Capítulo 58

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Apoyo la espalda contra el muro de cemento mientras observo mis uñas con gran interés. Llevaba media hora mal gastando saliva que ya nada parecía digno de mirar para luego ser comentado; un monólogo no era lo que me apetecía en este preciso instante.

Una vez el claxon de un Jeep me da el susto de la vida y de él desciende nada más y nada menos que Shawn, quito mi enorme cara de aburrimiento para reemplazar mi estado de ánimo por la impaciencia y la curiosidad.

Nuevamente gasto saliva en preguntas sin respuestas en lo que conducimos a ninguna parte, por ahora. Shawn estaba resultando ser bueno en guardar secretos y sorpresas, así que después de preguntar mil veces que íbamos a hacer hoy y a dónde íbamos y no obtener respuesta a ninguna de mis dudas, decido pegar la frente a la ventana y comenzar a hablar entre divagues y pensamientos que no deberían salir a la luz. Solo para fastidiar a Shawn.

El canadiense conduce el Jeep, que Dios sabrá de dónde ha salido, por un camino bastante rústico y disparejo, incluso parece haber sido hecho a las prisas. Hay unos cuantos baches y las líneas en algunos tramos son inexistentes

Shawn intenta ignorarme y ocultar su fastidio con mi extenso monólogo sobre por qué es mejor dormir que hacer ejercicio tan seguido, pero parece no poder tolerarlo más cuando de la nada llego al tema de la pareja de la que más se hablaba últimamente; Zayn Malik y Gigi Hadid.

—¡No hay pareja más perfecta que ellos! ¿Has visto sus fotos con Vogue?-exclamo con real emoción—Me encantaría ser como Gigi, ya sabes, físicamente, y tener un novio tan candente y guapo como Malik

—Ujum

—¿Sabes lo increíble que sería eso? Zayn es como un Dios Griego, esculpido por las mejores manos

—Claramente 

—Pero es que ¡Ah! Si algún día llego a conocerlo no prometo comportarme. Saltaría a sus brazos como la loca necesitada que soy alrededor de esos chicos

—Ajá

—¡OH! ¡¿Y Harry Styles?! Ese hombre sí que es un ser divino, tiene unos ojos preciosos y su sonrisa. Demonios, me da algo

—Ya. Revolucionan tus hormonas

—Las mías y las de cualquiera ¡Son demasiado guapos para ignorarlos!

—¿No tienes algo más interesante de lo que hablar? El clima, por ejemplo

—No, hablar de mis chicos está bien para mí

—¿Qué te parece el paisaje? Perfecto para unas fotografías ¿No crees?

—Sí...

Un movimiento brusco con el auto no me deja argumentar algo más, en vez de eso me golpeo contra la ventanilla para que luego la repentina frenada me lleve por inercia hacia adelante.

En un pestañear Shawn está afuera, se apoya contra el capó del Jeep y cruza los brazos mirando al frente. Extrañada lo imito mientras muevo el cuello para todos lados intentando disipar el tirón que me ha causado la frenada.

—Uhm ¿Por qué se supone que paramos aquí? ¿Es a dónde me traías?

—No, pensé que podrías tomar unas fotos—responde señalando hacia los cerros y nubes—.Ya sabes, para lo de Josiah y eso

—Ah, sí, claro, para eso

No puedo evitar el sarcasmo en mis palabras, pero es que, era muy evidente que no nos habíamos detenido por eso. De hecho, mi instinto me decía que la verdadera razón de ese cambio de planes se debía en el fondo a mi entretenida charla sobre los dos chicos más preciosos de la industria musical.

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