ONE WORD: DESTINY ★ |S.M| |TERMINADA| |EDITANDO|

Capítulo 57

He desaparecido de Wattpad el tiempo suficiente para no saber si volver es lo correcto o simplemente ya pasé a la historia

Pero creí necesario volver a intentarlo, así que aquí estoy de nuevo. Me extrañaran o no. 

Si alguien realmente se dio cuenta, lo siento. Pero aquí estoy, con más ganas de escribir esta historia y esperando volver a ver apoyo de su parte.

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Lo miro de reojo como si no me fiara de él, con los ojos entrecerrados y los labios en una línea recta presionándose entre sí. Pero en realidad solo quería comenzar a preguntar de qué se trataban los planes, por curiosidad y no por desconfianza.

—¿No me invitas a mí?-pregunta Aaliyah dejándose caer en frente de nosotros.

Aprovecho la distracción de Shawn para removerme de sus brazos y sentarme como la gente normal lo hace.

Su hermano la observa con el ceño ligeramente fruncido para luego negar con la cabeza.

—¿Por qué?

—No estás dentro de mis planes—responde simplemente. Aaliyah abre la boca sorprendida, probablemente fingiendo, y le lanza un puñado de arena que se cuela en el cabello alborotado de Shawn—.Y con eso, menos

—Pesado

—Busca algo interesante que hacer. Salir con Lucy, por ejemplo

—¡Yo tengo planes para ti!-exclama Ryan, se une a nuestro circulo y le sonríe a Aaliyah—¿Sabes jugar a las raquetas?

—Uh, sí ¿Por?

—Mañana hay competencias de raquetas playeras a las 12—comenta, la emoción filtrándose en su voz—.Dile a tu amiga y a David

—¿La invitas para que juegue contigo o con David?-pregunto sin entender que se trae entre manos

—Ambas cosas

—Bien, si no hay nada más interesante...—Aaliyah se encoje de hombros con resignación, pero tampoco luce disgustada con la idea—.Le diré a los portugueses

Pronto los cuatros nos vemos inmersos en un silencio sepulcral con el único ruido proveniente de los cuatro adultos a un par de metros de distancia. Shawn y yo nos miramos por largos segundos e incluso minutos, como si tuviéramos una conversación de miradas, lo que suena suficientemente estúpido pero cierto. Aaliyah y Ryan por su lado se miran de reojo, la chica parece más atenta en mi hermano que él en ella, pero Ryan era alguien que perdía la concentración bastante rápido y solía no darse cuenta de nada.

Cuando definitivamente las palabras no fluyen de la boca de ninguno, parecemos estar todos de acuerdo y nos ponemos de pie como resortes en el mismo instante, coincidiendo en lo único después de largos diez minutos, o más. Cada quién se sienta cerca de sus padres, interrumpiéndolos momentáneamente.

Papá y Manny, el papá de Shawn, están platicando acerca del fútbol americano y los resultados de la temporada pasada, mezclando algunos jugadores con otros, confundiendo equipos y opinando como expertos profesionales sobre un deporte que, al menos mi padre, nunca en su vida había practicado o visto más allá de la televisión o el instituto.

Por su parte las madres son como dos cotorras divagando de un tema al otro sin concluir ninguno. Comparten recetas de comidas, vivencias con sus hijos cuando pequeños, se quejan del estrés de ser madre y dueña de casa, plantean supuestos levantamientos rebeldes que algún día pretenden realizar en contra de nuestra flojera con las tareas del hogar, también alagan a sus retoños, presumen de un sinfín de cosas insignificantes, se burlan de otras madres, de nosotros, de la gente de la televisión y de vecinas que ni la una ni la otra conoce. En fin, demasiados temas que podría enumerar y me faltarían dedos, y cómo no, el amor, las relaciones y todo lo que eso conlleva no podía hacer falta en una conversación de madre a madre. Claro que no.