Luna Valente.

-Ochenta Dos-

Luna V.

Desdé qué abri mis ojos no dudé en ponerme de pie y comenzar mi día en la mañana cosa qué extraño a todos. Pero vamos, estaba en México y queria visitar a algunas personas qué tenía mucho tiempo sin ver.

Cuándo baje a desayunar estaban todos menos  Matteo y Ambar quienes no perdieron tiempo en ir a patinar por ahí, en todo él desayuno me sumergí en una conversación con Cecilia y mi mamá.

Elliott decidió enseñarle lo qué conocía de Cancún a Victoria quién venia por primera vez, a ella le prometo darle un tour cuando este libre porqué conociéndolo se qué a los únicos lugares qué él a ido a sido a lugares turístico y restaurantes de alta clase.

Llegué a la casa de la abuela de Simón, ella me recibió de brazos abiertos y desdé qué se percató de mi embarazó empezó a darme hasta él mínimo consejo mientras nos consentía a Simón y a mi con la deliciosa comida qué prepara. Vino a mi mente esos momentos en los qué él y yo terminábamos de trabajar, y lo primero qué hacíamos era venir aquí a su casa sabiendo qué ella nos iba a consentir en todo.

Simón desdé pequeño fue refugiado en los brazos de su abuela, desdé él día en qué sus padres fallecieron en un accidente automovilístico. Él dice qué no le afecto tanto esto, pues estaba muy pequeño cuando todo paso pero si a tenido esos momentos en los qué extraña a sus padres y quisiera tenerlo a sus lado.

Somos como la misma historia repetida con algunas diferencia, tal vez se deba a eso que nos entendemos también.

Después de pasar unas largas horas en casa de mi amigo voy al centro con ayuda de uno del chofer qué me asignó Elliott antes de ir se, por más que dije qué podía ir caminando ya qué todo me quedaba cerca se negó.

Y ahi estaba yo caminando por él centro con Peter él chofer sosteniendo mis bolsas, se debe decir qué tuve una pequeña discusión con él por quién se quedaría con las bolsas, no me agradaba la idea de tenerlo como un asistente especialmente contratado para agarrar mis bolsas mientras yo me encontraba libremente caminando por él centro.

Y también tenia la leve sospecha de qué Elliott amenazó al pobre con lanzarlo al posó si me pasaba algo.

-Éste es él trató. -lo acorraló cuándo esta guardando las bolsas en él maletero-. Tu vas a tomarte él resto del día libre y yo volveré a la mansión caminando, qué por cierto queda bastante cerca de aqui así qué no hay nada de qué preocuparse.

-Señorita V...

-Te voy a despedir si no tomas él resto del día libre. -advierto y arquea las cejas.

-¿Bromea señorita Valente? -pregunta sin entnderme.

-No, no lo hago. -niego.

Tras debatirlo unos minutos salgo ganando, no era qué me molestaba qué me estuvieran cuidando pero queria caminar un poco sola y pensar antes de ir a aquella mansión repleta de personas.

Debía buscar la forma de terminar mis estudios este año si no queria volver a repetir, probablemente daría a luz a mitad de semestre y no podría asistir durante un tiempo. También cruzó por mi cabeza mudarme fuera de la mansión cuando tenga a los bebés aunque sabia qué necesitaría la ayuda de mi mamá los primero meses para cuidar de mis angelitos.

Bien, ni siquiera voy por la mitad del embarazo y ya estoy entrando en crisis con todo lo qué tenga qué ver con los cuidados de los bebés.