Luna Valente.

-Diecisiete-

Luna V.

El está aquí.

Su mirada está fija en mi, mis mejillas deben ser dos tomates en éste momento.

Se ve tan bien está noche con aquél traje azul mar a la medida, regreso al pasado y me doy cuenta de que ambos cambiamos tanto estos años qué a veces me preguntó si aún vive en nosotros aquellos chicos qué se lanzaban al fuego sin importarles las consecuencia.

Me permito bajar la mirada por unos segundos y tomar una profunda respiración antes de acercarme a el e depositar un beso en su mejilla en forma de saludo, copio el mismo gesto con sus padres que me reciben con una amplía sonrisa.

-Justamente estabamos hablando de ti -asegura Cecilia- te presentaría con mi hijo, para ya veo qué se conocen.

-Si ya Matteo y yo tenemos tiempo conociéndonos -comenta dándole una mirada de reojo.

-Al parecer los Balsanos y Benson están destinados a relacionarse -niega mi abuelo sonriete.

-Eso es muy cierto -señala Fabian el padre de Matteo- tus padres eran muy amigos nuestros.

Matteo y yo nos miramos fugazmente con el ceño fruncido, en ningún momento se nos hubiera venido a la mente qué nuestras familias estén relacionadas de aquella manera.

Ya pueden ver que pequeño es el mundo.

Los padres de Matteo siguen hablando con mi abuelo y se qué ambos estamos esperando el momento exacto en el cuál salir corriendo lejos de ellos, en serio la conversación se está volviendo aburrida.

Miro a Elliott desde mi lugar quien esta hablando con Ambar, su mirada encuentra la mia y aprovechó para articular un ayuda a lo cuál el responde con una negación mientras sonrie burlón y sigue su conversación con la rubia.

Y cuándo pensaba qué todo podia ser peor mi abuelo empieza a presentarme con casi media gala y solo quiero esconderme en un hoyo. No me siento comoda con que me presente cómo Sol Bensón, no me siento comoda en este vestido, ni con las sonrisas hipócritas de las personas a mi alrededor, no me gustan las preguntas fuera de lugar que me hacen y qué me tachen como la chica que perdió a sus padres y ahora es dueña de toda su fortuna.

La mayoria de éstas personas son tan superficiales.

Y no quiero estar aquí.

En éste momento mi abuelo habla con una de sus socios y yo no me e atrevidos a alejarme de el. No me refugio donde Elliott porque esta con Ambar y se que mi presencia es lo último que ella quiere en este momento, Nina esta muy entretenida mirando como Gaston habla con su madre aparentemente nervioso y no quiero sentarme sola en una mesa porque me veré patética y odio estar sola cuando hay cientos de personas a mi alrededor.

Estoy a punto de pedir un Uber e irme a la mansión.

Entoces el vuelve a aparecer.

Está caminando a mi dirección a pasó decido y no puedo evitar tensarme ante su mirada, ni si quiera me deja articular una palabra para cuándo ya esta tomando mi mano y me dirige a la pista de baila.

-¡Espera! ¿que haces...?

-Sólo cumplo mi sueño.

-¿Que sueño? -musitó, me sobresalto cuando envuelve un brazo en mi cintura y con su mano libre toma la mia.

-Bailar con la hemosa chica de vestido rojo.

Mi boca se abre y se cierra continuamente sin yo poder articular una palabra, sólo pido que éste no sea un sueño de lo contrario al despertar lloraré como una Magdalena. Lo miro a los ojos en busca de algun rastro de burla pero sólo encuentro una mirada dulce.