Es la historia de Is It Love? Drogo, con todos los diálogos y las opciones a elegir, para las que quieran saber que hubiera pasado de elegir otra opción.
@Los personajes y la historia le pertenecen a el autor de Is It Love?, 1492 Studio.
El juego:...
Esta sensación me desborda. Pierdo el aliento, como si me ahogara...
Rocío:-Pero... que?
De pronto todas las ventanas se rompen alrededor de nosotros!
Rápidamente, Drogo me coge contra él y me lleva a toda velocidad al otro extremo de la habitación.
En unos segundos, todo ha terminado. Drogo sigue rodeándome con sus brazos haciendo de su cuerpo un escudo para protegerme.
Lo empujo suavemente y me doy cuenta de que tiene algunos cortes. Me quedo unos instantes petrificada.
(Soy yo quien ha hecho eso?!)
*Con temor, cruzo su mirada.
Sigue con aire burlón. Al menos, no he hecho que se enfade.
Rocío:-Lo siento... Aun no controlo bien esto...
Drogo:-Yo creía que era un truco para atraer mi atención...
Rocío:-Pues claro que no!
*Agotada, me cojo a él.
Su mirada se vuelve más intensa. No parece haber sufrido por el incidente.
Rocío:-No pensaba que esto fuera tan agotador...
Drogo:-La cosita va a tener que entrenar más!
Rocío:-Voy a tener que canalizar mis emociones.
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Drogo:-Ay, qué pena! Con lo que me gusta cuando te enfadas...
Pero que exasperante puede llegar a ser!
Rocío:-Tú te crees más listo que los demás, verdad?
Drogo:-Perdona, pero no soy yo quien está a merced del otro, ahora mismo...
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Me doy cuenta de que sigo pegada a él, de lo cerca que estamos no del otro, de su aliento contra mi mejilla, de sus brazos en torno a mi cintura.
Intento moverme hacia atrás para escapar de él, pero me encuentro con la espalda en la pared.
Rocío:-Podrías...?
Drogo:-No, la verdad es que no.
Rocío:-Ah! Entonces no veras inconveniente en que vuelva a empezar...
Su risa contra mi cuello hace que me estremezca.
*Quiero más.
*Debo resistirme a toda costa.
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Se endereza ligeramente y coloca sus manos en la pared a ambos lados de mi cara.
Drogo:-Definitivamente, parece que el destino se empeña en repetir las mismas situaciones; tú, yo... una pared...
Su olor me hechiza. Utiliza algún poder o encanto para ponerme en este estado? Tiene que ser eso!
No quiero considerar ni por un segundo que me sienta atraída por este tío, que además es un vampiro!
Me suelto sin miramientos y lo esquivo, para poner distancia entre nosotros.
Se acerca otra vez y se para bruscamente cuando se da cuenta de que voy a echar a correr descalza entre cristales rotos.
Mete las manos en los bolsillos y se mantiene a distancia, y luego me dice:
Drogo:-Sabes que esto se está poniendo interesante entre nosotros dos?
*Al oír estas palabras, se me ponen los pelos de punta.
Rocío:-No hay ningún "nosotros dos".
Drogo:-Claro que sí, cosita! Eres muy divertida, y aun me falta mucho para terminar contigo...
Rocío:-Todo esto es un juego para ti, verdad?
*Me pongo roja como un tomate.
Rocío:-Deberías dejar de reírte de mí de esta forma!
Drogo:-Y si no me riera de ti, dulce cosita?
Rocío:-Ya basta, es humillante! Tus bromas de poca monta siempre son a mi costa. Está claro que tus intenciones no son sinceras.
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Me lanza una extraña mirada.
Drogo:-Vete a saber...
Y se va sin mirar atrás.
*Me saca de quicio!
*Porque me atrae?
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Me quedo un momento inmóvil, no sabiendo muy bien cómo interpretar sus últimas palabras. Me siento en la cama y contemplo los destrozos que he causado.
Los cristales de mis ventanas están todos rotos, sin excepción. Tengo dos opciones.
O intento arreglar mis meteduras de pata como una persona adulta, o aviso a Nicolae de que necesito dormir en otra habitación mientras que se arreglan las ventanas.
Pero esta última situación no me apetece nada. Estoy acostumbrada a mi espacio, y no quiero cambiarlo.
Me encojo de hombros. Después de todo, quien no arriesga, no gana.
Con el corazón palpitando me echo en la cama y cierro los ojos para dejar la mente en blanco. Me concentro buscando ese eventual poder.
Los latidos de mi corazón se calman, y de pronto siento una energía sorprendente, cálida y tranquilizadora. Reuniendo mis fuerzas, visualizo de forma precisa los trozos de cristal esparcidos por el suelo.
Adjunto mi voluntad a mi deseo de devolver a la habitación el estado en el que se encontraba antes de que me entrara el pánico.
Varias vibraciones extraordinarias me recorren, y las disperso a mí alrededor.
*No me atrevo a abrir los ojos.
No me atrevo a abrir los ojos enseguida. Tengo miedo de que todo esto sea real... Cuando por fin me decido, después de una profunda inspiración, me quedo pasmada ante el espectáculo que se me ofrece.
*Abro los ojos.
Cuando abro mis ojos, me quedo pasmada delante del espectáculo que se ofrece a mis ojos.
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Las ventanas han vuelto a su estado original, y en el suelo, no queda ningún resto de cristal.
