Tótem |Múltiples parejas|

Cuando estamos solos

- Siento haberte llamado a esta hora de la mañana, NamJoon. - Pronunció G-Dragon frotando sus sienes. Parecía cansado.

- No importa. - Habló NamJoon muy serio. - La verdad, ya estaba ansioso por recibir una llamada tuya.

- No has venido en coche. - Observó el líder de distrito. - Lo que quiere decir, ya que tú no sabes conducir, que no has querido decírselo a tu clan.

- Simplemente no quiero adelantarles nada. - Afirmó. - Quiero tener las cosas claras antes. Saber los pros y los contras. No quiero darles ilusiones.

- ¿Seguís teniendo problemas con las cuentas? - Quiso saber. Al fin y al cabo, él era el responsable del distrito y BulletProof era de los mejores clanes bajo su mando. Además, ahora que tenían a JungKook y su pantera negra, nadie podía saber sus limites, ni siquiera ellos.

- No tanto como problemas. - Aseguró. - Al menos, de momento. Pero necesitamos un trabajo pronto, por si empezara a haber algún agujero.

- Sobretodo ahora que tenéis una boca más que alimentar. - Pronunció G.D.

- Tenemos para comer, Sunbaenim. Ese no es el problema. - Planteó. - Quiero hacer más. Ayudar a mi hermanos, a mi clan.

- ¿Ayudarles? ¿Qué más podrías hacer por ellos? - Le preguntó.

- ¿Qué más? - Rió irónico. - Querría poder pagar los estudios que se merecen. Querría poder pagar un psicólogo a JiMin para que deje de tenerle miedo al mundo. Un tratamiento para asegurarme de que HoSeok está totalmente recuperado. También quise poder pagar un mejor abogado para TaeHyung, y evitar lo que ocurrió, pero no pude. Aunque eso ya no sirve. ¿Qué más? - Fingió pensar. - Quizá unas mejores herramientas para el taller y así tener más trabajo. Algo que mantenga a Jin-Hyung a salvo del mundo y de sí mismo. ¡Ah! Y antes que nada, pagar la puta operación que le permita a YoonGi-Hyung recuperar su audición y, con ella, su felicidad. - No alzó la voz, eso no era propio de él, pero no por ello estaba poco alterado. Había demasiadas cosas que reparar y él, como líder, se sentía responsable de hacerlo.

- Nada de eso es tu culpa. - Le aseguró G.D.. NamJoon bufó.

- No se ofenda, líder de distrito. Pero eso no me consuela lo más mínimo. ¿Qué clase de líder soy si no puedo hacer nada por ellos después de todos sus sacrificios.

- ¿Qué hay de tus propios sacrificios, NamJoon? - Le recordó.

- Nada comparado con lo que han hecho ellos. - Ambos líderes hablaban con seguridad y sabiduría a pesar de su juventud.

- Quizá no lo parezca, pero todo esto te afecta a ti más que a ninguno. Cargas con los problemas de todos. - Afirmó G- Dragon. No había que ser un genio para darse cuenta.

- Es mi deber. - Aseguró NamJoon con firmeza.

- Tú debes es hacer todo lo que puedas. Pero hay cosas que no están en tus manos. - Intentó calmarle.

- ¿Esa es la excusa que te dices a ti mismo cuando tienes ganas de rendirte? - Dijo con rabia. G-Dragon entre cerro los ojos. - Lo siento. - Rectificó. Respiró hondo y suspiró. - No quería decir... Sabes que no pienso así.

- Lo sé. No es necesario que te disculpes. - Aseguró. - Sólo es el estrés. - NamJoon asintió agradeciendo su comprensión. - Tengo un trabajo para vosotros. La paga es decente. La policía ofrece una buena recompensa por esos tipos. - NamJoon prestó mucha atención. Cualquier detalle que le diera podía ser importante. - Pero, justamente eso, indica que pueden ser peligrosos.

- Habla. - Le pidió.

Pasaron varias horas revisando toda la información que tenían. Creando el mejor plan. Hasta que decidieron que tenían una estrategia decente.