Luna Valente.

-Cuarenta Cuatro-

Luna V.

Bajó de mi auto tarareando una canción distraídamente, me encargó de sacar mi mochila y libros antes de cerrar la puerta, tengo una sonrisa tonta desdé qué salí del Roller y me encontré con Matteo... Pero entoces vi a Elliott parado en las escaleras de entrada observándome y se me borra.

Lleva puesta ropa deportiva y va sudado lo qué me índica qué está regresando de hacer ejercicio, miró cómo se apoya sobré la baranda con su inflamable sonrisa irónica qué tanto lo caracteriza:- Mira lo qué trajo el viento, ¿recordaste qué está es tu casa y no la calle?

-Hablas como si hubiera andando de fiesta en fiesta, para tu información esa es Ambar.

-Si, pero no se me a olvidado qué no dormiste aquí la otra noche. -aquí vamos...- Qué pena sería qué Moni se enterará ¿no?

-Veo qué tus ganas de joderme son más grande que tu ego hoy. -la pura verdad es que mi relación con Elliott es más de dos hermanos qué se viven retando qué de un tío y una sobrina- Pena sería qué mi querido abuelo se enteré del romance de telenovela qué tienes con Ambar.

El palidece y yo pestañeo seguidamente, mientras me balanceó de un lado a otro apretando mis libros contra mi pecho teniendo una sonrisa inocente. Hermosa jugada Luna.

El se incorporó serio y me señala con advertencia:- Tu no le vas a decir nada a papá y entré Ambar y yo no hay nada. Yo estoy con Victoria y lo qué pasó con Ambar fue algo pasajero.

-Pueda ser qué lo suyo se quedó en el pasado pero tengo para decirte qué aún está ahí, asi qué tu no le dices nada a mi madre y yo no le digo nada al respecto al abuelo ¿si? -no me siento orgullosa por manipularlo de esta manera pero ni el diablo quisiera ver a mi mamá enojada- Y tal vez ya no sientas amor por Ambar pero se te olvidó qué ella si, mejor dejárselo claro para qué no se siga ilusionando.

Dejándolo con la boca entreabierta me encojo de hombros y subo las escaleras pasando por su lado, antes de entrar a la mansión me detengo en la puerta y lo llamó:- Y Elliott.

-¿Qué?

-Si pasé la noche con Matteo. -le confieso y entró a la mansión para refugiarme de el, lo último qué veo es como se pone rojo y aprieta sus puños en qué grita:

-¡LUNA!

~•~

-No sé qué hacer con ella Luna, no me hace casó. ¡Me confunde! Porque un dia se me acerca como si nada y al otro esta distante. -escuchó relatar a Simón qué está tirado en mi cama lanzado un cojín hacia arriba y atrapándolo- Me va a volver loco.

Cierro la puerta de mi armario y caminó en silenció  hasta el pequeño sofa de mi habitación dejándome caer en éste, Simón llegó hace media hora con propósito de desahogarse conmigo y como buena amiga que soy lo estoy escuchando.

-...Y lo peor es qué todo es mi culpa, ella estaba bien. Estaba siendo ella misma. Pero yo fui un idiota qué la dejó y le dijo cosas horrible por un error que cometió, ni siquiera la escuché cuándo trato de explicarme lo de la pista. No creí cuándo dijo qué cambió y ahora se oculta en esa fachada de chica mala, enfocándose en ser mi karma personal.

-¿Como es Ambar? No está, si no la qué es en verdad, esa qué conociste. -le preguntó sólo sabiendo qué en ese tiempo qué ella estuvo con Simón se veía feliz con el mundo y no con deseó de verlo arder.