La cena que en un principio Shawn había propuesto para celebrar mis "logros" terminó siendo una cita de amigos en la que nos permitimos comer como si mañana se acabara el mundo y brindando por cuanto momento se nos viniera a la cabeza en ese preciso instante. Probablemente bebiendo más de lo que una cena ameritaba, pero qué más daba. Que lo bebido y lo bailado no nos lo quitaba nadie, incluso sin haber bailado
¿Tenía sentido? No.
Al terminar pagamos entre todos la cuenta y nos largamos a la playa, el mejor lugar en todo el pueblo, como ya todos podían notar. Se hiciese lo que se hiciese allí resultaba ser bueno. Incluso solo pensar.
Shawn es el primero en correr por las dunas y luego tropezar, lo que lo hace rodar por la arena hasta que ya no hay más inclinación. Riendo corro detrás de él, no con mucho más éxito pues termino rodando exactamente igual, o peor. Los chicos, menos torpes que nosotros, llegan a nuestro lado corriendo, solo con arena en las zapatillas y no en toda la ropa.
—Ustedes dos parecen haber recibido la misma dosis de torpeza al nacer—comenta David dejándose caer
—¿Será cosa de americanos?-pregunta Elena sentándose en frente, divertida
—Definitivamente—está de acuerdo Joao
—¿Acaso nunca han visto a dos torpes juntos?-pregunto quejumbrosa—Todos son torpes en cierto punto
—Será que vives en américa. Lo que confirma las sospechas
Los portugueses se ríen de su propio chiste, lo que me hace solo un poco de gracia. Si, acá los más torpes éramos Mendes y yo, cada uno con una historia diferente y más vergonzosa. Pero asumir que era cosa de americanos...
—No puede ser cosa de nosotros—comento cruzando los brazos—.Elena y su torpeza han difundido una foto que nunca debió ser vista
Elena enrojece a más no poder y los chicos se remueven incómodos en la arena.
—No es lo mismo—murmura en portugués al mismo tiempo que enrolla un mechón de cabello en su dedo—.Fue un accidente
—Un accidente torpe. Como me podría pasar a mí—digo, como si lo último alivianara la situación
¿Saben qué? Retiro lo dicho. Es cosa nuestra. Acá estaba yo metiendo la pata en un tema ya zanjado. De nuevo.
—Vale, vale, dejémoslo así—dice Shawn poniendo una mano sobre mi hombro—.Ya habíamos solucionado eso antes
Asiento con la cabeza, roja al igual que Elena y cruzo mentalmente los dedos para que el silencio que nos inundaba fuese roto por alguien más. Joao es el héroe de la situación.
—¿Por qué no nos damos un chapuzón nocturno?
Elena, Shawn y David lo miran preguntándose si realmente acaba de proponer eso. Yo en cambio soy la primera en decir que si y ponerme de pie. El mar, la noche y yo era el mejor plan en mi mente siempre.
—Son unos aburridos—acuso cruzando los brazos. Shawn alza las cejas, aunque probablemente ya se esperaba que dijera que sí—.Es una noche cálida y perfecta
—¿Y si uno se ahoga y no nos damos cuenta?-pregunta Elena con una mueca en el rostro
—La luna está alumbrando el agua. Además, no vamos a hacer natación profesional ni nada por el estilo
—Vale. Me convences
David se pone de pie y le tiende una mano a Elena quien dubitativa acepta la ayuda para reincorporarse. Me sorprendía que ellos mismos viviendo aquí no les agrade la idea de nadar en la noche cuando era aún mucho mejor que de día.
Me paro frente a Shawn también tendiéndole la mano. Me mira con una media sonrisa, con la mirada preguntándome si otra vez lo voy a convencer de esto. La respuesta no verbal obviamente era que sí, que no me iba a mover de ahí hasta convencerlo y arrastrarlo hasta al agua.
Lo que obviamente sucede. Se deja arrastrar hasta el mar, tomado de la mano como un niño que no quiere perderse en el centro comercial. Miedoso
—¡No está fría!-exclama Elena al sentir como el agua toca sus pies
Su actitud enseguida cambia y en un abrir y cerrar de ojos la vemos sumergida bajo el tranquilo mar. Joao no tarda ni dos segundos en imitarla.
—No está tan mal—admite David caminando más adentro en el agua—.Pero tampoco para exagerar que está caliente
—¿Acaso quieres una piscina temperada?-pregunto burlona—Esto es el mar
David pone los ojos en blanco pero opta por ignorar mi pregunta. Prefiere darse la vuelta y sumergirse.
Suelto la mano del canadiense para poder imitar a los chicos. Este a regañadientes me deja ir. Nado debajo del agua cuanto mis pulmones y el aire retenido me permiten, nadando de lado y no de frente hacia el mar. Tampoco quería ir demasiado lejos porque lo claro estaba a pocos metros de la orilla.
Cuando salgo a la superficie los chicos no están tan distantes, aunque Shawn si me está mirando con las manos en las caderas, esperando a que saliera. Una vez más me sumerjo y nada hacia ellos hasta que es demasiado bajo para nadar,
—¿En serio te vas a quedar parado ahí todo el rato?
—No quiero mojar la ropa—dice como si fuera obvio—.Luego tenemos que volver y hará más frío
—Pues quítatela
Alza una ceja a mi comentario, definitivamente tomándolo de otra manera. Lo empujo por el hombro lo que hace que se largue a reír
—Anda, que si no quieres mojar la ropa como nosotros los impulsivos, te la quitas—responde Joao detrás de nosotros. Repitiendo lo que dije con gracia
Al final el canadiense se convence de que es el único aburrido del grupo pensando en si la ropa estará o no empapada para cuando tengamos que volver, y termina por lanzarle al agua sin quitarse nada. Por desgracia.
Enseguida comenzamos a molestarnos con el agua, salpicando al otro, empujándonos, chocándonos y tirándonos más agua. Justamente como niños pequeños en la piscina. Pretendemos ser acróbatas acuáticos haciendo saltos al estilo cheerleaders, retando al otro si se puede parar de manos bajo el agua, que si Elena puede darse una vuelta sin que le entre agua en la nariz o quién de los cinco aguanta más tiempo bajo el agua. Un montón de tonterías que si me paraba a pensarlas no las hacía de vergüenza. Pero en situaciones espontáneas lógicamente no pensaba.
Pasamos un rato más en el agua, más o menos hasta que la luna sube más y más y deja de alumbrar la orilla de la playa. Empapados nos tendemos en la arena de espaldas mirando a las estrellas. Permanecemos en silencio, inmersos en nuestros pensamientos y otros dormitando, en especial Joao que lo podía oír respirar lentamente y suspirar.
Shawn, muy pegado a mí, comienza a tararear un mashup random de canciones. Primero solo se escucha como un susurro en la silenciosa noche, después poco a poco se deja llevar por las sensaciones y eleva el volumen de la voz, no demasiado, llenando el vacío y el silencio con las melodías a través de su voz. Solo se necesitaba a Shawn cantando para que se tornara en una noche perfecta, y él lo sabía.
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ONE WORD: DESTINY ★ |S.M| |TERMINADA| |EDITANDO|
FanfictionPara Shawn y Makayla todo se explicaba por algo tan sencillo como el destino, pero ¿seguiría este jugando a su favor cuando el verano acabase? •Historia en proceso de edición, habrán cambios menores que no afectarán al transcurso del plot:)