ONE WORD: DESTINY ★ |S.M| |TERMINADA| |EDITANDO|

Capítulo 69

Para una mejor experiencia escuche Falling by Harry Styles

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Prácticamente me sentía como un muerto pero aun viviendo. Apenas dormí un par de horas en la habitación de hotel que habíamos reservado dentro del aeropuerto para no tener que ir con prisa a la hora de embarcarnos. Me sentía mal, físicamente no me podía mi propio cuerpo, me dolía el cuello y las piernas las sentía muy pesadas, pero no tenía de otra que aparentar vitalidad porque me tocaba ir detrás de mi hermano pequeño por el aeropuerto y mantenerlo entretenido mientras realizábamos todos los trámites antes del vuelo.

Me obligué a mi misma a comer unas tostadas y a beber café, aunque apetito no tenía nada, pero si no lo hacía probablemente me desmayaría en cualquier instante.

No dejaba de darle vueltas al pasado, al rostro de Shawn y todo lo que tuviera que ver con él. Sabía perfectamente que no era el fin del mundo, existen las redes sociales para mantener la comunicación, pero no podía pretender que sería igual y que todo estaría bien, porque en un punto nada más funcionaría y no quería imaginarme lo horrible que sería extender eso por tanto tiempo.

Quizás lo estábamos haciendo todo mal.

No sentamos en las bancas que están cerca del gate que nos toca y milagrosamente logro que Noel quiera ver dibujos animados en mi celular, por lo que puedo dejar de prestarle toda mi atención por un rato y poder divagar en pensamientos nostálgicos mientras observo por los grandes ventanales los aviones, como si de una película se tratase.

—Iré al baño—anuncio cuando siento que Ryan se deja caer en la silla continúa a la de Noel. Lo miro para asegurarme de que me escucha—.Cuídalo

Lentamente camino a los servicios, no tenía prisas, solo quería despejarme y lavarme la cara porque tenía los ojos muy hinchados. Me planto frente a un lavabo y observo mi reflejo en el espejo. Me veía horrible. Las mejillas más que rosadas y los ojos rojos, además de evidentes marcas por donde pasaban las lágrimas de vez en cuando. Así que me lavo la cara, aliviando un poco la rojez en el rostro, pero no había mucha diferencia tampoco. Suelto un resoplido y vuelvo con mi familia, aunque de camino veo una confitería y me detengo para comprar chocolates. Tal vez me quitaban la amargura. Tal vez solo era una excusa.

Me dejo caer en el mismo asiento, al lado de mi hermano pequeño. Siento la mirada fija de Ryan sobre mí, pero lo ignoro mientras abro una barra de chocolate y le doy una gran mordida.

Nos quedaba al menos una hora para que comenzaran a abordar el avión y esta vez de vuelta a estados unidos habíamos comprado boletos en primera clase, lo que nos ahorraría la enorme espera por zona de embarque y el dolor de cuello infernal después de 8 o 9 horas en el avión. Algo bueno tenía que tener el vuelo de regreso ¿no?

Un buen rato me mantengo entretenida observando con poco disimulo a la familia que estaba sentada frente a nosotros. Tres niños pelirrojos, dos chicos y una chica, que parecían de la misma edad, estaban con un Ipad viendo algún dibujo animado, lo gracioso eran sus comentarios sobre lo que estaban mirando y cómo se detenían a debatir entre ellos quién tenía la razón, pero sin pelearse como los niños solían hacer. Luego se aburren de la pantalla y corren por entremedio, jugando a quién se atrapa primero. Noel se les queda viendo y poco a poco se acerca a ellos, hasta que termina siendo parte del juego y jugando como amigos de toda la vida.

Qué fácil era hacer y terminar amistades siendo niños.

Los primeros llamados avisando que se comenzará abordar nuestro vuelo llegan a nuestros oídos más rápido de lo que esperábamos, al menos yo. Mamá enseguida se pone en modo alerta, juntando sus cosas, asegurándose de tener todos los boletos en su mano y preguntando si todos tenemos los pasaportes. Lentamente los sigo, guardando mis cosas en la mochila que traía e imitando a mamá viendo que nada se nos queda.