Tótem |Múltiples parejas|

Mientras estemos juntos

JungKook estaba atento a la profesora de matemáticas por primera vez en varios días. Era la única manera que tenía de ignorar que, los que habían sido sus amigos y ahora eran sus enemigos, estaban en la misma clase. A pesar de que se había propuesto atender, no entendía demasiado. Las matemáticas nunca habían sido su punto fuerte. Quizá, ahora que vivía con sus seis Hyungs, alguno de ellos era bueno en esa asignatura y podía echarle una mano. NamJoon, quizá. A mitad de la clase empezó a limitarse a apunta todo lo que la profesora escribía en la pizarra, sin comprender ni una sola letra. Y, mientras anotaba en su cuaderno, le dio por pensar que haría después. Puesto que se había quedado sin sus dos mejores amigos, con los que pasaba todo sus descansos y ratos libres dentro de la escuela, ahora no tenía mucho que hacer allí. Ni loco se quedaría dealmbulando solo por la escuela el resto de curso. En realidad ya tenía un par de opciones. Se acababa de abrir las listas para apuntarse a los clubs de la escuela. Podría dedicar su tiempo a eso. El capitán del equipo de atletismo le había pedido ya en dos ocasiones el curso pasado que se uniera a ellos y él había rechazado la oferta porque prefería pasar el tiempo con sus amigos. Quizá era una buena oportunidad. También estaba el club de canto que dirigía Roseanne. A JungKook siempre le había gustado cantar y la gente solía decirle que lo hacía bien. Tampoco es que el club del instituto tuviera el nivel de un grupo profesional. Por otro lado, pensó en YoonGi. En su casa no había intimidad alguna, ni secretos, si intentaba ensayar en casa, YoonGi terminaría enterándose. YoonGi le enseñó casi todo lo que sabía de música cuando era pequeño. Las escalas, los acordes, las armonías... todo lo que sabía. Y JungKook absorbió como una esponja toda la información, y jamás lo olvidó. ¿Estaba bien cantar si su Hyung, el que le había enseñado todo, no podía escucharle? No, de pronto no le gustó la idea. Quizá el club de pintura, a él le encataba dibujar en sus ratos libres, le relajaba. El profesor de artes que lo impartía nunca le había dado a clase a él, siempre había tenido a la profesora Phan, que, casi siempre le dejaba hacer lo que quería y le decía que tenía mucho talento. Sin embargo, ella nunca le había mencionado o recomendado que se apuntara al club de pintura, pero no perdía nada por intentarlo. Igualmente, si no le gustaban los clubs que había escogido, siempre podía desinscribirse y entrar a otro, siempre que no fuera demasiado tarde.

Después de las clases de historia y de biología, densas pero más fáciles que las matemáticas, de dirigió hacia su primer objetivo sin perder tiempo. El capitán del equipo de atletismo. ¿Cómo se llamaba...? Denny-Hyung. Recordó. En ese mismo cayó en la cuenta. Si Denny era mayor que él, y él ya estaba en el último curso, ya se habría ido y ahora habría un nuevo capitán. Preguntó a unos pocos compañeros y dio con él. No le conocía de nada, lo que era un fastidio, pues debería demostrar que era lo suficientemente bueno como para entrar en el equipo, pues había límite de plazas y sólo cogían a lod mejores.

- ¿Eres Ztavy? - Le preguntó a una distancia prudencial, acercándose.

- Sí, ¿quién pregunta?

- Soy JungKook. De la clase C. Quisiera entrar en el equipo de atletismo. - Dijo sin rodeos. Ztavy le miró escudriñando su rostro.

- ¿No has estado nunca en el club? ¿Y siendo de último año quieres entrar? ¿Eso es raro? - Bueno, por lo menos no había dicho que era algo malo, sólo raro.

- Creo que soy bastante bueno. - JungKook se encogió de hombros y el nuevo capitán le imitó.

- El lunes después de clases son las pruebas. - Le dijo.

- Nos vemos allí entonces. - Sonrió en respuesta. Ztavy le tendió la mano y él la aceptó sin dudar.

Después de eso, fue directo al club de pintura. Aunque tenía muchas ganas de apuntarse al de canto, tuvo que ignorar sus impulsos.