Is it Love? Drogo -Game

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Lorie está acostada. Drogo acaba de salir de la casa, para ir a no sé dónde. Peter está con su piano.

No tengo sueño. Escucho perezosamente la melodía melancólica que atraviesa las paredes y cojo mi móvil.

Busco en el directorio y seleccionó el número de Sarah. Me siento culpable por haber sido un poco agresiva con ella. Descuelga tras dos tonos:

Rocío:-Hola Sarah... Soy Rocío. Te molestó?

Sarah:-No, en absoluto.

Rocío:-No tengo nada que hacer y me he dicho que podría llamarte para hablar...

Sarah:-Vaya! Finalmente quieres hablar conmigo?

Supiro. Soy consciente de que no puedo hablar tan pancha como si nada hubiera pasado.

Rocío:-Escucha... Lo siento por la otra noche. No estaba en mi estado normal. Sé que hice el idiota esa noche, siento haberme portado así.

Silencio al otro lado. Está claro que Sarah está evaluando la situación.

Sarah:-Ya. Qué tal el día?

*Miento.

Rocío:-Bien! Como un día de trabajo!

Sarah:-Vaya! Pareces tan alegre que suena a falso...

Rocío:-Si, de acuerdo... esta cría me está matando lentamente...

Sarah:-Mires donde mires, en esa familia no se salva ni uno.

*Decido ser honesta.

Rocío:-Como un día en el que tengo que ocuparme de Lorie...

Sarah:-Te ha dado mucha guerra?

Rocío:-Sigue teniendo gustos escalofriantes, pero se ha portado algo mejor que otras veces.

Sarah:-Como el resto de la familia, no?

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Rocío:-Por favor Sarah... Podemos dejar eso?

Me echó en la cama tranquilamente y miro el techo.

Me gustaría de verdad poder hablar sin tener que soportar sus insinuaciones sobre mis anfitriones.

Sarah:-Vale, vale.

Se cierra en un silencio malhumorado unos segundos, hasta que entabló de nuevo la conversación.

*No quiero enfadarme con ella.

*Aprovecho para ponérselo fácil...

Rocío:-No te llamo para discutir. Sólo tenía ganas de hablar contigo...

Sarah:-Lo sé, los siento... Porque no vienes a mi casa?

Rocío:-Ahora?

Sarah:- Sí, ahora. A menos que tengas algo mejor que hacer...

Aceptó su proposición brincando de alegría. Cuelgo inmediatamente y me pongo a toda prisa una chaqueta.

Salgo corriendo por el pasillo, hasta que me llama una voz:

Peter:-Sales?

Rocío:-Si, voy a casa de Sarah. No me esperes.

Frunce el ceño como molesto.