Un martes 6 de agosto sería por fin el día de la paz.
De los nervios por la anticipación a los futuros sucesos apenas había dormido durante la noche, y por otros motivos obvios que inundaban mi memoria gran parte del tiempo. Me levanté más temprano de lo que necesitaba y salí de casa con mucho tiempo por delante, conduciendo tranquilamente por las despejadas calles de Pittsburgh.
Soy la primera en llegar a la cafetería en la que nos reuniríamos, y como tendría que esperar bastante tiempo pedí un café para entretenerme.
Mientras observo por la ventana recuerdo que en Portugal ya debían de ser la 1 de la tarde, y antes de que el miedo me venciera, tomo el celular y marco a Shawn.
Inmediatamente me pongo nerviosa, aunque no podría explicar bien por qué razón.
Cuando acepta la videollamada y su rostro es la imagen predominante en la pantalla, el corazón me comienza a latir muy fuerte. Mis mejillas se ruborizan y apenas un hola sale de mis labios. Estaba más nerviosa que ningún otro día con él ¡Y estábamos a través de una inútil pantalla!
-Mack, hola-saluda esbozando su preciosa sonrisa. Sus mejillas también están rosadas, pero seguramente era por el evidente sol. Estaba en la playa
-Estaba a dos segundos de dejar de marcar, creí que no contestarías
-¿Por qué no lo haría? ¡Te extraño muchísimo!-dice haciendo un puchero, sus ojos se achican y su sonrisa se atenúa-Verte es lo único que quiero
-Ya, también yo. Me puse nerviosa-admito mordiéndome el labio inferior, aún en el mismo estado-. Tengo cosas que contarte
-¿Sobre tus amigos y los problemas que dejaste y generaste entre medio?
Asiento con la cabeza. Shawn me pide que le cuente, tanto por curiosidad como por distraernos, motivo por el cual había sacado aquello de inmediato. Le hablo sobre Olivia, su reacción inesperada y su entusiasmo por saber cada detalle, tanto de nosotros como de él.
-Te dije que lo entendería, te conoce muy bien como para saber que no lo hacías con mala intención
-Preferí esperar lo peor para sorprenderme con lo mejor
-Como tú quieras-dice soltando una ligera carcajada-¿Qué haces levantada tan temprano? Yo estaría aun recuperándome del jetlag
-Aunque no lo creas fue casi inexistente-comento-.Quedé con mis amigos a desayunar. Kate incluida
-Oh, así que te tomaste en serio lo de llegar a resolver tu vida, ¿nerviosa?
-Un poco, tengo tanto que decirle y tanto por lo que me siento culpable
-Libérate de esa culpa, no tienes por qué sentirla. El único error que quizás pudiste haber cometido fue tratar de herirla con comentarios y cosas que no sentías, pero tú también estabas herida
-Ay, Shawn, como quisiera que estuvieras aquí-digo en un suspiro. En seguida mis ojos se vuelven acuosos-.No estaría tan nerviosa ni preocupada, siempre sabes que decir
-No, no llores Mack-dice, tratando de sonreír e ignorando la distancia que nos separa-, Recuerda que me tienes siempre aquí. Nos tenemos el uno al otro
Alza la mueca enseñando la otra mitad de mi pulsera. Medio sonrío y también muestro mi mitad. Trato de sonreír, de que la pena se esconda y no aparezca. Pero con Shawn mirándome por la cámara era casi imposible contenerme.
La campanilla de la puerta indicando nuevos clientes me hace reaccionar. Al alzar la vista veo a Edward entrando seguido por Mathew.
-Mis amigos llegaron, Hablamos más tarde-me despido volviendo la atención al canadiense en mi pantalla-.Te quiero muchísimo
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ONE WORD: DESTINY ★ |S.M| |TERMINADA| |EDITANDO|
FanfictionPara Shawn y Makayla todo se explicaba por algo tan sencillo como el destino, pero ¿seguiría este jugando a su favor cuando el verano acabase? •Historia en proceso de edición, habrán cambios menores que no afectarán al transcurso del plot:)