Caminé alejándome de ella. La chica que nos había visto cuando entramos se me acercó
- ¿Problemas cariño?
- Si, no soporto sus juegos, pero no puedo alejarme de ella, algo me ata a ella. – Dije honestamente, realmente ella jugaba con mi mente y en verdad había algo que mantenía mi curiosidad hacia ella, esa pregunta que rebotaba en mi mente ¿de dónde la conozco?
- Sí, me imagino.
- No tienes idea.
- Claro que la tengo, mi hermano también es un fastidio pero me tengo que encargar de él
- Y si, no tienes idea.
- Okay, ya no te entendí – le iba a explicar, pero vi como ___ rechazó a un chico que se le había acercado, otro iba en camino, y unos mas la veían sola y le lanzaban miradas, seguramente planeaban algo, ___ lucia extremadamente irresistible- Pero por lo menos aquellos ciegos la quieren cuidar por ti.
- ¿Sabes algo? Ella no es mi hermana, ni mi prima, ella es mi novia y no puedo soportar que otros hombres la miren como la están mirando, ni que traten que conquistarla como lo están haciendo.
La chica se me quedó viendo sorprendida, por primera vez no me importó lo que pensaría después una mujer si la rechazaba, sencillamente no arriesgaría a ___, no me perdonaría si alguien se sobrepasaba con ella.
- ¡Hey! Ella es mi novia y te agradecería si la dejas en paz. – Le dije al tipo que se había acercado a hablar con _____ tratando de controlar el veneno latiente en mi.
- Tú la dejaste sola.
- y ya estoy aquí –si a esas vamos.
- Sykes, creo que mejor nos vamos.
- Cariño, estabas a punto de ir a un lugar más cómodo conmigo – murmuró el tipo.
- Claro que no – me alegré de verdad de que ella lo negara con tanta seguridad.
- ____ vámonos – la tomé de la mano.
- Ella no se va – el hombre de unos 22 años la besó, ella quedó en shock mientras que yo, por el contrario, sentí que una ola de ira subió desde mí estomago hasta calentarme la cabeza.
- Dije que ella se va conmigo – sin pensarlo, mi puño terminó en su cara mareándolo un poco.
Tomé a ____, dejé el dinero de nuestras bebidas en la barra y salimos de allí.
Íbamos de regreso, yo estaba completamente serio, la imagen de aquél hombre besándola me perseguía
- ¿Sykes? –No respondí- ¿Sykes? –igualmente no hubo respuesta- Nathan, ya para, no pasó nada.
- ¿Cómo puedes decir que no pasó nada si por mi culpa ese tipo se sobrepasó contigo? Fue mi culpa.
- Nathan, está bien, no fue la gran cosa, fue solo un beso y ya… Gracias por defenderme, no sé que hubiera hecho si no hubieras estado ahí conmigo, cuidándome.
- Pues al parecer no lo hice tan bien como debía.
- No – esa simple palabra de dos letras me dolió aunque sabía que era cierto, yo mismo lo había dicho y ahora ella lo recalcaba con todo derecho. No podía soportar que un hombre le faltara al respeto a una mujer, y menos a ___ que era tan inocente, pura… Tan ella- no lo hiciste como debías. Lo hiciste aún mejor, aparte de que me cuidaste, de alguna forma me sentí… no se… Segura, nunca nadie se había acercado a platicar conmigo para quedarse conmigo – ella no paraba de sonreír.
- ¿Cómo?
- Sí, las veces que los chicos se acercaban a mi era porque querían que les presentara a Taylor. Y con esto… Me sentí bien, y más porque llegaste a defenderme.
- Que locos, yo hubiera llegado con Taylor - ___ me dirigió una mirada- así nos hubiera presentado y no hubiera habido el riesgo que tú me rechazaras como lo hiciste con aquellos tipos en el bar- todo el camino había estado con la mirada hacia el suelo, pero al terminar de decir esto, levanté la cara para mostrar una media sonrisa y un guiño.
La plática se dio naturalmente, no hubo un solo momento de esos silencios incómodos que había en las primeras citas, en su lugar hubo bromas, carcajadas y seguimos con sonrisas inexplicables hasta llegar al frente de su edificio
- Bien Sykes, heme aquí, sana y salva.
- Así es ¿no se siente mejor llegar después de las 12:00 los fines de semana?
- Si haha ya me siento toda una rebelde, ahora que no te sorprenda si un día llego ebria a tu recamara.
- Mmmm ¿y por qué llegarías ebria a mi recamara? ¿Hay algo que quieras hacer que no te animas estando sobria? – en mi mente volaron mil imágenes de lo que podría pasar si ella fuera un poco mas desinhibida y llegara a mitad de la noche a mi habitación. Para empezar, mandaría a Jay y a Tom a dormir a la cancha.
- ¿Qué? ¡No! Eres un tarado Sykes, es solo porque tú eres el que me pervirtió.
- Hahahaha ¿llegar a la 1 am a tu habitación es perversión? Entonces no te juntes conmigo porque esos para mí son buenos modales.
- O sea que estoy con un chico problema ¿Me estas advirtiendo que me aleje de ti?
- La verdad estoy tratando de parecer interesante para que, precisamente, no te alejes de mi – No tengo la menor idea de por qué dije eso, quiero decir, si lo pensé, pero no debía decírselo, ese tipo de pensamientos son los que se quedan contigo, no los que le revelas a la chica con la que estas parado. Para mi suerte ___ era diferente, ella no se llenó de ego al escucharme decir eso, al contrario, se comportó tímidamente. Como me llamaba la atención la manera en que se mordía el lado derecho del labio inferior cada vez que se ponía nerviosa… Tampoco me pregunten cómo es sabía que siempre hacía eso. Sólo lo supe de repente.
Tomé su mentón levantando su rostro, la luna brillaba demasiado creando nuestras sobras, sombras que ella giró a ver para separarse de mi agarre.
- Mira Sykes, sombras nocturnas, solo se hacen algunas veces al mes, alrededor de la luna llena porque la luna refleja suficiente luz como para crearlas – La miré con una sonrisa ¿Cómo podía ser tan impredecible? pero al ver mi mirada ella acomodo su rostro para quedar nuevamente frente a mí, unos centímetros nos separaban.
- ___ ¿Dónde estabas? Te busqué por toda la fiesta. No sabes la cantidad de alumnos que van al Back to School, está repleto… Oops ¿interrumpo?
No, ¿en sero? No podía interrumpirnos nadie más, para cerrar la noche con broche de oro fue Taylor quien nos corta el momento.
- No Taylor ¿Cómo crees? – dije mientras suspiraba resignado a que la poca distancia que había logrado entre nosotros no regresaría…
Por lo menos no esa noche.
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Kiss...
FanfictionHistoria vista desde la perspectiva de Nathan. “Estaba con la chica que muchos deseaban, pero yo sabía dónde quería estar. Hundiéndome en el cuello de la mujer que amaba.” En los juegos del amor nadie conoce las reglas, solo una cosa es cierta, cuan...