ONE WORD: DESTINY ★ |S.M| |TERMINADA| |EDITANDO|

Capítulo 5

Nuestros padres se sientan en el sofá como si fuésemos a tener una seria plática sobre los novios, las precauciones y montón de cosas que ya hemos escuchado. Noel merodea alrededor de nosotros, jugueteando con su pelota y sus muñecos de acción.

Me dejo caer en el sofá individual y sonrío, a sabiendas de que disfrutaría de esta conversación. Ryan hace lo mismo pero con más nerviosismo intentando esconderse detrás de un cojín.

—¿Qué sucede?-pregunto afirmando mis codos sobre las rodillas—Están muy serios

—No se hagan los desentendidos porque saben muy bien qué pasó—dice mamá cruzando los brazos—.Quiero que me digan quién fue el que rompió el microondas, ¿O fueron ambos?

—¡Yo no fui!-exclamo alarmada, ni loca cubría a mi hermano de éstas—Fue Ryan.

—Gracias—masculla entre dientes, me dedica un mirada de total odio pero lo ignoro—, yo fui—susurra bajando la vista a la almohada—.Perdón

—¿Me quieres explicar cómo rompiste el microondas?-papá alza una ceja, sé que intenta esconder su curiosidad y reemplazarlo por el enojo, pero se le es casi imposible

—Podría decir mucho y a la vez nada—dice encogiendo los hombros—, y supongo que ustedes quieren saber cómo lo rompí y no toda la historia, así qué...

—Estás hablando de más

—Vale, por intentar llevar todas las cacerolas hacia la encimera, terminé lanzando por accidente la más pesada hacia el micro y se rompió el vidrio

—¿Y por qué estabas llevando las cacerolas hacia la encimera? Por algo estaban en la estufa

—Quería hacer huevos revueltos y no podía con todas esas cosas encima—pone los ojos en blanco—, nunca creí que terminaría rompiendo el microondas

—¿Estás consciente de que no es nuestro y tendremos que reponerlo?

Ryan asiente con la cabeza enérgicamente, me muerdo el labio en un intento de no reírme y observo a mis padres quienes se mantiene en silencio meditando que medidas van a tomar.

—Te estás salvando de un gran castigo y solo porque son las vacaciones de verano—comenta mamá suspirando—, no te castigaré pero tendrás que pagar la mitad del microondas

—¿Y cómo lo voy a pagar si no tengo dinero?-se queja frunciendo el ceño—Me lo gasté todo para comprar un celular

—Hace un tiempo habíamos acordado que te daríamos cierta cantidad de dinero cada dos domingos, ahora no recibirás ese dinero hasta que cumplas el monto que nos deberás por la compra del microondas

—¡¿Qué?! Pero, ¿Cómo compraré las cosas que necesito?

—SI necesitas algo nos lo pides—sentencia papá poniéndose de pie—.Y más te vale no protestar porque esto no es nada comparado a lo que realmente deberíamos hacer

Ryan masculla cosas por lo bajo que no logro entender, papá desaparece de nuestras vistas y mamá se me queda viendo fijamente.

—¿Qué me miras? Yo no hice nada

—¿Estás segura? Porque yo creí que debías de asegurarte que Ryan no hiciera de las suyas otra vez—declara mamá alzándome una ceja—¿O no?

—Nunca acordamos eso, si me quedé fue porque no quería ir a la granja con todos esos niños pequeños

—Pero tu deber como hermana mayor es ese

—Ni se te ocurra agarrarlas conmigo—advierto levantándome—.Ryan subió solo a la cabaña para llevar algo de comer a la playa, no es mi culpa dejarlo ir solo a por unas frutas

—Está bien, no te enojes, solo te advertía

Arrugo la nariz al verla sonreír divertida, si supieras lo graciosa que eres mamá.

Noel patea la pelota en mi dirección, golpeándome duro en la cabeza, Ryan suelta una carcajada y choca los cinco con el más pequeño.

—¡Hey! ¿Por qué me pegas?

—Porque eres mala—comenta Noel sonriendo con maldad—, y a las personas malas hay que golpearlas

—Yo no soy mala

—Sí, eres mala

Me saca la lengua y se va corriendo hacia los brazos de Ryan quién le hace cosquillas provocando que el pequeño ría fuertemente, luego le besa la mejilla y también me saca la lengua.

—Los odio—digo pasando por su lado, Noel vuelve a tirarme la pelota pero esta vez me pega en la espalda y decido ignorarlos.

Cierro la puerta de mi habitación y me siento en la orilla de la cama, me quedo un momento admirando el mar desde la ventana y luego de no ver nada interesante tomo el libro que había empezado y me interno nuevamente en la trama de la historia.

Cuando es la hora de cenar me tienen que sacar casi a jalones de la habitación, estaba en la mejor parte del libro que quitarle la atención un segundo a las palabras escritas me haría perder los nervios, no podía dejar el capitulo sin terminar. Así es que me siento junto a mi familia y como la comida mientras voy leyendo con un poco más de lentitud la historia.

—¿Vas a querer postre?-pregunta mamá retirando mi plato vacío—¿O prefieres irte a tu habitación y probarlo más tarde?

—Tomaré la segunda opción—anuncio bajándome de la silla

Voy corriendo a mi habitación y me lanzo sobre la cama volviendo a conectarme con lo que estaba sucediendo en la ficción.

Cuando me obsesionaba con algo no había manera de solucionarlo, la obsesión terminaría cuando mi cuerpo me lo dijese y en este caso sería cuando termine el primer libro, y si tenía un poco de suerte no querría leerme enseguida el siguiente libro.

La noche cae rápidamente, la brisa fresca se cuela por la venta entre abierta y el sonido del mar es un poco más perceptible que por la tarde. Me levanto para cerrar la ventana y las cortinas, y luego de quedarme viendo fijamente las pocas páginas que me quedaban del libro, decidí que dejaría algo para leer por la mañana. Además, me quedaba una o dos semanas aquí por lo que debería racionar el segundo libro que había traído si no quería aburrirme.

Aprovecho de colocar el número portugués en mi teléfono intercambiándolo por el estadounidense que tenía, activo el número y luego ocupo el internet gratis. Mañana le pondría algo de dinero y así podría navegar en otras redes sociales que no estaban incluidas en la gratuidad de la compañía telefónica.

De todas formas no alcanzo a hacer mucho porque me quedo dormida sobre las mantas y no abro los ojos hasta la mañana siguiente con el calor infernal del verano.