Luna Valente.

-Treinta Seis-

Luna V.

Observó al chico a mi frente en total silenció, no lo interrumpi en ningún momento, deje qué me explicara absolutamente todo. Por lo visto alguien los encerró en la habitación a propósito y por la escena qué vi antes de qué el se me acercara saqué la conclusión de los responsables fueron Benicio y Ambar.

Y probablemente Emilia.

Creó qué al mantenerme con una cara de poker y en total silencio lo tiene tan inquietó, éste tipo de actitudes son ajenas a mi y tal vez piense qué no le creí nada y qué lo próximo qué diré sera el famoso: Terminamos.

Pero no, sólo estoy jugando con su mente un poco.

-Luna te digo la verdad, sabes qué yo no tengo nada qué ver con...

-Te creó.

-Ni si quiera me cae bien y... Espera ¿que?.

-Qué te creó -acarició su mejilla y el suelta un suspiro de alivió.

-¿En serio? -asiento- ¿porque no lo dijiste antes? Estaba muriendo de nervios, pensaba qué me ibas a mandar al diablo.

-Es qué te veías tan tierno todo nervioso. ¿Sabias qué te pasas mucho la mano por la cabeza cuando éstas así?.

-Si y no vuelvas a darme un susto así -advierte señalándome con su dedo y lo aparta inmediatamente cuando hago el amagó de morderlo.

-¿Qué tanto hablan par de tórtolos? -Gaston se sienta entre los dos y ruedo los ojos.

-Nada de tu interés -aseguró y mi novio se encarga de golpear su nuca por haberse sentando justamente en medió de los dos.

-Ha bueno, tampoco es qué me muero por saber los comentarios sucios qué se intercambian. -asegura pasando sus brazos por encima de nuestro hombros- no saben la maravillosa idea qué se me vino a la mente.

-¿Cual será tu siguiente fracasó? -se burla el italiano.

-Qué poca fe me tienes amigo -niega- volviendo al tema; tengo una maravillosa idea.

-La cuál no dices aún. -puntualizó tratando de zafarme de su agarré.

-Si, ya va -respira como si estuviera presenciando del mejor olor del mundo- haremos una fiesta en la casa de mis padres cuándo salgamos de aquí como ganadores.

-No.

-Ellos están de viaje asi qué la podemos invadir.

-Gaston...

-Mucho alcohol.

-Oye creó...

-Y comida.

-¿Y si perdemos? -preguntó.

-Haremos la fiesta para celebrar nuestra pérdida, invitamos a los Red Sharks y lo ahogamos en la piscina.

-Eso suena tan tentador -musitó inconscientemente.

-En conclusión tu único propósito es hacer una fiesta cuando volvamos a casa.