Luna Valente.

-Trece-

Luna V.

Me sobresaltó cuándo el cuaderno en mis manos es arrebatado y mi lapiz cae al suelo, dejó la guitarra qué me prestó Simón hace unos dias a un lado y subo mi mirada molesta hasta Elliott quién con una expresión burlona mira el cuaderno.

-¡Hey! Dame eso -ordenó poniéndome de pie.

-¿Que es esto? ¿a caso es una carta de amor? -pregunta tratando de leer la hoja en la que estaba escribiendo, trató de quitársela pero eleva su brazo impidiéndolo.

Maldita altura la mia.

-No te incumbe.

-Uy que ruda -ríe pero al ver mi cara de enojo decide pasarme el cuaderno, lo tomó entré mis manos cerrándolo.- eres demasiado intimidante para tu tamaño -niega- no se si sentir ternura o miedo.

-Y tu muy idiota para tu edad -le echó en cara- ¿cuanto años tienes? ¿16?

-Ya quisieras -me guiña un ojo- soy un hombre de veintiséis años muy responsable.

-Pues perdón, fósil de la prehistoria.

-Ya en serio ¿que hacias? -pregunta más interesado mientras toma asiento en el sofa.

-Estaba componiendo -me siento a su lada.

-No sabia que componías.

-Ahora sí -me encojo de hombros- últimamente es lo qué mas hago en mi tiempo libré.

-Interesante -toma la guitarra entré sus manos- ¿es tuya?

-Es de un amigo, me la facilitó en qué compró una para mi -explicó.

-¿Desde cuándo tocas?

-¿Un año? -contestó un poco confundida por mis calculos- Matteo fue quién me enseñó.

-Ya -asiente con torciendo la boca como un gesto de disgustó.

-¿Y qué te trae por acá? -digo en un intentó de cambiar de tema y porque también se me hace raro qué este aqui conmigo ya qué pasa todo el dia con Ambar.

-Ambar está entrenando por lo cuál no tengo a quién molestar, asi que recurri a ti.

-Está bie... ¡mierda!¡El ensayo! -salto fuera del sofa alarmada al recordar que los chicos y yo quedamos en reunirnos en la pista dónde vamos a entrenar.

Juliana me va a matar.

Miro toda la sala en busca de mi zapatos, los cuáles estoy segura de haber dejando al par del sofa- ¿Buscas esto? -volteo hacia Elliott y miro como tiene mis zapatos lo fulminó con la mirada.

-En verdad eres molesto -le reprochó quitándoselos y el rie- ¿siempres eres asi?

-Cuándo estoy aburrido si -se encoje de hombres- ¿quieres que te llevé?

-Por favor.

El toma las llaves de lo que vendría ser mi auto y nos dirigimos a la salida apresurados, sabía qué Juliana me daría el sermón deo mes por llegar tardé.

-Oye Luna -miro a Elliott- ¿No necesitas los patines para ensayar?

-¡Joder! -exclamó fustrada antes de dirigirme nuevamente a la mansión sin evitar escuchar su risa.

~•~

-¡Llegue! -gritó entrando a la pista con mis patines puesto. Miro la pista impresionada ante su tamaño.

Esto si es grande.

-Tardé -señala Juliana acercándose a mi- ¿quien es tu amigo?