Luna Valente.

-Sesenta Nueve-

Luna V.

Hoy descubrí qué mi peor miedo es perder a mis bebés.

Jamás en mi vida me había sentido tan aterrorizada, cuándo aquella persona me empujó por las escaleras lo único qué pedía qué nada les pasará. Cuándo mis padres pasaron junto a mi abuelo me dijeron qué la persona qué me atacó era un supuesto ladrón qué se había infiltrado a la mansión.

Lo único qué me importa en éste momento es qué mis bebés estén bien y yo también.

Él dolor en mi espalda aún no se a ido y creó qué seguirá doliendo, en verdad le agradezco a Matteo haber estado ahí porque como me dijo él doctor pude haber tenido una pérdida y ahora debo cuidarme bastante estos meses.

Estaba dormida cuándo escuche la puerta dé mi habitación abrirse, abrí mis ojos y me encontré con Elliott entrando. Mi ceño se fruncio al verlo aquí y sólo esperó qué no venga a reprocharme más cosas.

-No hagas fuerza. -pide cuando trató de incoporarme, me sorprende él tono suave y compresivo qué usa. Me quedo justamente como estaba y lo sigo con la mirada hasta qué se sienta en él banco al lado de mi camilla.- ¿Como te encuentras?

-Algo adolorida. -me limitó a decir desviando la mirada a otro punto, odio él silencio qué se acaba de formar entre nosotros. No me gusta saber qué está enojado conmigo.

-Luna perdón, sabes qué no soy bueno para éste tipos de cosas pero en verdad lo siento. No quise tratarte de esa manera en verdad. -dice llamando mi atención- Me enojé contigo, con Matteo con todos. Eres mi pequeña y esto fue un golpe bajo para mi ¿sabes? -confiesa tomando mi mano- No estaba preparado para esto y reaccione de la peor manera dandote la espalda.

-Elliott...

-Y ahora vas a ser mamá de dos bebés siendo tan joven, no se cuáles son tus planes y tengo miedo de perderte después de qué volviste a la vida de mi papá y la mia. Sé qué te molesto bastante te hago la vida imposible cada vez qué tengo una oportunidad pero te quiero y mucho, tu tanto como Ambar son muy importantes para mi y...

-Elliott sólo callate y abrazame. -pido antes de qué me largué a llorar, él sonrie a medias y se inclina hacia mi para abrazarme.

-Lo siento tanto pequeña. -murmurra besando me frente.

-Está bien, todo está bien. -digo aferrándome a él dándome cuenta de cuanto lo extrañé estos dias.

~•~

Estuve alrededor de tres dias interna en él hospital, Matteo fue cada día pero no le ponía tanta atención y el empezaba a darme mi propio espacio. También Cecilia y Fabián fueron a visitarme tras enterarse de lo sucedido, en verdad recibí muchas visitas estos dias.

Y ahora estaba aquí en la mansión, específicamente en mi habitación escuchando los reproches de mi madre y Elliott me sorprendía ver él nivel de intensidad qué tiene estos dos a la hora de prohibirme cosas cuándo están juntos.

-Ya escuchaste lo qué te dijo él doctor, nada de escaleras o hacer fuerza, debes mantenerte tranquila ¿de acuerdo? Cualquier cosa qué quieras me llamas a mi o a Lucy. -advierte ella, al fondo notó como Ambar y Elliott asiente de acuerdo. Él al notar a la rubia su lado arquea las cejas divertido y ella rueda los ojos antes de darse media vuelta e ir se.