Luna Valente.

-Ochenta Cuatro-

Luna V.

Estoy a un nivel de frustración qué en cualquier momento me echaré a llorar... ¡Oh! Ya estoy llorando.

-¡Ay no! ¿Justo ahora vas a llorar? ¿te sientes mal? -pregunta Ambar sin saber qué hacer.

-No sé qué comprar y es frustrante. -niego limpiando mis lagrimas-. Éstas hormonas acabarán conmigo.

-¿En serio lloras por esa estup...? -aprieta sus labios y niega rendida-. Bien, te ayudaré a buscar algunas cosas pero deja de llorar.

-No, iré yo sola a elegirlas. -sentencio tomando una profunda respiración en qué miró las tiendas-. ¿Qué cosas le gustara al abuelo?

-Qué tal si entramos a esa tienda y averiguamos. -propone señalando una tienda de hombres, la contempló por algunos segundos y término cediendo.

Éste a sido mi año de compras navideñas más frustrantes de mi vida. Ambas entramos a la tienda viendo la variedad de cosas para hombres hay, me pasa la pregunta de qué le podría regalar a una persona qué lo tiene todo. En resumen; Elliott y mi abuelo.

Miró cómo Ambar toma cosas al azar como sin verlas bien, ruedo los ojos y me detengo en una vitrina dónde descansas unos relojes, tal termine regalándole a todos de estos costosos relojes y dejo de sufrir... ¿porqué no pedí sus listas de deseos?

Sigo caminando por la tienda pensando en qué comprar, en verdad en complicado elergirle un regaló a un hombre. Rendida salgo de la tienda dejando a Ambar allí y me dirijo una Boutique donde seguramente sin ningún problema podré encontrar algo qué regalarme a las chicas.

Cuándo estoy por entrar a está me detengo al divisar la figura de Matteo a través de una vidriera, está en una joyería y habla con un señor qué circula los cincuenta años, parece estar explicándole algo en qué este le presta toda su atención.

-¿Qué estarás planeando ahora Balsano? -me preguntó a mi misma. Niego y decido entrar a la boutique antes de qué note mi presencia.

~•~

-¿Y todo esto? -pregunta mamá cuándo me ve dejando todas las bolsas sobre mi cama. Suelto un profundo suspiro y volteo a verla.

-Regalos de navidad, los cuales nadie vera hasta noche buena. -sentencio. Al final de todo compré una variedad de cosas qué se qué les gustará a todos.

-Está bien... -rie ella y señala a sus espaldas- Ya todos están en la mesa cenando, ¿vamos?

-Obvió qué sí, muero de hambre.

Ambas tomamos rumbó al comedor dónde sin duda se encuentra todos comiendo, tomó asiento entré Elliott y Ambar, frente mio esta Matteo quién me guiña él ojo. Sin hacerle mucho casó me limitó a servir mi plato mientras escuchó como todos opinan en la conversación de Ceci y mi abuelo.

-¿Se puede saber dónde demonios te habías metido? Te busqué por todo él centro Luna. -masculla Ambar, dejo mi tenedor a medio camino y la miro con disculpa.

-En primer lugar dije qué no queria qué alguien me acompañará, además encontré muchas cosas qué comprar y cuando termine tome un taxi hasta aquí. -reveló. Llevó él trozo de carne a mi boca bajo su mirada de reproche, ella se asoma detrás mio y pellizca él brazo de Elliott.