visto a mi padre como un mounstro queriendo hacerme daño. Salté fuera de la cama agitado e instintivamente busqué a ____ quien seguía dormida y abrazada a mi almohada, solo que del otro lado de la cama. Verla tan tranquila me dio paz una vez más y me repetí que solo había sido un mal sueño. Comprobé la hora en mi celular, 7:13 am, aún a tiempo para llegar a clases. Pensando en el posible dolor de cabeza por la resaca de ___ llamé a Jay desde el pasillo para pedirle una pastilla (él ya tenía experiencia en amanecer con resaca), bajé al lobby a buscar un poco de café, también la ayudaría y ¿por qué no? Una rosquilla o algo por el estilo. Lo mejor que pudiera conseguir de las maquinas del lobby y regresé a mi habitación rogando porque ella aún estuviera dormida y sí, así fue.
Abrí la puerta tan silenciosamente como lo hice para salir, dejé el café, las rosquillas y la botella de agua en la mesita al lado de mi cama para buscar las pastillas de Jay, estaban en el primer cajón de su mesita de noche y las coloqué en la mía. Busqué ropa limpia y me dirigí a la ducha, algo refrescante y que me ayudó a despejarme del incómodo mal sueño que había tenido. Confiando en que ___ seguía en su séptimo sueño, salí casi saltando de lo feliz que estaba y todo esto en bóxer rumbo a la habitación listo para terminar de vestirme y con la toalla en los hombros.
-¡No puede ser!
Gritó de la nada y por poco no reconocía su voz, aunque estaba en plena conciencia ella. Con un salto me gire a ___ quien estaba despeinada, con un poco de rímel corrido, parada al lado de mi cama y se veía tan jodidamente sexy, solo estaba usando mi playera mientras que el short –me di cuenta luego- estaba enredado en las sabanas de mi cama.
- Woow, yo esperaba un “buenos días” o una de esas cosas trilladas.
- Estas desnudo… - me miraba de arriba abajo con ojos inquisitivos y obviamente sorprendidos. Sin dejar de mirarla contesté.
- No, desnudo sería sin estos – señalé mi ropa interior- pero si insistes, quien soy yo para desmentirte – pretendí que me los iba a quitar, solo lo hice para divertirme, estaba seguro de que ___ no había estado en una situación remotamente familiar antes y que haría lo posible para detenerme.
ESTÁS LEYENDO
Kiss...
FanfictionHistoria vista desde la perspectiva de Nathan. “Estaba con la chica que muchos deseaban, pero yo sabía dónde quería estar. Hundiéndome en el cuello de la mujer que amaba.” En los juegos del amor nadie conoce las reglas, solo una cosa es cierta, cuan...